jueves, 3 de junio de 2010

BOLETIN INFORMATIVO

*GRAVE RIESGO DE EXPEDIR CERTIFICADOS PATITO EN COMPETENCIAS LABORALES, DENUNCIA AMECER.

(DIFUNET).- Con la pretendida eliminación de la tercería en el sistema de certificación de la competencia laboral, “vamos que volamos a la expedición de certificados patito”, expresó Jorge Peart Mijangos, presidente de la Asociación Nacional de Organismos de Competencia Laboral, A.C. (AMECER), tras destacar que el reconocimiento de las habilidades, capacidades y conocimientos del trabajador deberían ser el soporte para una mejor y mayor productividad en nuestro país como ha ocurrido en naciones del Primer Mundo y no al contrario, como se prevé.
Tras reconocer cómo la sociedad actual reclama una práctica laboral de calidad en todos los aspectos, Peart Mijangos, aseguró que la certificación de la competencia laboral tiene un impacto social, económico, político y cultural, que ha hecho que el uso adecuado de la metodología en la certificación, sea un tema obligado en la reflexión nacional y mundial.

Agregó que hoy la certificación de la competencia laboral “se convierte en un instrumento para mejorar indirectamente la calidad de vida de los trabajadores y en un motor de las organizaciones, que agrega valor a los recursos humanos involucrados”.

En conferencia de prensa tras la Asamblea Ordinaria de Asociados y Toma de Protesta al Consejo Directivo 2010-2012 que preside, Peart Mijangos destacó también que “la credibilidad y certeza en todo tipo de Certificación, sea de calidad de productos, servicios o de la competencia de los recursos humanos, radica en que esta debe ser otorgada por un organismo de tercera parte, quien reconozca y testifique que se cumplen los lineamientos establecidos para un producto, servicio o que un individuo ha demostrado que es competente para desarrollar una función laboral determinada”.
Sin embargo, terció el secretario general de la organización, Rafael Álvarez Caborno, el Consejo de Normalización y Certificación de la Competencia Laboral (CONOCER), fideicomiso público no paraestatal, dejó de impulsar su objetivo estratégico relacionado con contribuir a la competitividad económica y a mejorar la calidad de la fuerza laboral en el país.

Es más, agregó: “se convirtió en un emisor de Normas Técnicas de Competencia Laboral, pero con alto impacto en la pertinencia de las normas técnicas de competencia laboral en la currícula escolar y quizá, en un certificador de muy poco alcance por el grave impacto negativo que generó la SEP”.

“El país no se merece esto”, agregó Álvarez Caborno, tras asegurar que países del primer Mundo como Inglaterra, Canadá y Australia por decir algunos, fueron los primeros en adoptar este esquema y lograron mejorar su productividad; incluso, en América Latina existen países que lo hicieron y tras realizar el uso adecuado de la metodología, ya rebasaron incluso a México que fue el primer país latinoamericano en adoptar el modelo.
Peart Mijangos destacó que el sector productivo ha quedado prácticamente marginado de dicho proceso el cual hoy se encuentra en manos de las entidades educativas y dependencias del Gobierno Federal, las cuales ofrecen programas de formación y certificación de competencias para laborar “sin considerar la experiencia real en el trabajo” o “desarrollan programas de formación en el trabajo y los certifica utilizando modalidades propias” que muchas ocasiones carecen del rigor metodológico y certeza. “No se puede ser juez y parte”, abundó.

Es decir, que hoy hay entidades dependientes del sector educativo federal que realizan los tres paseos que debe cubrir el sistema como son la formación, evaluación y certificación de los “nuevos trabajadores, los cuales salen a la búsqueda de un empleo sin ninguna experiencia y un certificado que avala cualquier cosa, menos su experiencia en el trabajo”.

En el mismo caso está la Confederación Revolucionaria de Obreros y Campesinos (CROC), que recientemente recibió el aval dentro del nuevo esquema que pretende implementar el CONOCER, donde no existe quién sea el árbitro o certificador de que la formación de los trabajadores fue realmente bien evaluada para dar paso a su certificación.

Por otro lado, añadió, hay existen en las dependencias federales millones de pesos que se utilizan en capacitación pero cumplen los mínimos requisitos metodológicos y, por el contrario, sus cursos o seminarios son sólo para cumplir precisamente la obligación con el fin de afirmar que se cumple con él.

Álvarez Caborno dijo que actualmente existen, de acuerdo con las dependencias oficiales, alrededor de 14 millones de trabajadores formales y aproximadamente otros 10 a 11 millones de auto empleados. Sin embargo, no mencionan que sólo el seis por ciento de las personas que inician su educación escolar culminan con una profesión o carrera técnica y que de ese porcentaje, sólo la mitad labora en el área de su titulación, mientras el restante noventa y cuatro por ciento se incorpora por estratos a la fuerza laboral del país sin preparación y capacitación alguna.

El sistema de certificación de la competencia laboral tiene como objetivo estimular y reconocer a los trabajadores, su esfuerzo por adquirir mayores conocimientos, habilidades y destrezas independientemente de la forma como los hayan adquirido.

Peart Mijangos agregó que el crecimiento económico de un país debe ir a la par del desarrollo humano, del desarrollo de las personas con capacidad para obtener un trabajo digno, acorde a sus habilidades, capacidades y conocimientos, siendo que este sistema es la oportunidad que hoy tienen todas las personas para que su experiencia laboral sea reconocida mediante un certificado, el cual seguramente será la llave para abrir mejores oportunidades de empleo e ingreso, lo que ayudará a mejorar nuestra calidad de vida y a potenciar la productividad de las empresas.

El nuevo consejo directivo está compuesto también por Xavier Erick de la Teja Pastor en su calidad de vicepresidente y Graciela Zapata Moreno, como tesorera.

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