jueves, 8 de julio de 2010

POLÍTICA AL MARGEN

*LOS QUE GANARON, GANARON; Y LOS QUE NO… ¡PUES NO!
*AUNQUE SE DIGAN TRIUNFADORES, EL PRI PERDIÓ GOBERNADOS...

POR JAIME ARIZMENDI

(AGENCIA NOTISIFA).-
Este Arroz, ¿ya se Coció?... Aunque los candidatos priístas a gobernar su entidad natal, apoyados por encuestas y “sondeos de salida”, la misma noche del domingo 4 de julio celebraron con sus huestes los triunfos comiciales en Aguascalientes, Chihuahua, Durango, Hidalgo, Quintana Roo, Tamaulipas, Tlaxcala, Veracruz y Zacatecas; todo indica que en Durango y Veracruz librarán firmes batallas en los tribunales electorales, tras las demandas de sus opositores de acudir al recuento de actas y boletas.

Horas después del cierre de las casillas de los 12 estados donde hubo elección de mandatario, los aspirantes del tricolor se dieron por vencedores; mientras que casi todos los opositores aceptaron su derrota de principio. Sin embargo, la dirigencia nacional del PAN y el PRD reiniciaron este lunes sus reclamos de revisar las actas y, si es necesario, contar de nuevo las boletas electorales, para determinar a qué candidato le corresponde la victoria.

No sucede igual en Oaxaca, Puebla y Sinaloa, donde los abanderados de las coaliciones formadas principalmente por PAN, PRD y Convergencia: Gabino Cué Monteagudo, Rafael Moreno Valle y Mario López Valdes, respectivamente, cuyos triunfos en las urnas del domingo no han sido objetados por el PRI y sus aliados.

De entrada, la primera lectura tras los resultados electorales confirma que el cacareado “carro completo” que pronosticaban recibir los priístas en el país, nunca se pudo concretar. Si bien, diéramos por hecho que los abanderados del tricolor ganaron en las nueve entidades enlistadas al principio; es claro que su virtual triunfo en entidades hasta ahora gobernadas por la oposición: Aguascalientes, Tlaxcala y Zacatecas, representan menos votos e importancia política y económica, ante sus derrotas en Oaxaca, Puebla y Sinaloa.

Habrá quienes pretendan cerrar los ojos ante ello, pero la verdad es que aún sin considerar que las exigencias de los opositores resultaran válidas, el priísmo salió seriamente descalabrado tras los comicios de este domingo.

Así es, a partir de los resultados electorales preliminares de los estados, el Partido Revolucionario Institucional perdió tres entidades en los comicios de este domingo. Sumados representan 11 millones 498 mil 396 gobernados. Cuando ganó tres entidades con una población combinada de tres millones 501 mil 315 personas. En un balance general, el tricolor dejara de gobernar a siete millones 997 mil 81 habitantes.

Durante las elecciones de este 4 de julio, tanto el PRI como las coaliciones integradas por Acción Nacional, el Partido de la Revolución Democrática y Convergencia lograron victorias en estados que antes no gobernaban. El PRI ganó tres nuevas entidades y las coaliciones igualmente ganaron tres; no obstante, el peso electoral de estas entidades es diferente.

El tricolor ganó un millón 367 mil 692 habitantes en Zacatecas, un millón 65 mil 416 de Aguascalientes y un millón 68 mil 207 de Tlaxcala: totalizan tres millones 501 mil gobernados; sin embargo, perdió tres estados con población mayor.

Oaxaca tiene tres millones 506 mil 821; Puebla, cinco millones 383 mil 133; y Sinaloa, dos millones 608 mil 442 habitantes, lo cual hace un total de 11 millones 498 mil 396 votantes. La diferencia son 7 millones 997 mil 81 habitantes, que ya no gobernará el tricolor.

Por otro lado, mientras las huestes del tricolor en las nueve entidades “victoriosas”, se vistieron de fiesta, cuando cientos de priístas tomaron las principales plazas públicas y vialidades para, acompañados de mariachis; los equipos de campaña de la oposición se enteraron de los sondeos, y no esperaron más, cerraron sus salas de prensa y ordenaron la inmediata desconexión de líneas telefónicas y el servicio de Internet.

Al final del camino, sean válidos o no los resultados, dirigentes y candidatos perdedores deben realizar un repaso serio de lo que hicieron durante todo el proceso comicial. Urge analicen todo lo relativo al asunto, desde el proceso de selección, o elección del candidato, hasta de quiénes quedaron fuera de la nominación y de los equipos de campaña.

Los resultados electorales deben sugerir además, que ahora más que nunca, el triunfo de los candidatos, si bien ocurre en torno a coaliciones partidistas, no se puede considerar que fueron los institutos políticos y no los abanderados, quienes merecieron la victoria en las urnas.

Es de subrayar que en los casos más sonados, los aspirantes significaron para sus conciudadanos una verdadera posibilidad de cambio. Sobre todo, a partir del cansancio social y el consecuente rechazo a que el gobierno en turno mantenga, o prolongue, sus canonjías al decidir quién debe relevarlo.

Es decir, los votantes confirmaron mediante su voto una clara forma de demostrar su negación o repudio al imperio del nepotismo, la corrupción y el desdén oficial que han padecido en esos estados. Se demuestra así que rumbo al término de la primera década del siglo, el ciudadano dejó de ser el que se engaña con facilidad.

En ese trayecto político-electoral, resulta inobjetable que las derrotas de los “delfines” de los gobernadores en Oaxaca, Puebla y Sinaloa: Eviel Pérez Magaña, Javier López Zavala y Jesús Vizcarra, respectivamente.

Como sea, vale anotar que los casos de Durango, Hidalgo y Veracruz, entidades donde con su voto, los ciudadanos volvieron a dar el triunfo al PRI, esto no sucedió porque quisieran ratificar al mandatario en turno, sino porque los candidatos de la oposición no pudieron convencer al electorado de que ellos eran una mejor opción para renovar el mando estatal.

Aunque en cada entidad se requiere un análisis particular, en Tlaxcala, de acuerdo a los comentarios entre reporteros locales y miembros del equipo de campaña de Adriana Dávila, la estrategia de exigirle a la perredista Minerva Hernández Ramos renunciara y se adhiriera a la candidata del blanquiazul, resultó un tiro “boomerang”, porque las huestes minervistas optaron por dar su voto al PRI.

A ello hay que agregarle el pesado desprestigio con que tuvo que cargar la panista, al admitir la incorporación en su equipo de campaña de funcionarios del gobierno de Héctor Israel Ortiz Ortiz, cuyos efectos le resultaron también muy adversos por la irritación popular que se ha ganado a pulso la administración todavía a cargo del expriísta.

Vale remarcar que aun cuando las casillas debieron cerrar a las 18:00 horas, una hora y media después, y pese a que caía una pertinaz lluvia, todavía varias proseguían abiertas recogiendo votos, como pudo constatar la Agencia Informativa argonmexico.com mediante un recorrido por las zonas urbanas de Santa Ana Chiautempan y Tlaxcala. Sí mi estimado gober, Si no sabes a dónde vas, por qué llevas tanta prisa…

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