miércoles, 28 de octubre de 2009

BOLETIN INFORMATIVO

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*LUZ Y FUERZA DEL CENTRO

Lic. L. René Martínez Souvervielle Rivera.

(AGENCIA NOTISIFA).-
Se está ante una empresa estatal, que llegó al límite en ineficiencia y corrupción, que por incosteabilidad resultó lógico el que se promoviera su desaparición, independientemente, del gasto que representaba al gobierno, para financiar su operación. Vino en consecuencia, el decreto de extinción, de acuerdo con las facultades que la propia ley de la materia, otorga al gobierno federal.

El Sindicato, el más antiguo y más combativo, quizá incurrió en excesos en las prestaciones que logró para sus miembros, con una carga económica muy superior a la capacidad financiera de la empresa.

Si bien es vista la extinción de una empresa ruinosa, no es así, por lo menos bajo nuestro punto de vista, la forma en que se ejecutó el decreto de extinción, sin diálogo alguno previo con el sindicato, realizándose en forma sorpresiva, con acciones ofensivas y atropellando los derechos del Sindicato.

Consideramos por tanto, que el decreto de extinción y ocupación de las instalaciones por la fuerza pública, es un error político, económico y social, por haberse realizado en el momento más inoportuno.

En la Cámara de Diputados, se encuentra en proceso el análisis y discusión de las iniciativas de Ingresos y Egresos, aspecto que se verá enturbiado por el conflicto de referencia, porque las corrientes políticas que integran el Congreso, se polarizarán, en tal forma que dificultarán los acuerdos que son necesarios para sacar adelante las iniciativas.

Unificará en contra del gobierno federal la reacción de todos los sindicatos del país, evidentemente en defensa de esa institución, lograda con muchos esfuerzos y sangre por los trabajadores.

En la marcha del pasado 15, se apreció inclusive, la presencia de agrupaciones campesinas y de agrupaciones ciudadanas de muy diversa índole.

Ha de estimar mucho, el Lic. Felipe Calderón, a su amigo Andrés Manuel López Obrador, pues este conflicto, le está ofreciendo tribuna, presencia y la oportunidad de abanderar causas populares.

La negativa para tomar nota, del resultado de la elección interna en que resultó ganador el señor Martín Esparza, líder del SME, sin ser atribuciones del Secretario del Trabajo, se introdujo en área ajena, al calificar irregularidades en ese proceso interno del Sindicato. Seguramente a ese funcionario federal, el Sindicato le fincará responsabilidades, ante las autoridades competentes.

La inoportuna declaración de la señora Georgina Kessel, Secretaria de Energía, en el sentido de que se creará una nueva empresa paraestatal, sustituyendo a la extinta. Le habrá sabido al Sindicato a ácido, por estar luchando por su supervivencia.

Inmerso el país en la crisis económica más brutal que haya habido, el gobierno federal, comenzó a liquidar a los trabajadores de la extinta Luz y Fuerza del Centro, las prestaciones a que son acreedores según la Ley Federal del Trabajo, más las prestaciones que a su favor resulten del contrato colectivo firmado por el Sindicato, lo que representa una erogación superior a los 20,000 millones de pesos, según lo dijo el Secretario de Hacienda. Ha de ser mucho el interés y el propósito para apaciguar el ánimo de los trabajadores, que se comprometen compromisos económicos de más, en un momento de carencias para todo el pueblo.

Suponiendo sin conceder, que los trabajadores acepten y cobren su respectiva liquidación, serán a final de cuentas, más de 40,000 trabajadores que vendrían a sumarse al ejército de desempleados y agotados los recursos recibidos, pasarán a formar parte de la condición de pobreza extrema.

Quizá con muchos efectos negativos, resulten menores, al aura de hombre decidido, audaz y valiente, que los miembros de su partido le están creando al Lic. Felipe Calderón, seguramente con el propósito de capitalizar esta situación, electoralmente, visto al próximo 2012. Con esa acción valiente del Presidente, los efectos comenzarán a sentirse y crecerán en forma progresiva, que nos dan la razón de que una medida buena, fue hecha en el momento más inoportuno.

La Secretaría de Gobernación, instaló, después del conflicto una mesa de diálogo. Nos preguntamos, para que servirá ese diálogo, en que las partes, sólo ven y oyen lo que a su interés convenga. La hubieran instalado antes del decreto de extinción, por lo menos para cubrir las apariencias conciliatorias.

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