jueves, 24 de junio de 2010

LA LOCA SEMANA

Por Nicolás Durán de la Sierra
(AGENCIA NOTISIFA)Sabido es que para Latifa Musa Simón, la “encargada del despacho del presidente”, la legalidad es estorbosa y hasta resulta un incordio y que desde su punto de vista, antes de cumplir con lo que obliga el derecho, “se deben hacer valoraciones, pues no nada más es lo que dice la ley, sino también está la parte administrativa”, como dijera a finales de abril, al comenzar su aleve campaña por hacerse de la alcaldía de Cancún.

Sin embargo, por fortuna, su opinión no ha prevalecido en el Cabildo local, que dio entrada al documento presentado por Jaime Hernández Zaragoza, en donde éste demanda ser convocado a la brevedad por los ediles, para rendir protesta de ley y asumir con ello el cargo de Presidente Municipal Suplente a partir del próximo 1 de julio.

En el documento oficial, el aludido indica que basa su demanda en los artículos 99 de la Ley de los Municipios del Estado y el 167 del Reglamento del Gobierno Interior del propio Ayuntamiento, donde se consigna que la falta absoluta de algún miembro del Ayuntamiento se da cuando existe inhabilitación o ausencia por más de 90 días.

Además cita el artículo 136 de la Constitución Política del Estado, en su primera fracción, en donde se indica que para ser miembro de un ayuntamiento se requiere estar en el pleno ejercicio de los derechos políticos y civiles, por lo que Gregorio Sánchez Martínez ya no cumple con este requisito básico para ser parte del Ayuntamiento de Benito Juárez.

Empero, en los corrillos se rumorea que el alcalde hoy inhabilitado “pudiera haber dejado otra licencia firmada” para ser presentada a los regidores y permitir que Latifa Musa continúe ejerciendo el cargo. Desde luego, se trata de una patraña, pero entre la docta y venial membrecía del Cabildo esta versión se da por posible.

Si existiera la tal “licencia firmada” por el reo por delitos contra la salud, éste estaría tratando de simular una licencia mayor a los 90 días, con lo que según especialistas penales podría ser sancionado legalmente… aunque en realidad se trataría de una mancha más al tigre.

Las maniobras emprendidas por la primera regidora de Benito Juárez para quedarse con la Presidencia Municipal, hablan del poco respeto que tiene por las leyes. Si insiste en hacerse del cargo, lo que generará es una gran inestabilidad política que, ni tan a la larga, dará pauta para la intervención del Congreso estatal, el que ya audita a la Tesorería…

El Minotauro, por esta semana, se declara de manera abierta: testimonial. Sí, y con mayor razón y derecho que Gerardo Mora Vallejo, el etéreo candidato de última hora del PRD al gobierno estatal, que no es ni dará testimonio de nada pero que fue definido como tal por el novísimo académico de la lengua Jesús Ortega Martínez “porque no hará campaña”.

No se trata de exageración alguna, ya que esta joya de la semántica fue tallada por el mismísimo dirigente nacional del PRD, luego de que se le informara –dicen- que de no presentar candidato sustituto al preso en Nayarit, la coalición perdería prerrogativas económicas, que las políticas ya las perdió. Con el español lo que sea, pero con los dineros es otra cosa.

Mora Vallejo, sin duda, alguna retribución obtendrá en pago por su papel de casi“convidado de piedra”en este sainete con marcados tonos barrocos, pues aceptar de hoquis tanto desdoro raya en lo increíble; no quiso intervenir en la maniobra ni siquiera la neopanista Marybel Villegas, quien tanto gusta de los reflectores vengan de donde vengan…

El "casi" obedece a que, pese a no hacer campaña electiva formal, no pierde oportunidad de aparecer en los medios con afirmaciones como “Si gano convocaré a una consulta pública para que la gente opine si se deben repetir o no las elecciones para gobernador”. No es incongruencia, es deficiencia. Allá él y su mala cabeza, como decían los antiguos.

En tanto, el Minotauro sí que tiene indiscutible valor de testimonio y no sólo como figura helena, sino también por lo por lo que atestigua, como por ejemplo la rabia contenida de Urbano Pérez Bañuelos, el jefe de policía de Cancún, que no ve la hora de dejar un cargo que siempre le fue ajeno si se ha de juzgar por su desempeño.

Dicho sea de paso, la llegada de este militar a la jefatura de la policía local se le puede atribuir a Gregorio, y no porque él haya pedido su presencia, sino porque después del óbito del general Mauro Enrique Tello Quiñónez, esta plaza fue tomada por las fuerzas castrenses, celosas ellas en lo que respecta a su integridad de grupo. La salida del general Pérez Bañuelos está próxima, pues terminó ya su misión.

De lo que no dará testimonio mayor el Minotauro es de aquella iniciativa para que Cancún se hermane con Tepic, dada la cantidad de caribeños que tienen residencia en esa ciudad, sea cual fuere su condición jurídica; tampoco de que, se dice, allá las ranas croan greg, greg, greg…(

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