Tras el partido del fuera del lugar y del falso foul dentro del área que le significaron dos goles al equipo mexicano contra Francia en el Mundial de Sudáfrica, en Cancún una turba de vándalos se echó sobre una patrulla para celebrar el triunfo totonaca, y los policías que la ocupaban dispararon al aire para dispersar a los enajenados. Los tiros funcionaron y la estampida salvadora ocurrió. No hay borracho que coma lumbre, así se sienta Cuauhtémoc -el 10 o el "Águila que Cae".
En Chetumal, en el consabido bulevar de la vagancia tóxica de los fines de semana, la afición celebró atacando los vehículos que transitaban, sin miramiento ni respeto alguno por los conductores o los familiares que fuesen con ellos, con la complacencia de la autoridad, y libres y a sus anchas para actuar de acuerdo con la calidad de sus familias, de la enseñanza de sus maestros, y de los principios y valores que han cimentado su existencia y dado cauce a sus instintos.
Uno de los vehículos más dañados fue la vagoneta de una radiodifusora local a la que los enajenados trataban de volcar con todo y sus ocupantes. Se dañaron los equipos de trabajo y la unidad fue severamente afectada. La Policía dejó hacer y no detuvo a nadie.
Otro auto averiado fue el de José Luis Herrera, sobre el que los enfiestados futboleros alochólicos o drogados o ambas cosas descargaron su enorme gusto de patriotas victoriosos. En este caso se detuvo a un tal Gerardo Aguilar García, a quien se vio romper el panorámico, para que respondiese ante el Ministerio Público por los daños provocados bajo los influjos de la felicidad.
En la gran jornada etílica nacional no faltaron los funcionarios y los político lugareños que como casi todos los días –si no es que todos, cuando no se enferman- le entraron con particular entusiasmo a su bebida refrescante favorita, porque ese jueves histórico, como aquél 5 de mayo de los zacapoaxtlas, fue nada más ni nada menos que inhábil. Y si en los días hábiles agarran el trago y no lo sueltan, mucho menos cuando oficialmente no hay trabajo, y menos aún cuando se le gana a los franceses en uno de esos grandes días de suerte.
El bulevar, una barra libre los fines de semana donde los policías hacen su agosto extorsionando briagos, quedó sembrado de botellas y latas de cerveza vacías como una muestra del fervor mexicano y un homenaje a los orgullosos héroes nacionales cuyos nombres debieran ser grabados en el Altar de la Patria.
El narco manda en los penales.- De acuerdo con un estudio que hizo la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, de los 429 penales que hay en el país, unos 100 están controlados por los propios reos –y cualquiera sabe que entre los reos quienes mandan son los narcos, por lo que puede entenderse quién controla esos penales donde las masacres son el pan de cada día-, consecuencia de la corrupción y el relajamiento de las autoridades.
El estudio no lo dice, pero la cárcel de Cancún está y ha estado siempre bajo control del narco. Fue una de las guaridas de los zetas que ejecutaron al general Tello, incluido el entonces director del presidio. Está plagado de sicarios rivales que en cualquier momento pueden protagonizar una masacre, como la del penal de Mazatlán, si no se organiza pronto su traslado a otros penales de máxima seguridad. Ya han dado avisos más que claros de que eso puede ocurrir.
En el penal de Cancún, construido para albergar a 350 personas, en la actualidad hospeda a mil 273. El hacinamiento es una bomba de tiempo si se consignan los poderosos detonadores de la delincuencia organizada que se concentran ahí.
El saldo de la reciente bronca entre bandas fue de sólo nueve heridos. De manera anticipada se celebraba en el interior del penal el “Día del Padre”, y fueron desalojados de las instalaciones unos 600 visitantes, entre ellos una cantidad considerable de niños.
Según la CNDH en las cárceles estatales y municipales controladas por los reos ellos son quienes ponen las condiciones de cómo deben operar. Daniel Romero, visitador de esa Comisión, aseguró que ese "sistema", llamado de “autogobierno” -o donde los narcos gobiernan-, es el que provoca la violencia en las cárceles del país con resultados sangrientos.
La planta para la basura.- Así que con una inversión de 40 millones de dólares -cuya obtención tramitará una empresa concesionaria, pues la comuna no gastará ni un centavo- operará a partir de diciembre próximo, a un costado del basurero de Chetumal, una planta recicladora de basura.
La obra será la gran cosa, según lo explica el coordinador de Servicios Integrales de Limpia del Municipio, Luis González Escalante, quien la anunció la semana pasada.
Por si fuera poco, con la basura como combustible la planta podría generar energía eléctrica. El convenio ya se oficializó mediante un acuerdo entre el Cabildo de Othón P. Blanco y la empresa Intraseason; la concesionaria operará la planta durante 30 años, y en 2040 se convertirá en patrimonio de la administración municipal.
Los verdes.- El rezago social del sur del estado cada día más alto. Podría superarse con mayor vinculación entre las instituciones educativas y la iniciativa privada para generar empleo mejor pagado, y para que ya no sigan depredándose los recursos naturales. En eso coinciden tres candidatos a diputados por el Partido Verde Ecologista de México, quienes ofrecen aplicarse, si ganan, para que las cosas mejoren en ese aspecto.
Rossana Ayala Ramírez, Edwin Adame Gómez y Abigail Alonzo Barradas, candidatos a diputados por el I, II y III Distrito, respectivamente, por el Partido Verde Ecologista de México, explican que durante su campaña ofrecen gestionar becas para estudios de postgrado, que se ofrezca a los estudiantes jornadas de trabajo de medio tiempo, mayor calidad en la atención médica a quienes la necesiten, crear cadenas productivas, legislar para que la extorsión sea un delito grave, simplificar los trámites para la apertura de nuevas empresas, y desarrollar alternativas de desarrollo para los viejos, las madres solteras y los discapacitados.
Aclaran que, a pesar de que cada día hay más instituciones de educación superior, sus egresados no encuentran acomodo laboral y se emplean “en cualquier cosa”. Deberá revisarse la Ley del Servicio Público de Carrera y darles oportunidad de trabajar en la administración pública a todos quienes demuestren capacidad y no a los recomendados. En cuanto a la iniciativa privada es cierto que enfrenta serias dificultades económicas pero el gobierno podría crear un programa de incentivos a las empresas que generen empleos y que eviten hasta donde sea posible la contaminación.
“Nosotros, en caso de ganar en las próximas elecciones, gestionaremos más recursos para apoyar a las familias más necesitadas, que los pequeños productores logren desarrollarse, que las madres solteras y los ancianos obtengan mayores beneficios del gobierno y que el Seguro Popular no sólo ofrezca consultas médicas sino también las medicinas”, afirmaron.
En una visita que hicieron a las oficinas de Estosdías, Rossana Ayala Ramírez, Edwin Adame Gómez y Abigail Alonzo Barradas, candidatos a diputados por el I, II y III Distrito, respectivamente, por el Partido Verde Ecologista de México, explican que durante su campaña ofrecen gestionar becas para estudios de postgrado, que se ofrezca a los estudiantes jornadas de trabajo de medio tiempo, mayor calidad en la atención médica a quienes la necesiten, crear cadenas productivas, legislar para que la extorsión sea un delito grave, simplificar los trámites para la apertura de nuevas empresas, y desarrollar alternativas de desarrollo para los viejos, las madres solteras y los discapacitados.
Luego de afirmar que los candidatos verdes están dispuestos a participar en debates públicos con sus contrincantes, señalan que sus gastos de campaña son mínimos, que la propaganda la imprimen en material reciclable, y que luego de las elecciones recogerán ese material para utilizarlo en la elaboración de enseres de uso doméstico. Recuerdan que aunque el PVEM apoya a Roberto Borge Angulo para la gubernatura y para algunas diputaciones contienden con candidatos en coaliciones, en los distritos I, II y III, ellos sólo son abanderados por el Partido Verde Ecologista de México.
Señalan que no ven al abstencionismo como el “gran problema” de las próximas elecciones, pues en los comicios de hace tres años sufragó el 57 por ciento de quienes contaban con credencial de elector, una cantidad considerable si se toma en cuenta que la población en general va perdiendo el interés por las cuestiones políticas. (En Yucatán, en los recientes comicios, votó el 55 por ciento del padrón de electores). “Percibimos que la gente desea un cambio, mejorar sus condiciones de vida y que las autoridades les hagan más caso”.
Los candidatos, los tres universitarios, explican que se nota la incertidumbre de los jóvenes que están por abandonar las aulas al final de sus estudios académicos por no saber dónde trabajarán. Algunos investigadores y los propios estudiantes elaboran constantemente proyectos de nuevos programas pero éstos son rechazados por falta de recursos. Recuerdan que el sur del estado puede ser el abastecedor de insumos del norte y otros desarrollos turísticos, pero que para eso es determinante la vinculación.
“Vemos que con muchas dificultades los artesanos y pequeños productores tratan de vender sus mercancías en cuanta oportunidad se les presenta: en tianguis improvisados, en exposiciones o por su propia cuenta de casa en casa. Éstos deben organizarse mejor para tener un mejor mercado y de eso nos encargaremos en caso de ganar en las elecciones del cuatro de julio”, anticipan.
Recuerdan que “una de las banderas” de su campaña es el cuidado de los recursos naturales, por eso promueven un programa de “arborización” que no pretende sembrar más árboles sino cuidar a los que hay en la ciudad y la zona urbana; que no se talen sólo por talarse y, además, pugnan porque se limpie la bahía de Chetumal, que el manatí siga como una especie protegida y que no se destruyan los manglares.
Por último afirman que han sido bien recibidos en las colonias y comunidades rurales que han visitado y anticiparon que, del cuidado que todos tengan con los recursos naturales, dependerá la calidad de vida del futuro. “Los recursos naturales no son eternos, la desaparición de las playas de Cancún puede servirnos de aviso para ser más cuidadosos”.