miércoles, 28 de enero de 2009

BOLETIN INFORMATIVO

*ERRORES Y RIESGOS

Lic. L. René Martínez Souvervielle Rivera

(AGENCIA NOTISIFA) Con una crisis financiera mundial a cuestas, con el inherente desplome de nuestra moneda, del turismo, de las remesas del exterior, de la generación de empleos y de muchos otros problemas diversos que requieren la armonía de toda la población para su solución, nos encontramos, hace unos días, a un Presidente de la República, cabeza del poder ejecutivo, haciendo presencia en un evento de una iglesia y haciendo uso de la palabra, como el creyente más convencido de esa congregación.

Felipe Calderón, en lo personal, puede creer y profesar la religión que quiera.
Como Presidente de la República, como titular del Poder Ejecutivo Federal, esta obligado a respetar y cumplir con los limitantes de un estado laico, que permite, en igualdad de circunstancias, que la población practique los ritos religiosos que estime convenientes. Es un logro político que costó muchas guerras, sangre y fracturó la unidad de los mexicanos. El Gobierno Federal, los Estatales y los Municipales están obligados a respetar esa laicidad característica del Estado mexicano, inclusive para todos aquellos ciudadanos que son agnósticos y que no creen en nada ni en nadie.

El problema religioso es complejo y muy delicado, que lo han resuelto los mexicanos con respeto, en forma institucional, pero siempre procurando que no haya invasión de competencia en la esfera del gobierno, por las muy diversas agrupaciones religiosas que existen.

Desde el siglo XIX se permite que las creencias religiosas se ejerzan sin favoritismos, con imparcialidad y sin invasión a esferas que les son ajenas.

La presencia del Presidente Calderón y su intervención con su discurso público, ha sido un error, que puede representar crítica y falta de apoyo de muchos mexicanos, fracturando la unidad que en este momento nos es indispensable y que con su participación pública, agrede a los derechos que pueden tener las personas con opinión distinta y el concepto de la población en general de cumplir con los que las leyes ordenan y a través de los instrumentos del gobierno civil.

*El Presidente Calderón en Panamá expuso, ante los mandatarios de esa nación, de Colombia y de Guatemala, su preocupación sobre el narcotráfico, que está organizado y cuenta con muchos más y mejores medios que los propios gobiernos de esas naciones.

Todo aquello que se haga para combatir al narcotráfico es conveniente y un elemento de cohesión para tener el apoyo, el intercambio de información y de logística entre las diversas naciones mencionadas que son las mas afectadas por ese flagelo delictivo.

Sin embargo, y aún siendo verdad, no es muy conveniente que México reconozca que sus activos para combatir al narcotráfico son insuficientes, porque ello puede envalentonar, aún más, a la criminalidad para hacer más largo, costoso y sangriento el combate que se desarrolla actualmente.

Quedará además la permanente pregunta, si el estado mexicano puede llegar al extremo de considerarse un país en donde impera la ingobernabilidad, o de un estado fallido o como dijera el Señor Barry McCaffrey, ex zar antidrogas de Estados Unidos, refiriendo que México está al borde de un abismo que se llama “Narco Estado” y que en menos de 8 años, el crimen organizado tendrá “el control “de actuar en ambas franjas del país y que pondrá en riesgo la seguridad de Estados Unidos. Puntualizó además “No podemos darnos el lujo de tener un vecino así” (Milenio I-17-09, Pag. 24).
Lo expresado por dicho exfuncionario, representa en realidad una amenaza a la integridad territorial y soberanía de México, sin que pueda apreciarse hasta la fecha alguna nota diplomática de protesta del gobierno de México al respecto.

Apreciamos que para Estados Unidos, México es y seguirá siendo un suculento bocado, por el resto de nuestro territorio y por su petróleo. USA, al igual que otras naciones seguirán buscando la existencia de guerras y el comercio de armas, para fortalecerse más, pues es un buen negocio.

No debemos olvidar, que la política exterior de ese país, es manejada por los “halcones”, que mediante la fuerza de las armas han podido consolidar su poderío y hegemonía mundial.

La llegada de un afro americano, al frente del gobierno norteamericano, seguramente mejorará la situación de muchos países, incluyendo México, en muchos sentidos, pero podemos estar seguros de que los “halcones” continuarán en la misma línea y estarán prestos a intervenir y presionar con la fuerza, como instrumento de persuasión.

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