Por Jaime Arizmendi
(AGENCIA NOTISIFA) Cieeeerren las Puertas Señores!… Durante las últimas semanas, los teléfonos de la Coordinación de la Fracción Parlamentaria del PRI en el palacio legislativo de San Lázaro no han dejado de sonar. Cuando la llamada no es de Beatriz Paredes Rangel o del senador Jesús Murillo Cáram, presidenta y secretario general del CEN tricolor, respectivamente; proviene de la oficina de Manlio Fabio Beltrones en el Senado; o de alguno de los 18 palacios de gobierno estatales ocupados por un priísta.
El motivo central: "opinar" sobre quién debe presidir la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados a partir del 1 de septiembre próximo.
En los acuerdos alcanzados por los coordinadores de los grupos legislativos de la Cámara de Diputados desde el inicio de la actual LX Legislatura, se inscribe la rotación anual de la presidencia de la Mesa Directiva. Durante su primer año de ejercicio fue asumida por el PAN; el segundo periodo que termina el 31 de agosto venidero, la tuvo el PRD; ahora, cuando le toca al PRI, se han desatado duros jaloneos de gobernadores, la dirigencia priísta y representantes sectoriales hacia Emilio Gamboa.
El punto radica en que para todos resulta apetecible políticamente tener un "amigo" en el control de esa "caja de resonancia política nacional", ya que no sólo deberá acudir a todo acto republicano al lado del presidente de la República, sino incluso estará en el refuego de la elección intermedia, preparatoria de la candidatura presidencial del tricolor.
Ante ello, quienes quieren contender por tal nominación, con o sin posibilidades reales, o que desean estar cerca de quien sí puede aspirar de manera válida por su capacidad y trayectoria, hacen hasta lo increíble para ello. Bien podemos citar al gobernadorcito de Sonora, Eduardo Bours Castelo, quien ya se definió por ello; o como al mexiquense Enrique Peña Nieto quien va y viene a todos lados donde se le hablar y actuar como si ya fuera el candidato presidencial priísta.
También se anotan en la lista otros suspirantes, aunque de igual o menor calibre a los mencionados, como el neoleonés Natividad González Parás, en cuyo mandato se ha disparado de manera estruendosa la criminalidad en su entidad; o el tamaulipeco Eugenio Hernández, quien nada ha podido hacer sobre el mismo tema; o el veracruzano Fidel Herrera Beltrán, "El Güicho Domínguez" de los gobernadores, porque cada rato presume haberse sacado la lotería, y de quien sólo de eso se habla aquí y allá. A ninguno de todos ellos se le ve éxito político.
Otros como los mandatarios de Oaxaca, Puebla, Campeche, Quintana Roo, Hidalgo, Durango, Nayarit, Chihuahua; el impuesto por Elba Esther en Coahuila, o la de Yucatán, forman el bloque de quienes apenas asoman la cabeza y les zumba la rechifla, o que gobiernan sin pena ni gloria. Pero, como decíamos, todos se sienten con derecho a ser tomados en cuenta porque todos hacen futurismo y quieren suceder a Beatriz Paredes en el PRI, ocupar alguna importante posición partidista rumbo al 2012, o bien estar en oposición de negociar con Los Pinos lo que se requiera de los diputados, lo cual sólo es posible si se tiene el control de San Lázaro.
El motivo central: "opinar" sobre quién debe presidir la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados a partir del 1 de septiembre próximo.
En los acuerdos alcanzados por los coordinadores de los grupos legislativos de la Cámara de Diputados desde el inicio de la actual LX Legislatura, se inscribe la rotación anual de la presidencia de la Mesa Directiva. Durante su primer año de ejercicio fue asumida por el PAN; el segundo periodo que termina el 31 de agosto venidero, la tuvo el PRD; ahora, cuando le toca al PRI, se han desatado duros jaloneos de gobernadores, la dirigencia priísta y representantes sectoriales hacia Emilio Gamboa.
El punto radica en que para todos resulta apetecible políticamente tener un "amigo" en el control de esa "caja de resonancia política nacional", ya que no sólo deberá acudir a todo acto republicano al lado del presidente de la República, sino incluso estará en el refuego de la elección intermedia, preparatoria de la candidatura presidencial del tricolor.
Ante ello, quienes quieren contender por tal nominación, con o sin posibilidades reales, o que desean estar cerca de quien sí puede aspirar de manera válida por su capacidad y trayectoria, hacen hasta lo increíble para ello. Bien podemos citar al gobernadorcito de Sonora, Eduardo Bours Castelo, quien ya se definió por ello; o como al mexiquense Enrique Peña Nieto quien va y viene a todos lados donde se le hablar y actuar como si ya fuera el candidato presidencial priísta.
También se anotan en la lista otros suspirantes, aunque de igual o menor calibre a los mencionados, como el neoleonés Natividad González Parás, en cuyo mandato se ha disparado de manera estruendosa la criminalidad en su entidad; o el tamaulipeco Eugenio Hernández, quien nada ha podido hacer sobre el mismo tema; o el veracruzano Fidel Herrera Beltrán, "El Güicho Domínguez" de los gobernadores, porque cada rato presume haberse sacado la lotería, y de quien sólo de eso se habla aquí y allá. A ninguno de todos ellos se le ve éxito político.
Otros como los mandatarios de Oaxaca, Puebla, Campeche, Quintana Roo, Hidalgo, Durango, Nayarit, Chihuahua; el impuesto por Elba Esther en Coahuila, o la de Yucatán, forman el bloque de quienes apenas asoman la cabeza y les zumba la rechifla, o que gobiernan sin pena ni gloria. Pero, como decíamos, todos se sienten con derecho a ser tomados en cuenta porque todos hacen futurismo y quieren suceder a Beatriz Paredes en el PRI, ocupar alguna importante posición partidista rumbo al 2012, o bien estar en oposición de negociar con Los Pinos lo que se requiera de los diputados, lo cual sólo es posible si se tiene el control de San Lázaro.
Con todo ello, a la primera lista formada por tres "tiradores" a la presidencia de la Mesa Directiva del PRI, para estos días ya suman siete, más los que se "autoacumulen" esta semana, o de aquí al 15 de agosto venidero, fecha en que se deberá tener claro quién ocupará dicho cargo para que llegué como tal a la reunión plenaria que celebrarán días después los 106 diputados en Valle de Bravo, estado de México.
En esa relación aparecen por orden alfabético los mencionados por sus propios compañeros de bancada: Marco Antonio Bernal Gutiérrez, psicólogo tamaulipeco, preside la Comisión Especial para la Reforma del Estado. Sucedió en la dirigencia nacional de la CNOP a su amigo Manlio Fabio Beltrones Rivera.
César Camacho Quiroz, abogado mexiquense, es diputado de representación proporcional por el estado de México, preside la Comisión de Justicia, exsenador, exgobernador interino de su entidad natal y exalcalde de Metepec. Se dice cuenta con el respaldo de Enrique Peña Nieto, aunque se sabe que su carrera política se la debe a Emilio Chuayfet Chemor, quien lo hizo alcalde de Metepec y lo puso en su lugar cuando salió del gobierno del estado de México para irse a la Secretaría de Gobernación en 1995.
Raúl Cervantes Andrade, defeño doctorado en Derecho, es por segunda ocasión diputado de representación proporcional. Uno de los más cercanos colaboradores de Roberto Madrazo Pintado.
Carlos Chaurand Arzate, abogado guanajuatense, es diputado de representación proporcional, exsenador, expresidente estatal del PRI, tres veces diputado federal, dos diputado local, preside la Comisión de Régimen, Reglamentos y Prácticas Parlamentarias. Desde que su entidad es gobernada por el PAN, ha aprendido a marchar solo. Sería excelente elección si los gobernadores y dirigentes priístas no se ponen de acuerdo.
César Horacio Duarte Jáques, chihuahuense pasante de Abogado, dos veces presidente municipal de Ciudad Juárez y tres diputado federal de mayoría relativa. Lo mismo ha sido empresario y miembro de la Coparmex, que dirigente ganadero, de la diputación campesina y de la CNOP. Se dice que cuenta con el fuerte aval de Beatriz Paredes y de la CNC comandada por el también diputado Cruz López Aguilar y el senador Heladio Ramírez López.
Adolfo Mota Hernández, economista veracruzano, fue diputado local y ahora federal de mayoría relativa, también dirigió el PRI estatal. Es creación política de Fidel Herrera por lo que si fuera investido presidente de la Mesa Directiva, seguramente permitiría a su "padrino político" llegar a Insurgentes y Hérores Ferrocarrileros.
Finalmente, en la lista conocida hasta este martes, aparece también Arnoldo Ochoa González, profesor y abogado colimense, por segunda ocasión diputado federal, exdiputado local y exgobernador provisional de Colima, coordinador de la diputación colimense y nada más. Así que ¡La moneda está en el aire!… de la oficina de cristales de San Lázaro. Hasta la próxima, gracias por sus comentarios:
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