
*CRITICÓ QUE COMO AQUELLOS AÑOS, LOS INTELECTUALES CONTINÚEN CERCANOS AL PODER Y LEJOS DE LA SOCIEDAD, CUANDO SU PAPEL DEBERÍA SER A LA INVERSA.
(DIFUNET).-En el tono festivo que lo caracteriza se regodea con las opiniones que sobre los 40 años de su primera novela, Los juegos, fueron compiladas en el libro Once Miradas sobre René Avilés Fabila y reta: "el personaje central es Carlos Fuentes, me gustaría saber qué piensa de ésta novela 40 años después".
En su momento "la consideraron una novela… que a mí me sigue pareciendo muy divertida. Tuve que leerla hace poco y me hizo mucha gracia pensar en todos estos personajes, que siguen existiendo y no sabían que son los dueños del poder cultural todavía, eso me llama mucho la atención; algunos se han muerto como Octavio Paz, pero el personaje central Carlos Fuentes lo tomó políticamente con sentido del humor, él es un hombre que tiene una visión gozosa de la vida, no se enojó. Otros si se enojaron y a la fecha no me han vuelto a hablar, otros más, bueno, nos hemos ido reconciliando; José Luis Cuevas era otro de los personajes en esa novela, ahora ha ilustrado por lo menos 15 libros míos, no sé si esto sea bueno o sea malo, pero por lo pronto ahí están los hechos".

María Eugenia Ruiz Velasco, por su parte, destacó que Once miradas sobre René Avilés Fabila es una obra colectiva, producto de un encuentro organizado por la Rectoría de la UAM y el Departamento de Educación y Comunicación de la Unidad Xochimilco el 3 de septiembre de 2007, con motivo del 40 aniversario de la primera publicación de la novela Los Juegos.
Dijo que en tal encuentro, gente como Carlos Bracho, Felipe Gallardo, Eve Gil, David Gutiérrez Fuentes, Andrés de Luna, Dionicio Morales, Jorque Murguía, Carlos Ramírez, Bernardo Ruiz, Ignacio Trejo Fuentes y Betty Zanolly "desde sus creativas y reflexivas presentaciones, nos llevaron a dimensiones inesperadas de resignificación de la vida cultural del país y también del estilo literario del autor, talento que ya se perfilaba en su primera novela; destacan su oficio narrativo y sus técnicas capaces para sostener una trama, considerado un aparato narrativo interesante y novedoso".
Agregó que señalaron "la capacidad de René Avilés para lograr conjugar un compromiso con la vida política y social del país y sus recursos para develar, irreverente y certero, aquello que yace oculto. Destacan en su estilo narrativo, la fuerza y capacidad para movilizar pasiones y desencuentros, para tocar las fibras más profundas con un tono divertido".
Ignacio Trejo Fuentes recordó que varios editores pidieron a Avilés Fabila la realización de la obra, pero cuando estuvo lista, se echaron para atrás. "Uno de ellos, Joaquín Mortiz, le dijo que quemara la novela porque, si la publicaba, a quienes iban a quemar iba a ser a él y a René".
La novela Los juegos es una historia sobre los clanes de la literatura mexicana, aquellos que controlaban Fernando Benítez, Carlos Fuentes, Octavio Paz, Emmanuel Carballo, Vicente Rojo y algunos otros. "Si uno no estaba involucrado con ellos, estaba fuera del mundo literario de nuestro país", añadió.

Finalmente, Avilés Fabila destacó que su obra que en 2007 cumplió 40 años y fue motivo del libro presentado esta tarde, se refiere a la mafia cultural conformada por grupos compactos y a la mafia del PRI. De esta, dijo, era una mafia "que apapachaba a los intelectuales orgánicos que le eran útiles".
Los juegos fue el primer paso en aquella etapa de rebeldía juvenil, cuya secuencia fue otra obra incómoda de Avilés Fabila para aquellos momentos, El gran solitario de palacio, escrita sobre los acontecimientos del movimiento estudiantil de 1968 y la represión del 2 de octubre.
Al ser cuestionado sobre la cultura en aquella etapa y la actual, recordó que en aquellos años era muy fácil el control de aquellas mafias porque era muy fácil meter a todos en un mismo espacio como lo hizo el ya fallecido Fernando Benítez, quien fundó el suplemento México en la cultura del también desaparecido diario Novedades.
Hoy, aunque no son del mismo tamaño y el control ya no es tan severo, pero existen "chiquimafias", ya que no todo está concentrado en la ciudad de México.
Sin embardo, criticó que como aquellos años, los intelectuales continúan cercanos al poder y este los apapacha, cuando "los intelectuales deberían estar del lado de la sociedad y como críticos del poder. Sería sano que siguieran conservando su libertad e independencia, pero no todos son así".