*SONES HUASTECOS
Por: Arturo García Gil
Él dia viernes 9 de mayo, caminando por unas calles de Veracruz, me encontre un festival que con motivo del 10 de mayo. Él grupo de danza “Conelpaqui” , que en totonaca significa: "Jovenez Alegrez”, al mando del maestro Miguel Angel Salgado de la escuela del CBTIZ No 165 de Coatepec de él municipio de Xalapa en el Estado de Veracruz, que hizo su presentacion en el municipio de Estansuela para una escuela primaria para dicho festival, teniendo como fondo una esenografia teatral de la huasteca.
En su mismo tenor bailaron los siguientes sones hustecos: “la presumida”, despues “torito”. Otro cuadro de teatro de la huatesca don de ejecutaron el baile de “petenera” entre otras. Me pude percatar que todas las madres que se dieron cita en dicha primaria no pararon de aplaudir a tan lindas y bellas jovencitas a si como a los caballeron que las acompañaron en sus bailables.
Y para cerrar con broche de oro les voy a explicar el significado y origen preciso de la palabra "huapango" ha dado lugar a polémicas. Las tres posturas más conocidas son las siguientes: a) Proviene del náhuatl "cuauhpanco", que significa leño de madera; "ipan", sobre él; y "co", lugar: es decir, sobre el tablado o sobre la tarima, por lo que los bailes de tarima están comprendidos dentro del huapango. b) Es una alusión a los pobladores del Pango (refiriéndose al Pánuco, río que marca el límite entre los estados de Veracruz y Tamaulipas), a través de una síncopa cuyo significado probablemente haya sido "los cantos y bailes de los huastecos del Pango". Es decir, música y baile de los del Pánuco. c) Es una deformación o derivación de la palabra que da nombre a un canto flamenco: fandango, el cual, además de estar ligado a la génesis del huapango, sirve como vocablo para designar las fiestas en las cuales se ejecuta son huasteco.
Para otros, "huapango" simplemente quiere decir "son huasteco": el son que se toca en las huastecas. El son es un género de música propio de la cultura mestiza. A su vez, el huapango es un tipo de son que se deriva de música prehispánica, de repertorios conocidos por negros y mulatos, y de fandangos y seguidillas españoles que se arraigaron en México en el siglo XVIII o tal vez antes. Aunque de manera laxa son huasteco es sinónimo de huapango, la primera de estas denominaciones puede originar confusión, pues el huapango no es el único son que se toca en la Huasteca, ya que también existe el son de costumbre. Este último es propio de la población indígena, en general sólo se canta, tiene una función ritual, y difiere en estructura rítmica del huapango huasteco.
Por otra parte, es ambiguo llamar al huapango huasteco "huapango" a secas, pues con esta palabra puede hacerse referencia al huapango arribeño y al huapango jarocho. Estos dos tipos de son difieren del huapango huasteco en cuanto a estructura lírica y musical, así como en la dotación de instrumentos y en la forma de las fiestas en las cuales se toca.
Existen dos tipos de huapango: el tradicional y el moderno. El huapango tradicional se interpreta utilizando tres instrumentos: jarana, guitarra quinta o huapanguera, y violín. Este último exige un virtuosismo técnico y una ejecución llena de sentimiento, pues lleva la melodía y realiza los floreos que adornan el son. La jarana huasteca es una guitarra de tamaño pequeño y cinco cuerdas que se utiliza para llevar el ritmo. Es el registro medio entre el agudo del violín y las notas graves de la guitarra quinta. La guitarra huapanguera presenta una gran caja y cinco cuerdas que pueden aumentarse a ocho al usar tres dobles; rasguea y puntea según exija la ejecución dando el apoyo rítmico y el bajeo que pide el baile. El cantante de huapango utiliza repetidamente el falsete y requiere de un registro agudo.
En cuanto a versificación, existen varias formas, pero las más tradicionales son la quintilla y el sexteto con versos octosílabos.
Las estrofas conformadas de esa manera son llamadas coplas. Las rimas pueden ser asonantes o consonantes, siempre entre versos pares y versos nones.
El creador de versos, el trovador, puede solamente componer versos o adquirir también la modalidad de improvisador o repentista: aquel que crea los versos en el momento y según la ocasión. Los autores de los huapangos tradicionales han sido olvidados y sus piezas se han vuelto del dominio público.
El contenido de las coplas es muy diverso. Suele ser festivo debido al carácter profano y mestizo del huapango. Pueden encontrase versos de alegría, amor, desgracia, tristeza o pasión; narraciones épicas y cantos a la tierra. Estos temas también aparecen en el son jarocho y el son jalisciense. Sin embargo, existen algunos matices que distinguen al son huasteco. Los versos del son jarocho son satíricos, humorísticos y pícaros, y los del son jalisciense presentan un tono bravo y gallardo. Los del son huasteco presentan esas cualidades, pero más característicamente expresan melancolía y anhelo unidos a una sublime resignación.
Las piezas son de carácter lírico, en tanto no narran una historia, pues cada copla contiene un mensaje independiente. Por ello, las coplas que aparecen en un son suelen aparecer sin ningún problema en otros sones, y el número de las mismas no es fijo, sino que varía al gusto de los intérpretes o por petición de los escuchas. Por lo tanto, no puede decirse que tal o cual copla es de éste o aquél son, sino más bien que aparece en tal o cual huapango. Esto dota al huapango tradicional de una gran vitalidad y creatividad que rompe las interpretaciones rígidas y permite improvisar.
El baile se ejecuta en parejas, taconeando y pespunteando según sea el ritmo de la música. Su contexto natural es la fiesta de huapango, llamada fandango o huapangueada, que hasta antes de los setenta se llevaba a cabo bajo una enramada o en una galera. Era común la presencia de una tarima sobre la cual se ubicaban los músicos y los bailadores. No obstante, en diversas ocasiones el baile se ejecutaba sobre la tierra. En general, el papel de bailadora es el único que la mujer asume en la ejecución del huapango, aunque en Pánuco, Veracruz, ha habido excelentes y famosas cantantes.
Grupos representativos de este tipo de huapango son Los Camperos de Valles, Los Cantores de la Huasteca, y Los Cantores del Pánuco.
Por otra parte, el origen del huapango moderno -también llamado huapango ranchero, huapango urbano, huapango lento, canción huapango y hasta canción ranchera huapangueada- se ubica en los años cuarenta. El principal responsable de la popularización del huapango fuera de las huastecas fue "El viejo" Elpidio Ramírez, un violinista veracruzano que había emigrado a la ciudad de México en los años treinta. Allí impuso la forma estilizada en que ejecutaba el huapango tradicional, la cual adoptaron diversos tríos de guitarristas y llegó a ser popular en todo el país en los años cuarenta. Aparecieron muchas piezas de huapango moderno que modificaron el son tradicional. Por ejemplo, algunas de estas composiciones hablaban de los huastecos como sujetos muy afines a los charros machos y mujeriegos del cine nacional.
Los autores de este tipo de huapango registran sus piezas y no las dejan al dominio público. Incluso, "El viejo" Elpidio registró como suyos algunos huapangos tradicionales como "El bejuquito", mismos que encontró en un rollo anónimo resguardado por la Biblioteca Nacional y que, al parecer, data del siglo XIX.
Las piezas del huapango moderno carecen de improvisación, utilizan el falsete como un mero adorno, se ejecutan con instrumentos de mariachi, y presentan ritmos de canción ranchera. Además, los versos casi nunca son octosilábicos. De ordinario, las estrofas no son independientes, sino que forman parte de una idea expresada en la totalidad del son. Esto puede deberse a que el son sea narrativo, por lo cual una estrofa tomada de forma aislada cuenta sólo una parte de la historia que relata el huapango. También ello les da el carácter de exclusividad, es decir, cada estrofa pertenece a tal o cual son determinado, en el que expresa una parte del mensaje, pues si se interpreta en otro son, romperá la secuencia del mismo por ser extraño a la idea de tal son o por no poder expresar por sí sola una idea completa. Además, las piezas de huapango modernos hacen uso del estribillo.
Estos grupos también pusieron de moda la utilización de sombreros y trajes charros, así como la cuera tamaulipeca. Entre ellos se incluyen, además del propio Elpidio Ramírez, El Conjunto Típico Tamaulipeco, José Alfredo Jiménez, Los Tariácuri, El Trío Calavera y Los Trovadores Tamaulipecos.
El significado y origen preciso de la palabra "huapango" ha dado lugar a polémicas. Las tres posturas más conocidas son las siguientes: a) Proviene del náhuatl "cuauhpanco", que significa leño de madera; "ipan", sobre él; y "co", lugar: es decir, sobre el tablado o sobre la tarima, por lo que los bailes de tarima están comprendidos dentro del huapango. b) Es una alusión a los pobladores del Pango (refiriéndose al Pánuco, río que marca el límite entre los estados de Veracruz y Tamaulipas), a través de una síncopa cuyo significado probablemente haya sido "los cantos y bailes de los huastecos del Pango". Es decir, música y baile de los del Pánuco. c) Es una deformación o derivación de la palabra que da nombre a un canto flamenco: fandango, el cual, además de estar ligado a la génesis del huapango, sirve como vocablo para designar las fiestas en las cuales se ejecuta son huasteco. Para otros, "huapango" simplemente quiere decir "son huasteco": el son que se toca en las huastecas.
El son es un género de música propio de la cultura mestiza. A su vez, el huapango es un tipo de son que se deriva de música prehispánica, de repertorios conocidos por negros y mulatos, y de fandangos y seguidillas españoles que se arraigaron en México en el siglo XVIII o tal vez antes. Aunque de manera laxa son huasteco es sinónimo de huapango, la primera de estas denominaciones puede originar confusión, pues el huapango no es el único son que se toca en la Huasteca, ya que también existe el son de costumbre. Este último es propio de la población indígena, en general sólo se canta, tiene una función ritual, y difiere en estructura rítmica del huapango huasteco. Por otra parte, es ambiguo llamar al huapango huasteco "huapango" a secas, pues con esta palabra puede hacerse referencia al huapango arribeño y al huapango jarocho. Estos dos tipos de son difieren del huapango huasteco en cuanto a estructura lírica y musical, así como en la dotación de instrumentos y en la forma de las fiestas en las cuales se toca.
Existen dos tipos de huapango: el tradicional y el moderno. El huapango tradicional se interpreta utilizando tres instrumentos: jarana, guitarra quinta o huapanguera, y violín. Este último exige un virtuosismo técnico y una ejecución llena de sentimiento, pues lleva la melodía y realiza los floreos que adornan el son. La jarana huasteca es una guitarra de tamaño pequeño y cinco cuerdas que se utiliza para llevar el ritmo. Es el registro medio entre el agudo del violín y las notas graves de la guitarra quinta.
La guitarra huapanguera presenta una gran caja y cinco cuerdas que pueden aumentarse a ocho al usar tres dobles; rasguea y puntea según exija la ejecución dando el apoyo rítmico y el bajeo que pide el baile. El cantante de huapango utiliza repetidamente el falsete y requiere de un registro agudo.
En cuanto a versificación, existen varias formas, pero las más tradicionales son la quintilla y el sexteto con versos octosílabos. Las estrofas conformadas de esa manera son llamadas coplas. Las rimas pueden ser asonantes o consonantes, siempre entre versos pares y versos nones. El creador de versos, el trovador, puede solamente componer versos o adquirir también la modalidad de improvisador o repentista: aquel que crea los versos en el momento y según la ocasión. Los autores de los huapangos tradicionales han sido olvidados y sus piezas se han vuelto del dominio público.
El contenido de las coplas es muy diverso. Suele ser festivo debido al carácter profano y mestizo del huapango. Pueden encontrase versos de alegría, amor, desgracia, tristeza o pasión; narraciones épicas y cantos a la tierra. Estos temas también aparecen en el son jarocho y el son jaliscience. Sin embargo, existen algunos matices que distinguen al son huasteco. Los versos del son jarocho son satíricos, humorísticos y pícaros, y los del son jaliscience presentan un tono bravo y gallardo. Los del son huasteco presentan esas cualidades, pero más característicamente expresan melancolía y anhelo unidos a una sublime resignación.
Las piezas son de carácter lírico, en tanto no narran una historia, pues cada copla contiene un mensaje independiente. Por ello, las coplas que aparecen en un son suelen aparecer sin ningún problema en otros sones, y el número de las mismas no es fijo, sino que varía al gusto de los intérpretes o por petición de los escuchas. Por lo tanto, no puede decirse que tal o cual copla es de éste o aquél son, sino más bien que aparece en tal o cual huapango. Esto dota al huapango tradicional de una gran vitalidad y creatividad que rompe las interpretaciones rígidas y permite improvisar.
El baile se ejecuta en parejas, taconeando y pespunteando según sea el ritmo de la música. Su contexto natural es la fiesta de huapango, llamada fandango o huapangueada, que hasta antes de los setenta se llevaba a cabo bajo una enramada o en una galera. Era común la presencia de una tarima sobre la cual se ubicaban los músicos y los bailadores. No obstante, en diversas ocasiones el baile se ejecutaba sobre la tierra. En general, el papel de bailadora es el único que la mujer asume en la ejecución del huapango, aunque en Pánuco, Veracruz, ha habido excelentes y famosas cantantes.
Grupos representativos de este tipo de huapango son Los Camperos de Valles, Los Cantores de la Huasteca, y Los Cantores del Pánuco.
Por otra parte, el origen del huapango moderno -también llamado huapango ranchero, huapango urbano, huapango lento, canción huapango y hasta canción ranchera huapangueada- se ubica en los años cuarenta. El principal responsable de la popularización del huapango fuera de las huastecas fue "El viejo" Elpidio Ramírez, un violinista veracruzano que había emigrado a la ciudad de México en los años treinta. Allí impuso la forma estilizada en que ejecutaba el huapango tradicional, la cual adoptaron diversos tríos de guitarristas y llegó a ser popular en todo el país en los años cuarenta. Aparecieron muchas piezas de huapango moderno que modificaron el son tradicional. Por ejemplo, algunas de estas composiciones hablaban de los huastecos como sujetos muy afines a los charros machos y mujeriegos del cine nacional.
Los autores de este tipo de huapango registran sus piezas y no las dejan al dominio público. Incluso, "El viejo" Elpidio registró como suyos algunos huapangos tradicionales como "El bejuquito", mismos que encontró en un rollo anónimo resguardado por la Biblioteca Nacional y que, al parecer, data del siglo XIX.
Las piezas del huapango moderno carecen de improvisación, utilizan el falsete como un mero adorno, se ejecutan con instrumentos de mariachi, y presentan ritmos de canción ranchera. Además, los versos casi nunca son octosilábicos. De ordinario, las estrofas no son independientes, sino que forman parte de una idea expresada en la totalidad del son. Esto puede deberse a que el son sea narrativo, por lo cual una estrofa tomada de forma aislada cuenta sólo una parte de la historia que relata el huapango. También ello les da el carácter de exclusividad, es decir, cada estrofa pertenece a tal o cual son determinado, en el que expresa una parte del mensaje, pues si se interpreta en otro son, romperá la secuencia del mismo por ser extraño a la idea de tal son o por no poder expresar por sí sola una idea completa. Además, las piezas de huapango modernos hacen uso del estribillo.
Estos grupos también pusieron de moda la utilización de sombreros y trajes charros, así como la cuera tamaulipeca. Entre ellos se incluyen, además del propio Elpidio Ramírez, El Conjunto Típico Tamaulipeco, José Alfredo Jiménez, Los Tariácuri, El Trío Calavera y Los Trovadores Tamaulipecos.
Es importante mencionar que algunos tríos de huapango interpretan tanto sones tradicionales como modernos, por ejemplo, Alegría Huasteca, Armonía Huasteca, Los Caimanes de Tampico, El Trío Tamazunchale, y Soraima y sus Huastecos.
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