*ES PARTE DE UNA MUESTRA ITINERANTE POR VARIAS SEDES DEL DISTRITO FEDERAL, ENMARCADA EN LOS FESTEJOS DEL BICENTENARIO DE LA INDEPENDENCIA Y CENTENARIO DE LA REVOLUCIÓN EN MÉXICO
(DIFUNET).- La tarde del viernes dio inicio en la Casa Frissac de Tlalpan, la siguiente etapa en la exposición itinerante del pintor mexicano Emilio Juárez Sánchez, compuesta por 35 cuadros en los que el artista mezcla tres tendencias, divididas a dos paletas como son rojos, ocres y tierras y una nueva en su trabajo, de tonos grises y blancos.
Los temas giran alrededor de la mujer, de la luna, la evolución, el crecimiento, el desarrollo y la transformación, complementada con el hacer cotidiano, donde podemos apreciar obras como Viento nocturno, Anhelo de una nación, Encuentro alquímico, La riqueza de mi pueblo y las más recientes Bicentenario, Las Piñas, Fase Lunar, Infinito y otros cuadros del artista, combinando una serie de técnicas, pero dentro de las cuales destacan las de óleo sobre tela y madera.
Acompañado de Rosalba Jiménez, encargada de los recintos culturales de Tlalpan, el artista dio la bienvenida al público en la casa Frissac, ubicada en el corazón de Tlalpan, donde su obra permanecerá expuesta de lunes a domingo, de 9 a 15 horas y de 16 a 19, hasta el próximo 1 de agosto.
Este año ya expuso su muestra Alegorías en la sede de la Sociedad Mexicana de Geografía y Estadística, en el Centro Histórico.
Este viernes compartió parte de su trayectoria de más de 20 años, en los que ha colaborado en los murales para el Centro Gallego; además, realizó cinco de las seis catedrales en la capilla del Hospital Español, así como un mural en Cuernavaca.
Sobre la muestra, Rosalba Jiménez aseguró que “para Casa Frissac y todos los tlalpenses es un honor apoyar el trabajo de un artista tlalpense, pero sobre todo al maestro Emilio Juárez, quien tiene el talento de combinar la naturaleza humana con la naturaleza de entornos y sus cuadros muestran una gran profundidad “.
Al respecto, Juárez Sánchez destacó que “a veces el cerebro es tan complejo que uno tiene la fortuna de poder comunicarse con colores, con líneas, con texturas; creo que el pintor tienen que ir pautando, ir buscando, experimentando, pero siempre respetando los cambios de construcción, de estructura para que la obra no pierda la solidez y el valor plástico”.
Afirmó que la nueva tendencia de tonos blancos y grises se mantiene dentro de la línea de la nueva escuela mexicana de pintura, manteniendo la congruencia de la obra plástica, conservando la policromía, el trazo y la fuerza que caracterizan a cada artista. Así, Emilio muestra el crecimiento, evolución y desarrollo lineal bajo el cual se enfocan sus nuevas creaciones.
Aunque reiteró que no le gusta hablar sobre su obra "porque de alguna manera encasillo a que la gente vea lo que yo pienso, lo que yo quiero y la intención es que el cuadro tenga vida propia y arte de acuerdo con quien lo observe”, la realidad es que su obra está enmarcada en su lucha personal, siempre cargada de símbolos, que pelean contra la ignorancia y el fanatismo religioso.
Para finalizar el pintor mexicano destacó que “la obra plástica debe ser sincera, debe tener esa congruencia entre el pensar, el decir y el hacer”.