jueves, 8 de julio de 2010

POLÍTICA AL MARGEN

*LOS QUE GANARON, GANARON; Y LOS QUE NO… ¡PUES NO!
*AUNQUE SE DIGAN TRIUNFADORES, EL PRI PERDIÓ GOBERNADOS...

POR JAIME ARIZMENDI

(AGENCIA NOTISIFA).-
Este Arroz, ¿ya se Coció?... Aunque los candidatos priístas a gobernar su entidad natal, apoyados por encuestas y “sondeos de salida”, la misma noche del domingo 4 de julio celebraron con sus huestes los triunfos comiciales en Aguascalientes, Chihuahua, Durango, Hidalgo, Quintana Roo, Tamaulipas, Tlaxcala, Veracruz y Zacatecas; todo indica que en Durango y Veracruz librarán firmes batallas en los tribunales electorales, tras las demandas de sus opositores de acudir al recuento de actas y boletas.

Horas después del cierre de las casillas de los 12 estados donde hubo elección de mandatario, los aspirantes del tricolor se dieron por vencedores; mientras que casi todos los opositores aceptaron su derrota de principio. Sin embargo, la dirigencia nacional del PAN y el PRD reiniciaron este lunes sus reclamos de revisar las actas y, si es necesario, contar de nuevo las boletas electorales, para determinar a qué candidato le corresponde la victoria.

No sucede igual en Oaxaca, Puebla y Sinaloa, donde los abanderados de las coaliciones formadas principalmente por PAN, PRD y Convergencia: Gabino Cué Monteagudo, Rafael Moreno Valle y Mario López Valdes, respectivamente, cuyos triunfos en las urnas del domingo no han sido objetados por el PRI y sus aliados.

De entrada, la primera lectura tras los resultados electorales confirma que el cacareado “carro completo” que pronosticaban recibir los priístas en el país, nunca se pudo concretar. Si bien, diéramos por hecho que los abanderados del tricolor ganaron en las nueve entidades enlistadas al principio; es claro que su virtual triunfo en entidades hasta ahora gobernadas por la oposición: Aguascalientes, Tlaxcala y Zacatecas, representan menos votos e importancia política y económica, ante sus derrotas en Oaxaca, Puebla y Sinaloa.

Habrá quienes pretendan cerrar los ojos ante ello, pero la verdad es que aún sin considerar que las exigencias de los opositores resultaran válidas, el priísmo salió seriamente descalabrado tras los comicios de este domingo.

Así es, a partir de los resultados electorales preliminares de los estados, el Partido Revolucionario Institucional perdió tres entidades en los comicios de este domingo. Sumados representan 11 millones 498 mil 396 gobernados. Cuando ganó tres entidades con una población combinada de tres millones 501 mil 315 personas. En un balance general, el tricolor dejara de gobernar a siete millones 997 mil 81 habitantes.

Durante las elecciones de este 4 de julio, tanto el PRI como las coaliciones integradas por Acción Nacional, el Partido de la Revolución Democrática y Convergencia lograron victorias en estados que antes no gobernaban. El PRI ganó tres nuevas entidades y las coaliciones igualmente ganaron tres; no obstante, el peso electoral de estas entidades es diferente.

El tricolor ganó un millón 367 mil 692 habitantes en Zacatecas, un millón 65 mil 416 de Aguascalientes y un millón 68 mil 207 de Tlaxcala: totalizan tres millones 501 mil gobernados; sin embargo, perdió tres estados con población mayor.

Oaxaca tiene tres millones 506 mil 821; Puebla, cinco millones 383 mil 133; y Sinaloa, dos millones 608 mil 442 habitantes, lo cual hace un total de 11 millones 498 mil 396 votantes. La diferencia son 7 millones 997 mil 81 habitantes, que ya no gobernará el tricolor.

Por otro lado, mientras las huestes del tricolor en las nueve entidades “victoriosas”, se vistieron de fiesta, cuando cientos de priístas tomaron las principales plazas públicas y vialidades para, acompañados de mariachis; los equipos de campaña de la oposición se enteraron de los sondeos, y no esperaron más, cerraron sus salas de prensa y ordenaron la inmediata desconexión de líneas telefónicas y el servicio de Internet.

Al final del camino, sean válidos o no los resultados, dirigentes y candidatos perdedores deben realizar un repaso serio de lo que hicieron durante todo el proceso comicial. Urge analicen todo lo relativo al asunto, desde el proceso de selección, o elección del candidato, hasta de quiénes quedaron fuera de la nominación y de los equipos de campaña.

Los resultados electorales deben sugerir además, que ahora más que nunca, el triunfo de los candidatos, si bien ocurre en torno a coaliciones partidistas, no se puede considerar que fueron los institutos políticos y no los abanderados, quienes merecieron la victoria en las urnas.

Es de subrayar que en los casos más sonados, los aspirantes significaron para sus conciudadanos una verdadera posibilidad de cambio. Sobre todo, a partir del cansancio social y el consecuente rechazo a que el gobierno en turno mantenga, o prolongue, sus canonjías al decidir quién debe relevarlo.

Es decir, los votantes confirmaron mediante su voto una clara forma de demostrar su negación o repudio al imperio del nepotismo, la corrupción y el desdén oficial que han padecido en esos estados. Se demuestra así que rumbo al término de la primera década del siglo, el ciudadano dejó de ser el que se engaña con facilidad.

En ese trayecto político-electoral, resulta inobjetable que las derrotas de los “delfines” de los gobernadores en Oaxaca, Puebla y Sinaloa: Eviel Pérez Magaña, Javier López Zavala y Jesús Vizcarra, respectivamente.

Como sea, vale anotar que los casos de Durango, Hidalgo y Veracruz, entidades donde con su voto, los ciudadanos volvieron a dar el triunfo al PRI, esto no sucedió porque quisieran ratificar al mandatario en turno, sino porque los candidatos de la oposición no pudieron convencer al electorado de que ellos eran una mejor opción para renovar el mando estatal.

Aunque en cada entidad se requiere un análisis particular, en Tlaxcala, de acuerdo a los comentarios entre reporteros locales y miembros del equipo de campaña de Adriana Dávila, la estrategia de exigirle a la perredista Minerva Hernández Ramos renunciara y se adhiriera a la candidata del blanquiazul, resultó un tiro “boomerang”, porque las huestes minervistas optaron por dar su voto al PRI.

A ello hay que agregarle el pesado desprestigio con que tuvo que cargar la panista, al admitir la incorporación en su equipo de campaña de funcionarios del gobierno de Héctor Israel Ortiz Ortiz, cuyos efectos le resultaron también muy adversos por la irritación popular que se ha ganado a pulso la administración todavía a cargo del expriísta.

Vale remarcar que aun cuando las casillas debieron cerrar a las 18:00 horas, una hora y media después, y pese a que caía una pertinaz lluvia, todavía varias proseguían abiertas recogiendo votos, como pudo constatar la Agencia Informativa argonmexico.com mediante un recorrido por las zonas urbanas de Santa Ana Chiautempan y Tlaxcala. Sí mi estimado gober, Si no sabes a dónde vas, por qué llevas tanta prisa…

SIGNOS

¡¿POR QUÉ, SEÑOR?, ¿POR QUÉ…?!

(AGENCIA NOTISIFA) "El Bofo, el pinche Bofo; y el Vasco, el pinche Vasco. Estábamos condenados a perder con ellos...; ah: y con el pinche árbitro pendejo". La crítica. La crítica de los millones de especialistas mexicanos. Y en esas estábamos cuando mataron a Rodolfo Torre Cantú, el candidato a gobernador que estaba a punto de ganar las elecciones en Tamaulipas. Y ese día se daba a conocer que Javier Aguirre recibió una oferta para seguir al frente del Tri por otros cuatro años más. Éste fue el contexto de nuestras sangrientas elecciones.

“No vimos al equipo mexicano que esperábamos”. “Hoy no tuvo una buena actuación”. “Javier Aguirre tendrá que dar explicaciones”.

Hace más de treinta años México entiende sus derrotas de la misma manera. México en cuatro partidos ganó uno solo y contra un equipo francés que fue el peor del Mundial y de toda su historia –aunque no más que el de México en el 78. El México del 78, cuando Argentina ganó su primera copa, fue quizá el peor equipo de todos los tiempos. El México del domingo 27 fue el de todas sus derrotas, el de siempre. Pero en la ruta rumbo a uno y otro torneos mundialistas se dijo hasta la náusea de los conjuntos mexicanos que eran los mejores representativos que se habían conjuntado nunca, y que sus técnicos eras los ideales.

Tras la derrota contra Uruguay, previa a la de la descalificación propinada por Argentina, los eternos convencidos del potencial del Tri seguían su libreto interpretativo heredado de generaciones: el Vasco no debió iniciar con el Guille Franco ni con Cuau, sino con el Chicharito, y bla, bla, bla, el mismo tipo de cosas que le acusaron a Mejía Barón en el Mundial de Estados Unidos, en el 94: perdió él; debió cambiar a Zague y meter a Hugo Sánchez. Por eso nos eliminó Bulgaria.

México, el país entero, está en la ruina hoy porque ésa es su capacidad crítica; ése es el círculo vicioso del entendimiento de su circunstancia.

Javier Aguirre no dio explicaciones del porqué no usó a Guardado y a Hernández si siempre que entraban lo hacían tan bien, ni de porqué metió al Bofo, que no había jugado ni hizo nada. Hay dos culpables: Javier Aguirre y el árbitro.

Pero Javier Aguirre ya había perdido su primer Mundial como director técnico de México, apenas también en el cuarto partido. ¿Por qué se le contrató para un segundo torneo?

Aguirre había sido despedido del Atlético de Madrid, unos días antes, porque no funcionó ahí, donde tenía a dos de los mejores delanteros del mundo –Agüero y Forlán, jugadores de sus respectivas selecciones, las dos que le pasaron por encima a la mexicana en Sudáfrica- y no le ganaba a nadie. Salió Aguirre y el equipo español se coronó campeón de la Liga Europa, lo que era la Copa UEFA. La impresión que deja eso es que se contrata a los técnicos y se les paga tanto -millón y pico de euros al año al Vasco-, sólo para culparlos de las derrotas del país entero.

El argentino La Volpe cobró más de 10 millones de dólares sólo para llegar a perder contra Argentina, en Alemania 2006, como ahora de nueva cuenta en Sudáfrica, apenas también en el cuarto partido, es decir, en el primero de la segunda ronda. Se le pagaron 10 millones de dólares sólo para clasificar al equipo en el área de la Concacaf (la Confederación Centroamericana y del Caribe de Fútbol), una zona del mundo donde se juega el peor balompié del orbe, entre otras cosas porque lo que ahí se juega es béisbol, y lo que más se produce en el deporte son peloteros para las Grandes Ligas de los Estados Unidos. México también produce grandes peloteros, de los mejores del mundo, pero a la televisión no le interesa ese mercado; el aficionado de la pelota sí sabe de dónde son los cantantes, y sabe mucho de béisbol; sabe jugarlo –lo que no es nada fácil, por la velocidad, por las características excepcionales que requiere-, y sabe distinguir muy bien lo bueno de lo mejor: en la pelota no hay jugadores malos ni aficionados ni comentaristas mediocres.
Pero son minoría, y los empresarios mexicanos de Centroamérica y el Caribe financian a sus equipos sólo porque les gusta la pelota.
Para ellos no es un negocio, nunca lo ha sido, menos ahora que el fútbol está en todas las pantallas de televisión y en la boca de todo el mundo porque todo el mundo sabe mucho de eso. Un pelotero sólo puede aspirar a ganar lo que cobra el futbolista más mediocre de la primera división en México, si juega en las Ligas Mayores.

Entiendo que el fútbol es el deporte más simple, y por tanto el más popular y el más rentable –cualquiera es un jugador y un experto-, y que el mercado es tan rico que da para que se le pague a los técnicos el dinero que sea; pero también que los equipos que pueden pagarlo –las federaciones nacionales o las empresas- revisan de manera escrupulosa las trayectorias, los perfiles y las marcas de sus candidatos; unos quieren ser campeones de algo, del mundo, por ejemplo; otros quieren que el célebre escogido distribuya sus enseñanzas y sea un factor de desarrollo del balompié en sus países, cual es el caso del holandés Guus Hiddink, en Asia, o del brasileño Parreira, en África. El italiano Fabio Capello cobró 8 millones de dólares por hacer campeones a los ingleses, y fracasó de manera estrepitosa, también en el quinto partido. Pero, bueno, Capello tiene un largo historial de éxitos en el mercado global del balompié, y el convenio con Inglaterra era llevarlos a su segundo campeonato mundial; ¿cuál era la trascendencia de Aguirre o de La Volpe para cobrar lo que han cobrado?

Aquí nunca hemos sido partidarios del Tri, porque el Tri, "el equipo de México", es el equipo de los monopolios televisivos, y los monopolios no están hechos para la competencia, sino para ganar con la pobreza mental. Los productos monopólicos mexicanos sólo compiten con los beneficios que imponen los consorcios a las regulaciones del Estado sobre sus operaciones, con la evasión fiscal, con las legislaciones laborales a modo, con los salarios y las prestaciones miserables, con los precios y las tarifas preferenciales, con los contratos sin concurso, con los concursos amañados, con las mafias sindicales, con la complicidad oficial, con los negocios de poder, con el influyentismo, etcétera. Los monopolios crecen en la discrecionalidad institucional, en la prebenda y en la corrupción; ésas han sido y son las condiciones sobre las que compite el fútbol mexicano.

La tradición nacional es la conformidad con el poder de los monopolios, con sus condiciones, con su concepto de la competitividad y del éxito. Y si con su modelo de crecimiento han ganado siempre todo y sus dueños son los más potentados del planeta, ¿para qué cambiar ese modelo?
Por eso todas sus armas han apuntado en los últimos años a defender su control absoluto sobre el espectro radioeléctrico mexicano, sobre la distribución de las concesiones, sobre la nula contraprestación por el uso de frecuencias; ese gandallismo para disponer a perpetuidad de la banda ancha sin retribuir nada por el uso lucrativo de esos bienes del Estado ni pagar un solo peso. Por eso creen que pueden seguir manteniendo a raya a los legisladores enemigos en el Congreso, y que serán capaces de devolver uno a uno los golpes recibidos de la Suprema Corte. Ellos han sido, desde su fundación como un poder indisoluble del Estado y como propiedad entonces del jefe absoluto del Estado, Miguel Alemán Valdés, la fuerza más influyente en la historia de ese Estado.

El Estado los hizo poderosos para mantener el dominio integral del partido de Estado sobre la sociedad y los patrimonios de la nación. ¿Cómo se iba a producir una idiosincrasia para la competencia? ¿Cómo el fútbol y su afición podían aspirar a trascender? De la derrota espiritual del país, como un modo de ser, han vivido los monopolios; ¿cómo promover la virtud cognoscitiva y contribuir a forjar un pueblo crítico?

"Al pueblo hay que darle lo que el pueblo pide, ése es el éxito de Televisa", han sostenido siempre sus patriarcas. ¿Y acaso el pueblo quiere educarse?; ¿acaso el pueblo quiere aburrirse en la cultura? Pues no. Entonces la cultura debe desterrarse de la faz de los medios privados y aislarse para los sectarios en unos medios públicos de los que debe omitirse por lo demás toda intención de competencia comercial, toda posibilidad de financiamiento del mercado, y todo financiamiento público que pueda fortalecerlos, puesto que si están destinados para unos cuantos, para unas minorías apenas, para los exquisitos, no se justifica asignarles importantes recursos del erario procedentes de los impuestos de las mayorías, como se hace en los países civilizados.

De modo que al público lo que pida, y el fútbol como siempre lo ha querido: a la medida de los grandes intereses corporativos y de la mediocridad masiva. Lo que el pueblo quiere es la expectativa de ser un campeón, la ilusión de serlo. Y está acostumbrado a los milagros. Si no gana hoy, ganará mañana, y si pierde es porque Dios así lo quiso. Pero en lo fundamental, él, el pueblo, es lo máximo, y cuando pierde, entonces el culpable no es él, sino su circunstancia.
Los responsables de las derrotas siempre son eventuales, siempre tienen nombre y apellido, son los que han traicionado la confianza de los mexicanos, los corruptos son ellos, son los otros, los demás somos las víctimas y no podemos hacer nada. Nomás no incluyan a las televisoras, porque gracias a ellas tenemos la única felicidad disponible, la diversión a que podemos aspirar, el único espacio de liberación –con la Iglesia- de nuestras grandes penas, el fútbol que todos queremos, que nos merecemos.

Y entonces, en la víspera, con apenas un juego ganado, todos a las calles del país a celebrar la victoria. En la tele han dicho que estamos a un paso de ser campeones. De hecho, ya lo somos, con sólo esto nos ha bastado siempre. Somos la mejor afición del mundo. El ídolo que sea es nuestro ídolo. El milagro, lo festejamos todos.

Y luego, como siempre, la derrota. Que no es una derrota más. Sino una edición más de la derrota.

El equipo tenía para más. No fue el equipo de los mejores días. Aguirre tendría que dar una explicación: ¿Por qué no el Chícharo ni Guardado?; ¿por qué Cuauhtémoc y el Guille?; ¿por qué?, ¿por qué?, ¿por qué...?

Esto se escribe de un tirón apenas termina la segunda madriza mundialista consecutiva de Argentina a México, en medio del caudal de explicaciones y justificaciones de una derrota anunciada y de un milagro en el que, no obstante, todos confiaban a ciegas a partir de nada, de la esperanza etérea, eterna, de ganar sólo porque sí, ¿porque no sé de dónde, sino habíamos ganado nada, estábamos tan seguros de que ahora sí teníamos con qué?

Se escribe esto en el saldo tumultuario de una desazón extraña, puesto que todo mundo sabía que sólo un milagro podía darnos una victoria. "Nadie confía en nosotros", les había dicho Aguirre a sus pupilos. Y nadie esperaba que ganaran, en efecto, porque todo mundo sabía que el equipo de Maradona, uno de los dos más grandes futbolistas de todos los tiempos, sí estaba conformado por algunos de los mejores jugadores del mundo. ¿Por qué tanto escándalo entonces por la derrota? ¿Por qué, por ejemplo, el sainete tan vergonzoso entre los mexicanos que ocupaban la zona de palcos VIP, reservada por la Federación mexicana de Fútbol, en el estadio Soccer City de la capital sudafricana, al término del partido?; una bronca en la que estuvieron involucrados, entre otros, el hermano del Cuau, la mamá del Cuau, y el director federal del Fonatur, Miguel Gómez Mont, hermano del secretario de Gobernación, Fernando Gómez Mont; ciertamente sujetos de la más baja estofa; chusma, pues, como tanto vago que gobierna y tanto vividor que vive a sus anchas a costa del desmadre que es este país?

De un canal a otro, hora tras hora, día tras día, latido tras latido, los nombres del Chícharo, del Cuau, del Guille, de Márquez, de Salcido, del Maza, de por derecha, de por izquierda, de si en la contención, de si el más desequilibrante, de si esto, de si aquello…, un torrente inaudito, interminable... ¿y por qué entonces asumir en la antesala que ganar sería un milagro y que perder sería culpa de alguien? Bueno, porque la derrota perenne es inexplicable cuando un pueblo perdedor no quiere verse en el espejo ni hacer el mínimo movimiento crítico para invertir el ocio en algo más que en pedas y en fútbol.

Esto se escribe en la efervescencia de la última de las derrotas mundialistas de siempre. En la primera hora de abatimiento. El día de su publicación ya será historia. Y México contra el narco y contra Elba Esther, seguirá perdiendo.

¿Hay qué cambiar algo dentro del fútbol o hay que cambiar la mentalidad del país?

Yo digo que hay que empezar por el sistema educativo, porque un país que no sabe leer ni escribir, menos ha de saber pensar. Si no hay actividad crítica, no hay civilidad política ni liderazgos de altura, ni por tanto paz social ni innovación para el desarrollo ni desarrollo humanístico ni justicia distributiva. El destino pasa por la escuela. Si no pasa por ahí, no pasará. Será el camino del regreso, en el fútbol y en todo lo demás.

El nivel del fútbol es el del liderazgo de Calderón. No por nada el presidente eligió a los futbolistas mexicanos como el paradigma del éxito, los héroes del ejemplo a seguir.

Apoyar ese México es apoyar el fracaso. Repetir al infinito los incontables reveses.

México nunca ha pasado a cuartos de final en la historia de los campeonatos del mundo de fútbol celebrados fuera de México. Brasil, Argentina y Uruguay han ganado nueve copas mundiales entre los tres y van por la diez. “¿Acaso es tan difícil entender eso? Es un gusto por ahora escuchar las lamentaciones de la gente de Televisa, y cómo arrojan tierra sobre el Vasco, su última invención genial.

Ahora seguirá el silencio de los monopolios para trabajar de nuevo en la próxima expectativa mundialista del público mexicano. Y así, el cuento de nunca acabar.

Y apenas al día siguiente de escrita esta nota y del escándalo de los mexicanos de la ralea de los palcos para espectadores muy selectos, ¡VIP!, en el estadio Soccer City, de Johannesburgo, fue emboscado en Ciudad Victoria, Tamaulipas, y asesinado con cuatro de sus acompañantes –otros cuatro estaban graves-, el doctor Rodolfo Torre Cantú, candidato del PRI a gobernador, que habría ganado de calle las elecciones de este domingo 4. Un hombre afable, de trato franco y abierto, con simpatías y aprecios muy bien ganados entre la gente; con un sentido muy honesto de sus responsabilidades públicas, muy eficaz en sus realizaciones sociales, y muy redituable en sus valoraciones políticas.

Se sabe que si bien era del entorno cercano del gobernador Eugenio Hernández, y que estaba muy próximo a sus afectos personales, no fue su primera opción para la candidatura de su partido a sucederlo; que Rodolfo Torre hizo valer su popularidad, su fuerza propia y la solidez de sus posibilidades de triunfo electoral, y que el gobernador decidió respaldarlo entonces sin objeciones, puesto que a fin de cuentas era su amigo y formaba parte de su grupo de poder.

Era pues el mejor de los candidatos, y el que ganaría con el mayor margen de sufragios a la oposición –más de 30 puntos arriba del candidato panista-, según todas las encuestas, en los comicios celebrados en el país.

Era un hombre de carácter, y valiente, pero fue víctima de las dimensiones invencibles de la violencia y de la impunidad del crimen, tanto, quizá, como de su excesiva confianza y de su buena fe.

En un territorio a merced de las bandas criminales más peligrosas, Torre se atenía a un dispositivo de seguridad muy reducido, sin vehículos blindados, sin suficientes escoltas, sin avanzadas que impidieran emboscarlo, como la que lo mató. En apenas dos vehículos cubiertos por la colorida e inconfundible propaganda de la campaña, pudo ser un blanco fácil en extremo, sobre todo si, como parece, los ejecutores cumplieron órdenes de algún jefe del narco -quienes movilizan a menudo largas columnas de camionetas con decenas de sicarios armados hasta los dientes, y a quienes les sobran los efectivos para montar retenes aquí y allá, o capacidad para comprarlos entre las policías y las Fuerzas armadas.

No hay, en los antecedentes del candidato asesinado, indicio alguno de nexos peligrosos que pudieran advertir que fue víctima de dichas relaciones; parece más bien tratarse de un mensaje en que la mafia hace saber –y la mafia puede comprender a los capos y a sus socios en la política- que no quiere gobernantes con ese perfil en su territorio.

En casi todos los ayuntamientos del noreste, o en todos, el narco ha condicionado a los alcaldes el nombramiento de sus jefes policiacos. El problema en los últimos tiempos, tras la ruptura en los mandos de los Zetas y del cártel del Golfo, es la alternancia constante en el control de las ciudades, los municipios y las regiones; los desplazamientos deshacen los arreglos, y los reacomodos multiplican los ajustes de cuentas porque los bandos exigen compromisos de sangre y fidelidades fatales.

"No queremos a ése. Ponga al que quiera menos a ése. Si no se lo matamos", le dijeron a un candidato a presidente municipal en Río Bravo cuando anunció a quien sería su jefe de Seguridad Pública. Y cuando iban a ejecutar a Juan Antonio Guajardo, un candidato a alcalde del PT que estaba condenado a perder la elección pero denunciaba a diestra y siniestra el control político que ejercían los Zetas en el municipio –mucho antes que rompieran con los del Golfo-, le ordenaron al jefe de la policía, con cinco horas de anticipación, que desmovilizara a sus elementos en las inmediaciones del lugar donde lo harían y en algunos otros sectores necesarios para salir, y que desactivara las cámaras de vigilancia.
Habían amenazado al funcionario municipal con atacar a su familia si desobedecía, y Guajardo había hecho caso omiso de las advertencias que se le hicieron. Guajardo y el funcionario del ayuntamiento habían sido amigos, hasta que las diferencias políticas los separaron. Y cuando se hicieron las investigaciones acusaron al funcionario de formar parte de los Zetas.

Lo corriente, sin embargo, es que los platos rotos de los desacuerdos los paguen los subordinados, o que sean los policías quienes mueren en los desplazamientos de unas bandas por otras en el control territorial. ¿Contra quién fue el mensaje del asesinato de Rodolfo Torre Cantú para impedir que gobernara Tamaulipas? ¿A quién querían al frente del poder del estado? ¿Qué no quiso aceptar? ¿Quién no quiso aceptar qué? Porque si lo hubiesen amenazado a él, ¿cómo es que andaba tan desprevenido? Iba a cerrar campaña en Valle Hermoso, donde asesinaron hace unas semanas al candidato panista a la alcaldía y donde se dice que reside el mando superior de los Zetas (era la ciudad de la calma chicha hasta antes de la ruptura de éstos con los del Golfo). ¿Por qué, si se iba a meter a la boca del lobo, iba tan ligero de protección, tan expuesto, tan vulnerable? ¿Y por qué lo mataron en Ciudad Victoria, a casi 400 kilómetros de ahí, y no ahí? ¿Y por qué sólo una semana antes de las elecciones? ¿Si el objetivo era sólo él; si a quien no se quería era a él, por qué esperar hasta el tramo final de la campaña y del proceso? Tras el crimen, a menos de una semana de las urnas, sólo había dos nombres en el PRI con las condiciones más eficientes para suplir al candidato muerto; uno de ellos era el de Manuel Muñoz Cano, coordinador de campaña de Torre e hijo del desaparecido Manuel Muñoz Rocha, a quien se acusó de haber orquestado la conspiración homicida del secretario general del PRI, Francisco Ruiz Massieu, excuñado de Carlos Salinas de Gortari, por decisión del hermano mayor de éste, Raúl, ahora libre tras la sentencia de un juez que lo declaró inocente.
El PRI optó por el hermano mayor del candidato asesinado, Egidio, en un clima de crispación, de ataques de ida y vuelta entre el presidente y la cúpula priísta, donde el primero llamaba a un enésimo diálogo político nacional pero empezaba por envenenarlo acusando a los priístas de usar la tragedia con fines electoreros, y los segundos machacaban durísimo sobre el enanismo de su presidencia. Parecía evidente que con diálogo o sin él no habría soluciones, porque encuentros de seguridad nacional y discursos sobre la materia han abundado tanto como la sangre y los enfrentamientos.

Sobra la preguntadera. Y también algunas certezas. Por ejemplo, en el primer campo, ¿desde dónde va a tomar decisiones el próximo gobernador en relación con la violencia y la inseguridad? Está en curso el proyecto de policía única y él será el de las decisiones fundamentales al respecto en su estado: ¿va a combatir?; ¿va a operar en el sentido de la militarización propuesta por el general Galván?; ¿y qué va a hacer en relación con los alcaldes?: ¿los va a hacer gobernar?, ¿o van a seguir entregando sus demarcaciones a las bandas que se las ganen a punta de masacres mientras los del norte se hospedan en las ciudades del sur de Texas?

La cuestión es que no se trata de un solo grupo del narco, sino de dos grupos violentísimos respaldados por otras organizaciones también en guerra en todo el país; una guerra en crecimiento, por lo demás, porque está estimulada por muchos factores.
La guerra misma de todos contra todos complica el abasto de drogas desde Sudamérica, donde Colombia ha bajado de manera significativa la producción de cocaína. El Chapo tiene problemas con el mercado de la seudoefedrina porque su suegro, Nacho Coronel, está fuera de circulación y es el rey de la industria de las metanfetaminas; hay versiones que aseguran que la SIEDO lo tiene secuestrado; es decir, que lo tiene retenido, pero que no puede presentarlo porque de hacerlo, dicen, el Jefe Diego se muere.
Y que sí, que como especularon algunos medios al principio de la desaparición de Fernández de Cevallos, la exmujer del Chapo y su hija también están detenidas de manera ilegal por el gobierno, y que ésa es la razón por la que La Familia hizo el trabajo. De modo que está cayendo el suministro de mercancía para los narcos y están bajando sus ventas en los Estados Unidos y en el mercado interno. Y por eso las divisiones en las mafias se multiplican y los ajustes de cuentas, así como se reproducen la extorsión y el secuestro como mecanismos de financiamiento de los grupos más rudimentarios.

Ya no puede gobernarse como antes; la disyuntiva es fatal. O los mandatarios se entregan o su gente muere. O ellos mismos pueden morir o mueren los candidatos antes de asumir el poder. Debieran poner las barbas a remojar quienes aspiren a escalar en la política sólo porque les es posible o por un prurito de estatus.
La lección sangrienta del asesinato de Rodolfo Torre es que quien quiera gobernar se pregunte para qué quiere hacerlo, si para enfrentar la violencia con un sentido claro de lo que debe hacerse o para entregar la función de la seguridad pública a las mafias. Porque no hay nada más opuesto al mandato de una sociedad que la violencia. (Claro que las democracias imperiales, como la americana, son violentas por naturaleza; su espíritu de conquista se expresa sobre todo en sus instituciones y en sus empresas para la dominación –armada, económica, científica e ideológica- del mundo.
Pero esas sociedades, como la de Estados Unidos, tienen sus propios mecanismos violentos de regulación legislativa, como la pena de muerte, el derecho de poseer armas de asalto para su defensa, y las leyes extraterritoriales específicas para torturar y masacrar por motivos de seguridad nacional; y esos mecanismos se usan con rigurosa puntualidad porque para eso son: derivan de una idiosincrasia de origen que se superpone a las demás, y deben mantener el equilibrio de las altas tensiones que producen los vastos y diversos intereses, valores, libertades y compromisos que se mueven en el sistema. La alternativa de decir la verdad; la del control de la corrupción y el juramento bíblico del Destino Manifiesto, es un antídoto contra la ruptura y el advenimiento del caos, que, en una sociedad así, sería de dimensiones apocalípticas.
El que falta a la verdad es un peligro; el minucioso conspirador obsesivo y el sicópata deben tener enfrente una institucionalidad de la persecución y la sanción a su medida. El otro antídoto contra la explosión de la adrenalina imperial es, claro, el de las drogas, dentro del mismo esquema de racionalización donde también se establece la frontera de la industria de las mafias. No se puede ir a tantas y tan sangrientas guerras de exterminio con una conciencia de paz, ni regresar de ellas a vivir la vida y a esperar la muerte con una quietud crepuscular. El imperio reside en la temeridad de la exploración y en la coercitividad necesaria para alumbrarlo.)

¿Hasta dónde ha de llegar la cacería de seres humanos en este matorral ingobernable en que se ha convertido el país? El problema no es que Calderón no tenga liderazgo ni que deje el poder, como debiera. El problema no es la policía única, si van a seguir en ella los mismos funcionarios y los mismos policías y ministerios públicos incompetentes y corruptos. El problema es dónde están los liderazgos poderosos que se hagan respetar y a quienes puedan temer los narcos por su capacidad manifiesta de ir por ellos y acabar con ellos, en la realidad del incendio que nos funde, más allá del discurso de llevarlos ante la justicia y de someterlos al Estado de derecho y todos esos cuentos imposibles de la parafernalia de los discursos de la demagogia de la democracia, porque no existe el Estado de derecho, o es una piltrafa el tal Estado de derecho.

Dónde están los liderazgos políticos que tengan la temeridad de los narcos, y una visión de Estado todavía más grande, para organizar e integrar con eficacia todas las fuerzas del Estado, y lanzarse a destruir a los secuestradores de las libertades individuales y los derechos sociales que deben ser defendidos por ese Estado y ese poder republicano. Dónde está el que se haga oír y el que pese con peso específico en las decisiones legislativas y pase por encima de las frivolidades partidistas de los parlamentarios de a centavo que ocupan la mayoría de las curules de todos los congresos.

No va a combatirse a las mafias con prédicas morales ni prudencias leguleyas. Se necesitan acuerdos fácticos y leyes emergentes –y normas de excepción para situaciones extraordinarias y ámbitos territoriales ingobernables tomados por el hampa-, y una voz de comandante en jefe de las Fuerzas Armadas que sea oída, que sea seguida y que sepa lo que dice y lo que se tiene qué hacer con la fuerza de las armas de guerra del Estado.
Ni todas las mafias juntas podrían contra la décima parte de ese poder de fuego, si se supiera usar con precisión y se tuvieran a la mano los instrumentos constitucionales y reglamentarios para el desplazamiento estratégico de los efectivos, y los sistemas de inteligencia pudieran ubicar los blancos. Pero no hay perfiles de liderazgo a la medida de las urgencias de la nación, ni las cadenas institucionales de mando para que las órdenes se traduzcan en operaciones inmediatas y exitosas.
Las que había en los tiempos del presidencialismo autoritario fueron rotas por el triunfalismo democrático que derivó en las grotescas aventuras y los chismes de alcoba de un matrimonio presidencial de panistas chiflados, cuyos colaboradores rapaces hacían negocios hasta con la compra de las toallas para los aposentos de los enamorados del supremo poder, y de colchones y enseres para las sedes diplomáticas en París y en China.

Luego vino la declaración de guerra sin ton del segundo mandatario del cambio sin conocer la ratonera en la que se metía ni tener los pelos de la burra del sistema de seguridad nacional, desbaratado por su antecesor, en la mano. Y ahora, tras que la Secretaría de Seguridad Pública se volvió más importante que la de Gobernación, donde sólo se hacen ahora los mandados políticos del presidente, todo se reduce a tirarle pedradas a las nubes de alacranes voladores que se reproducen en la impunidad, y en la evidencia de que no hay otra cosa para combatirlos que piedras contra los blancos voladores y huidizos que pican, matan y se van a sus montones de escondidos agujeros. Por eso nadie le tiene miedo a Calderón, ni las fuerzas políticas le tienen respeto.
De ahí las burocracias lamentables y los enredos que terminan haciendo leyes enrevesadas que ha menudo es mejor no promulgar, como la reciente Ley de Seguridad Nacional, cuyos ordenamientos sobre el papel del Ejército en los conflictos civiles y contra la violencia y la inseguridad, son un auténtico tiro por la culata de dimensiones nucleares. Y todo por los politiqueros cuidados y las delicadezas mezquinas y los radicalismos de ocasión de los grupos parlamentarios. Calderón debiera irse, ¿pero quién lo sustituye? Cualquiera, diría la voz popular; cualquier cosa es mejor que las inercias declarativas presidenciales.
Pero eso dijo la voz del electorado en el 2000, convencida de que cualquier otro era mejor que los gobiernos tricolores, y ahora dice que los tricolores, comparados con lo que hay, son la luz del nuevo mundo. ¿Y quién sustituye al Vasco al frente de la Selección, ése, nuestro otro gran dilema nacional? Hay millones de dólares disponibles. Igual y se convoca a La Volpe de nueva cuenta. Y luego se puede convocar de nuevo al Vasco Aguirre.
Las decisiones electorales van de la mano de las del soccer. La idiosincrasia es la misma. Quienes van a las urnas llenan los estadios y se juntan en las cantinas a ver el fútbol y le van a la Selección. Y dicen que allá afuera el mundo sigue andando.

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*ALIANZAS NO NOS ATEMORIZAN, SABEMOS COMPETIR, GANAR Y PERDER:

Por FRANCISCO ROBLES R.

(AGENCIA NOTISIFA) El coordinador del grupo parlamentario del PRI, Francisco Rojas Gutiérrez aseguró que no existe miedo a las alianzas de otros partidos para mejorar sus resultados en las elecciones del 2011, ya que la estrategia de los priistas se mantendrá en pro de la ciudadanía y de las instituciones.

Antes de dar inicio la sesión de la Comisión Permanente, el diputado indicó que no hay ningún temor a los anuncios que han emitido los dirigentes panistas y perreditas, para formar coalición y pretender derrotar al PRI en el Estado de México o en otras entidades donde el próximo año habrá comicios para renovar sus gubernaturas.

Rojas Gutiérrez comentó que es la ciudadanía la que elegirá a sus próximos gobernantes, por lo que el PRI ofrecerá nuevas propuestas que permitan a las entidades acceder mejores niveles de vida.

“Recordemos que en las recientes elecciones más del 50 por ciento de los votos fueron para el PRI, por lo que nos deja ver que las demás fuerzas políticas no reunieron los 6 millones 380 mil votos que adquieren los priistas “.

Y dijo: “no tenemos miedo, sabemos competir, sabemos ganar y sabemos perder”.

El legislador respondió a las declaraciones de quienes aseguran que en las contiendas del pasado 4 de julio, los resultados no fueron favorables para el PRI, recordó que el tricolor obtuvo nueve de las 12 gubernaturas que estaban en disputa, mismas que representan el 75 por ciento de las elecciones ganadas.

En otro tema, Rojas Gutiérrez se congratuló por la decisión del presidente de Estados Unidos de impugnar ante la corte la Ley Arizona, que “afecta potencialmente” los derechos civiles y humanos de miles de mexicanos.

Recordó que éste fue uno de los temas prioritarios durante la reunión con los legisladores americanos, “por lo que la postura del presidente de Estados unidos es muy aceptable y bienvenida “, concluyó.

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*SOBRE RESOLUCIÓN DE LA SCJN, NO RESUELVE PROBLEMA DE TRABAJADORES, URGE DIÁLOGO

(AGENCIA NOTISIFA) El presidente del Grupo de Trabajo para dar Seguimiento al Conflicto Existente entre el Sindicato Mexicano de Electricistas y el Gobierno Federal, Amador Monroy Estrada, del PRI, opinó que la resolución de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) no resuelve el problema de los trabajadores, por lo que se debe buscar el diálogo entre el Gobierno Federal y líderes sindicales, a fin de que haya una conciliación.

En tanto, diputados del PRD y PT criticaron y calificaron de violatoria a la Constitución la resolución, por lo que anticiparon que agotarán todos los causes legales en la materia e incluso, anunciaron que acudirán a instancias internacionales para hacer respetar los derechos de los trabajadores afectados.

El legislador Monroy Estrada señaló que debe ser respetada la decisión que tomó la Corte respecto a la extinción de la CLyFC, sin embargo, se debe incrementar el trabajo de la Secretaría de Gobernación para buscar solución a los problemas sociales en los que se encuentran miles de trabajadores.

Enfatizó que los legisladores que dan seguimiento al conflicto existente entre el Sindicato Mexicano de electricistas y el Gobierno Federal promoverán un encuentro entre el secretario Fernando Gómez Mont y Martín Esparza para que las condiciones de liquidación de los electricistas se apeguen a la ley y el conflicto concluya.

ACUDIREMOS A ORGANISMOS INTERNACIONALES.- En su oportunidad, el legislador federal Ramón Jiménez López, del PRD, comentó que los diputados de su partido acudirán a los organismos internacionales en materia laboral para agotar todos los cauces de carácter legal y no salgan afectados los miembros del Sindicato Mexicano de Electricistas.

Opinó que fue subordinada la decisión de la SCJN al Poder Ejecutivo, la cual viola flagrantemente la Constitución; además, dijo, usurpa funciones que le corresponden al Congreso de la Unión.

Jiménez López afirmó que “la decisión que tomó la SCJN fue subordinada al Poder Ejecutivo, fue una decisión de complicidad a la violación de la Constitución política; además, la sentencia usurpa funciones que le competen exclusivamente al Congreso de la Unión que es legislar en materia de energía eléctrica en el país, por lo que los ministros no tienen vergüenza”.

El legislador del PRD indicó que los ex trabajadores de la Compañía de Luz y Fuerza del Centro, ahora, tendrán que ir por la figura de patrón sustituto para que se les restituya sus empleos.

A su vez, el secretario de la Comisión de Energía, Eduardo Mendoza Arellano, del PRD, descartó que esté cerrado el ciclo jurídico de la extinción de la Compañía de Luz y Fuerza del Centro, toda vez que la Corte dejó intactos los derechos laborales y actualmente los usuarios del servicio eléctrico cuestionan la calidad del servicio y los costos.

En tanto, la también secretaria de esa instancia legislativa, Laura Itzel Castillo Juárez, del PT, aseguró que el fallo de la SCJN abona a la injusticia en el país. “El país se desmorona y lejos de encontrar salidas, es como echarle gasolina al césped”, advirtió.

QUEDA FIGURA DE PATRÓN SUSTITUTO.- A su vez, el diputado Gerardo Fernández Noroña, del PT, integrante del Grupo de Trabajo, dijo que la resolución de la Suprema Corte, que valida la extinción de Luz y Fuerza del Centro, no es una sorpresa puesto que era un golpe que se veía venir; sin embargo, señaló que aún queda la figura jurídica de patrón sustituto bajo la cual aún pueden seguir los trabajadores en la lucha para reclamar lo que les corresponde.

“Es un golpe duro que yo por lo menos lo vi venir, para mí no hay sorpresa en eso, quizá desaliente a algunos trabajadores, pero la mayoría se van a mantener firmes, la otra tragedia es que han buscado trabajo y no lo consiguen porque los han marcado con una campaña brutal que les hicieron, no tienen más camino que luchar por lo que les corresponde”, indicó.

El legislador explicó que la fuente de trabajo y materia ahí están, entonces quien llegue como empresa a hacer la función automáticamente se convierte en la figura de patrón sustituto, que es el que tiene que asumir las responsabilidades del patrón anterior. En este caso será la Comisión Federal de Electricidad (CFE) o las empresas privadas que lleguen a quienes se les podría reclamar esa figura que la ley prevé.

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*HAY PERSONAS QUE QUIEREN APROVECHARSE CON EL INCENDIO DE LA GUARDERÍA ABC

(AGENCIA NOTISIFA).- Diputados de la Comisión Especial para Analizar los Esquemas de Tercerización de Servicios en el Sector Público se manifestaron por valorar muy bien las indemnizaciones que se otorgarán a los padres de los niños afectados por la tragedia en la Guardería ABC, de Hermosillo, Sonora, ya que “hay personas o familiares que quieren aprovecharse”.

El presidente de la Comisión Especial, Emilio Serrano Jiménez, del PRD, y el secretario, José Luis Marcos León Perea (PRI), indicaron que hay padres que no llevaron a sus niños ese día a la guardería o los sacaron antes del evento, por lo que se están aprovechando de la problemática.
Serrano Jiménez subrayó: “nos hemos enterado que algunos papás están exigiendo la ayuda cuando sus niños no estuvieron en el momento y en el día de la tragedia”.

Aseguró que son pocos los casos de padres que tratan de aprovecharse, “pero tampoco estamos nosotros de acuerdo en que se abuse o se trate de sacar provecho de una tragedia”.

La Comisión Especial, precisó, está comprometida con los papás y los niños que fueron víctimas del incendio, ya que es una instancia legislativa abocada a buscar la manera de que se resuelva el caso de la Guardería ABC.

León Perea dijo: “tenemos que valorar que hay padres de familia que quieren aprovechar esto; papás que no llevaron a sus niños a la guardería o que los sacaron antes del evento; tenemos que ver las dos partes, no nada más estar insistiendo en el compromiso del Seguro Social, sino también que no se abuse por parte de los padres de familia, aunque desgraciadamente siempre sucede esto y hay que valorarlo muy bien”.

Por otra parte, el diputado Emilio Serrano informó que buscarán una mesa de trabajo con el Seguro Social, a efecto de conocer el caso de cada uno de los niños y papás que están en tratamiento médico y psicológico, o que debieran estarlo.

“Vamos a pedirle al Seguro Social que las incapacidades sean completas, porque hay quejas de los papás de que se las están pagando al 60 por ciento, además que las pensiones que vayan a otorgarles a los padres sean de acuerdo a las necesidades que tienen de atender a los niños”.
Resaltó que se trabaja en foros regionales con el propósito de enriquecer la propuesta de la Ley General de Estancias Infantiles; participarán académicos, especialistas, padres de familia y sociedad en general.

A su vez, José Luis Marcos León Perea (PRI) dijo que es necesario establecer una mesa de diálogo con autoridades del IMSS con el propósito de que expliquen los acuerdos que publicó su Consejo Técnico.

“Me di a la tarea de revisar el acuerdo y veo que hay algunas palabras que maneja el IMSS, como la de ayuda solidaria, pero no sabemos en qué consiste, si es un peso, son 20 millones; es muy importante que nosotros nos podamos reunir con esas autoridades para que nos expliquen cada punto de ese acuerdo”, abundó.