BOLETIN INFORMATIVO

*DERRAME PETROLERO Y CAZA COMERCIAL DE BALLENAS, AMENAZAS A LOS OCÉANOS

Por FRANCISCO ROBLES R.

(AGENCIA NOTISIFA) Al inaugurar el seminario “Océanos Mexicanos: Amenazas y Legislación”, la diputada federal Ninfa Salinas Sada, del Partido Verde Ecologista (PVEM) señaló que las dos principales amenazas de los océanos son los daños ambientales por el derrame petrolero y una probable apertura de la cacería comercial de ballenas.

La presidenta de la Comisión de Medio Ambiente y Recursos Naturales de la Cámara de Diputados manifestó que una amenaza muy importante y de daño ambiental, es la producida por el derrame petrolero ocasionado por el hundimiento de la plataforma Deepwater Horizon, en el Golfo de México, frente a las costas de Lousiana, y que hoy en día no ha sido controlado.

Tal hecho, abundó, preocupa de fondo la preparación técnica, la prevención y la capacidad de respuesta para combatir, “al que es hoy ya el peor desastre marino que nuestra historia ha visto y del cual conocemos muy poco de los verdaderos alcances”.

No se puede permitir, subrayó, que el desarrollo científico y tecnológico avance sin que los mecanismos de prevención, de atención a los desastres no vayan a la par de tales tecnologías que se utilizan para la explotación en el suelo marino y sobre todo a grandes profundidades.

PROTEGAN Y VIGILEN LOS RECURSOS NATURALES.- La amenaza para la vida marina, agregó, es la probable apertura de la cacería comercial de ballena, misma que se discutirá en la próxima reunión de la Comisión Ballenera Internacional, que inicia la próxima semana en Agadir, Marruecos.

“Ambos hechos demandan atención y acciones inmediatas de la sociedad en general, y en particular, el Poder Legislativo, por lo que se deberán impulsar reformas que obliguen a todo aquel que desee explotar algún recurso marino a que se sujete a una serie de requisitos y requerimientos que nos permitan no volver a sufrir ningún tipo de accidente y consecuencia, y que se protejan y vigilen los recursos naturales de los mares”.

Los océanos, indicó, tienen una participación importante en la economía, pues el 90 por ciento del comercio internacional se transporta por mar; 29 por ciento de la producción mundial del petróleo proviene de ahí. Además, en ellos se practican diversas actividades como la pesca y el turismo de playa, por lo que representan significativas fuentes de ingresos para muchos países.
Manifestó que la degradación de los océanos se materializa en los altos niveles de contaminación; el calentamiento de las aguas debido al efecto invernadero; el crecimiento urbano costero: zonas muertas como los mares Índico y Báltico, y las pérdidas de la biodiversidad.

COMISIÓN BALLENERA INTERNACIONAL.- En el primer día del seminario, representantes del Ejecutivo federal, investigadores y especialistas debatieron la propuesta del presidente de la CBI, respecto a la reapertura comercial de ballenas; el establecimiento de cuotas de cacería por un periodo de diez años de más de 17 mil ballenas de diferentes especies, y la aprobación de la cacería aborigen y de subsistencia para Groenlandia de diez ballenas jorobadas por año.

Al respecto, el presidente del Instituto Nacional de Ecología de la Semarnat, Adrián Fernández Bremauntz mencionó que la política de México ante la CBI se mantiene a favor de la conservación de los cetáceos, por lo que en los términos en que se encuentra la propuesta el país no la puede aceptar.

México, abundó, se opone a la caza de ballenas ya que no se justifica esta actividad ni con fines científicos o comerciales, debido a que la propuesta no considera un mecanismo para la eliminación progresiva de la caza de ballenas en el santuario.

Se manifestó por favorecer la investigación no letal de las ballenas, “no es necesario matarlas para estudiarlas no para su manejo y conservación”; por llevar a cabo la caza científica bajo condiciones extraordinarias (indispensables para alguna investigación) y debe ser regulada y sancionada por la Comisión y evaluada por el Comité Científico.

AUMENTA LA PÉRDIDA DE LOS ECOSISTEMAS.- La presidenta del Observatorio Ciudadano de Vigilancia Ambiental, Beatriz Bujeda Bernal precisó que en momentos en que la participación ciudadana sobre temas ambientales crece rápidamente a medida que aumenta la pérdida de los ecosistemas y de la biodiversidad, la propuesta representa una grave amenaza para avanzar hacia el cumplimiento de compromisos internacional ambientales.

Destacó que la propuesta revigorizará el mercado y la demanda de la carne de ballena, lo que también alentará a otros países además de Japón, Noruega e Islandia a entrar en el negocio; permitirá la cacería en santuarios balleneros contraviniendo el espíritu de estas herramientas legales.
También debilitará las estrategias regionales para la conservación y protección de ballenas y el turismo de observación; amortiguará de forma considerable las negociaciones internacionales en materia ambiental; tendrá un impacto negativo en los esfuerzos mundiales por la conservación de las ballenas y seguramente en las poblaciones de estos animales.

POR EL USO NO LETAL.- En su oportunidad, María del Carmen Carmona Lara, del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) resaltó que la posición de México al oponerse a la propuesta, se deriva en que no cumple con la política de conservación de cetáceos, de ahí que “no se pueda sostener la iniciativa para el manejo y conservación de las ballenas por considerar que no es un producto balanceado”.

La delegación mexicana ante la reunión de la Comisión Ballenera Internacional, que inicia la próxima semana en Agadir, Marruecos, abundó, está por el uso no letal de los cetáceos, como ya se hace en los santuarios ubicados en la Península de Baja California y el uso no letal de ballenas.
Por último, el especialista en Derecho Internacional, Alberto Szekely mencionó que de los países del mundo que más se han distinguido por la defensa de las ballenas, Australia y México son de los campeones, pues no en balde se tiene el primer santuario ballenero.

Puntualizó que hay más de 54 resoluciones de la CBI descalificando la cacería de investigación científica, pidiéndole a Japón que se abstuviera de ella y no encontró ningún eco con esa nación.