*CON SAGARPA; DIOS NO CUMPLE ANTOJOS, AUNQUE NO ENDERECE JOROBADOS…
Por Jaime Arizmendi
(AGENCIA NOTISIFA) El que a buen árbol se arrima, ¿le puede caer un rayo?… Desde el inicio de su gestión como secretario de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación; o sea, prácticamente a partir del mismo 1 de diciembre de 2006, Alberto Cárdenas Jiménez, como el Melate, cada semana acumula más adjetivos, descalificaciones y rechazo a su modo de manejar la política agropecuaria nacional.
Su posición irredenta de conducir y estructurar los programas oficiales hacia los productores, y su actitud desdeñosa hacia las organizaciones campesinas, le han generado constantes motes y burlas entre los productores del campo; cuyo efecto central ha sido la generación de diversas movilizaciones en el país, con elocuente ruido en la caja de resonancia política llamada Cámara de Diputados.
Las frases que le han asestado los legisladores en presencia, o en ausencia, al exgobernador de Jalisco han rayado incluso en la adjetivización sin respeto, sin sentido y hasta sin límite; más cuando lo han catalogado como cambiante ejemplar de la raza equina. Pese a todo, megamarchas o tomas de oficinas, su continuación en el cargo permite entender que él está bien asido a la principal silla de la Sagarpa por lo que representa, no por lo que es.
Apenas ayer miércoles las siete organizaciones campesinas incorporadas al Congreso Agrario Permanente, junto con otras cuatro, coincidieron en demandarle al secretario de Agricultura respete los acuerdos previos y ordene a sus colaboradores dejen de elaborar las Reglas de Operación en que se basarán los programas dirigidos al sector productivo rural.
Igualmente, desde otras instancias surgen denuncias y los consecuentes reclamos para que se revisen las listas de productores beneficiarios del Procampo, programa concebido y canalizado hacia el respaldo productivo de los campesinos con menos recursos, al advertir que se detectaron nombres de personas muertas como recientes receptores de los cheques, o más aún, de gente ligada o familiar de supuestos narcos.
Todo ello acidulado por otras acusaciones, no tan graves como la última mencionada, pero de igual nivel de preocupación que parece pronosticarle a Cárdenas Jiménez negros nubarrones que le lloverán en su milpita hasta inundarla.
Este miércoles, el secretario general de la Central Campesina Independiente, Rafael Galindo Jaime, acusa a la Sagarpa y a la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales, de realizar un manejo discrecional de los recursos presupuestales y establecer en la Ley de Egresos de la Federación para 2009 disposiciones con las que se margina a las organizaciones campesinas para gestionar recursos; así como de opinar en el diseño de las Reglas de Operación de los programas que estas dependencias impulsan.
Precisa que el texto del artículo 35 fracción 10 de la Ley de Egresos de la Federación para 2009 dice que los programas podrán ser canalizados por organizaciones de productores siempre y cuando lo establezcan las Reglas de Operación y Sagarpa anunció que sólo serían productores, excluyendo a las centrales campesinas y además "en el articulado 28 se niega la participación de organizaciones campesinas en el diseño de las Reglas de Operación de los programas productivos".
Y con ello, manda la pelota hacia el siguiente nivel de mando al acusar que el Gobierno Federal pretende fracturar a las organizaciones campesinas del agro nacional con el objetivo de hacer pequeñas organizaciones de productores y condicionar el voto para las elecciones del próximo año.
Ante la problemática, la CCI --aduce Rafael Galindo Jaime--, pide que previo a su publicación, los diputados puedan modificar el articulado de la Ley Federal de Egresos en que se incluya la participación de las organizaciones sociales en el diseño de las Reglas de Operación. "Lo lamentable es que cada año se pelea el presupuesto, se modifica el articulado y las Reglas de Operación por parte del Gobierno Federal sin que los legisladores metan mano ya que sólo autorizan los programas y los presupuestos".
Ante este panorama, insiste que el articulado está amañado y otorga amplia discrecionalidad a las dependencias, acota subsidios a pequeños productores y privilegia a los grandes productores, por lo que demanda que los legisladores modifiquen esas disposiciones para que haya candados, y las organizaciones campesinas puedan opinar en las políticas públicas encaminadas a elevar la productividad del campo mexicano.
Como sea, si la insistencia a quitar del cargo a Cárdenas Jiménez no es por su "prestigio" y "experiencia" en el ramo, ni obedece a que se le pueda considerar "amigo" del titular del Ejecutivo, entonces qué o quiénes mantienen en ese despacho al jalisciense contra toda lógica política. Cuando la limosna es mucha, hasta el Santo desconfía… Hasta la próxima, comentarios:
Su posición irredenta de conducir y estructurar los programas oficiales hacia los productores, y su actitud desdeñosa hacia las organizaciones campesinas, le han generado constantes motes y burlas entre los productores del campo; cuyo efecto central ha sido la generación de diversas movilizaciones en el país, con elocuente ruido en la caja de resonancia política llamada Cámara de Diputados.
Las frases que le han asestado los legisladores en presencia, o en ausencia, al exgobernador de Jalisco han rayado incluso en la adjetivización sin respeto, sin sentido y hasta sin límite; más cuando lo han catalogado como cambiante ejemplar de la raza equina. Pese a todo, megamarchas o tomas de oficinas, su continuación en el cargo permite entender que él está bien asido a la principal silla de la Sagarpa por lo que representa, no por lo que es.
Apenas ayer miércoles las siete organizaciones campesinas incorporadas al Congreso Agrario Permanente, junto con otras cuatro, coincidieron en demandarle al secretario de Agricultura respete los acuerdos previos y ordene a sus colaboradores dejen de elaborar las Reglas de Operación en que se basarán los programas dirigidos al sector productivo rural.
Igualmente, desde otras instancias surgen denuncias y los consecuentes reclamos para que se revisen las listas de productores beneficiarios del Procampo, programa concebido y canalizado hacia el respaldo productivo de los campesinos con menos recursos, al advertir que se detectaron nombres de personas muertas como recientes receptores de los cheques, o más aún, de gente ligada o familiar de supuestos narcos.
Todo ello acidulado por otras acusaciones, no tan graves como la última mencionada, pero de igual nivel de preocupación que parece pronosticarle a Cárdenas Jiménez negros nubarrones que le lloverán en su milpita hasta inundarla.
Este miércoles, el secretario general de la Central Campesina Independiente, Rafael Galindo Jaime, acusa a la Sagarpa y a la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales, de realizar un manejo discrecional de los recursos presupuestales y establecer en la Ley de Egresos de la Federación para 2009 disposiciones con las que se margina a las organizaciones campesinas para gestionar recursos; así como de opinar en el diseño de las Reglas de Operación de los programas que estas dependencias impulsan.
Precisa que el texto del artículo 35 fracción 10 de la Ley de Egresos de la Federación para 2009 dice que los programas podrán ser canalizados por organizaciones de productores siempre y cuando lo establezcan las Reglas de Operación y Sagarpa anunció que sólo serían productores, excluyendo a las centrales campesinas y además "en el articulado 28 se niega la participación de organizaciones campesinas en el diseño de las Reglas de Operación de los programas productivos".
Y con ello, manda la pelota hacia el siguiente nivel de mando al acusar que el Gobierno Federal pretende fracturar a las organizaciones campesinas del agro nacional con el objetivo de hacer pequeñas organizaciones de productores y condicionar el voto para las elecciones del próximo año.
Ante la problemática, la CCI --aduce Rafael Galindo Jaime--, pide que previo a su publicación, los diputados puedan modificar el articulado de la Ley Federal de Egresos en que se incluya la participación de las organizaciones sociales en el diseño de las Reglas de Operación. "Lo lamentable es que cada año se pelea el presupuesto, se modifica el articulado y las Reglas de Operación por parte del Gobierno Federal sin que los legisladores metan mano ya que sólo autorizan los programas y los presupuestos".
Ante este panorama, insiste que el articulado está amañado y otorga amplia discrecionalidad a las dependencias, acota subsidios a pequeños productores y privilegia a los grandes productores, por lo que demanda que los legisladores modifiquen esas disposiciones para que haya candados, y las organizaciones campesinas puedan opinar en las políticas públicas encaminadas a elevar la productividad del campo mexicano.
Como sea, si la insistencia a quitar del cargo a Cárdenas Jiménez no es por su "prestigio" y "experiencia" en el ramo, ni obedece a que se le pueda considerar "amigo" del titular del Ejecutivo, entonces qué o quiénes mantienen en ese despacho al jalisciense contra toda lógica política. Cuando la limosna es mucha, hasta el Santo desconfía… Hasta la próxima, comentarios:
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