*IMSS
POR: CECILIA HDEZ. DELGADILLO
(RADIO CAPITAL).- Pese a que en el segundo trimestre de este año, se observará un menor crecimiento, La secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) mantiene en 2.8 por ciento su pronóstico de crecimiento económico para el 2008, en virtud de que la economía mantiene su ritmo de expansión..
En conferencia de prensa, Miguel Messmacher Linartas, titular de la Unidad de Planeación Económica de la Hacienda Pública de esa dependencia informó que en el primer trimestre del año, el Producto Interno Bruto (PIB) habría crecido alrededor de 3.0 por ciento anual, debido al factor de la Semana Santa, pero al descontarlo, el crecimiento podría llegar hasta 4.0 por ciento.
Por otra su parte, el vocero de Hacienda Rodrigo Brad, descartó caigan los ingresos de Impuestos Empresarial de Tasa única (EITU) a raíz de los amparos presentados.
El funcionario, reveló que el gravamen cuenta con un “blindaje jurídico muy sólido”, por lo que destacó que los ingresos van por encima de las proyecciones del Congreso
“La fortaleza del IETU se elaboró desde el proyecto en el Congreso”.
A su vez, Juan Manuel Pérez Porrúa, titular de la Unidad de Política de Ingresos de la secretaría de Hacienda, añadió que dicho gravamen va por encima de las proyecciones.
Cabe destacar que el nuevo impuesto que entró en operación el 1 de enero de 2008 lleva una recaudación de 14 mil 245 millones de pesos, nivel que se ubica por encima de lo que programó el Congreso en 2 mil 213 millones de pesos.
LA LACTANCIA MATERNA AYUDA A PREVENIR EL REFLUJO EN RECIEN NACIDOS: IMSS: Durante 2007, el Instituto otorgó más de 33 mil consultas por este padecimiento. 80 por ciento de los niños prematuros lo presentan.
Una de las preocupaciones más frecuentes en los padres de recién nacidos es el reflujo, que afecta al 80 por ciento de los niños prematuros y al 20 por ciento en bebés que cumplieron su periodo de gestación normal, señalan especialistas del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).
La lactancia materna beneficia positivamente en la prevención del reflujo, ya que el contacto entre madre e hijo ayuda al desarrollo neuroconductual del menor y además la acidez de la leche de la madre favorece su rápida digestión, siendo breve su estancia en el estómago.
Durante 2007, el Instituto otorgó 33 mil 140 consultas por reflujo, en todos sus niveles de atención en el país, en niños menores de un año y se practicaron 47 procedimientos quirúrgicos por este padecimiento. Al año, el Seguro Social atiende más de 612 mil 677 nacimientos en todo el país.
La doctora Blanca Medina González, médico especialista en Pediatría y Neonatología del Hospital General 2 A Troncoso del IMSS, aseguró que los síntomas pueden ser variados de acuerdo al desarrollo de cada infante y pueden presentar: irritabilidad, arqueo en la postura, acidez estomacal y, en algunos casos, el pequeño sufre trastornos del sueño y su crecimiento no corresponde con los parámetros establecidos.
El reflujo se debe a una inmadurez del cardias, la válvula que regula el paso de la comida del esófago al estómago. Después de la ingestión del alimento, el cardias, en lugar de permanecer bien sellado, permite el ascenso de gran parte del contenido gástrico.
Algunos factores que determinan la presencia del reflujo son la inmadurez neurológica, que generalmente padecen los niños prematuros conocido como "fisiológico", debido a que en el transcurso de las semanas o meses se va controlando con medidas especiales que adopta la madre en torno a la alimentación y postura del bebé, según lo indique el pediatra.
La especialista comentó que estos síntomas pueden presentarse también porque los niños son sometidos a cirugías esofágicas para corregir alguna malformación al nacer o cuando el bebé no tiene la suficiente madurez neurológica y presenta alteraciones en el proceso de la deglución.
Cuando el menor llega a tener complicaciones por el reflujo, éstas se manifiestan con repetidas infecciones respiratorias, inflamación bronquial, desnutrición, falta de respiración y síndrome de mala absorción intestinal, es decir, que el niño por esta causa no aprovecha los nutrientes suficientes en su cuerpo.
Destacó que los datos que aporte la madre serán determinantes en el diagnóstico del menor, éstos se complementarán con estudios de laboratorio y gabinete así como exámenes que ayudarán a conocer el estado del esófago, estómago y duodeno.
Añadió que la prueba "estándar de oro" para determinar el reflujo es la PH metría, la cual consiste en registrar la acidez del esófago durante 24 horas, por medio de la instalación de una sonda a través de la nariz.
La doctora Medina González dijo que el tratamiento del reflujo se realiza con medicamentos, pero cuando los menores no responden al tratamiento y los síntomas son cada vez más persistentes, se recurre a la cirugía, que consiste en estrechar la válvula que regula el paso de la comida del esófago al estómago.
Finalmente la especialista recomendó algunas medidas para disminuir el malestar: el bebé no debe dormir de espalda, lo ideal es que lo haga recostado sobre el lado izquierdo; dar de comer en pequeñas porciones, debido a que la ingesta de grandes cantidades propicia el reflujo; en ocasiones se sugiere espesar un poco la leche que toman para favorecer la correcta digestión y disminuir los síntomas.
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