EL PENSAMIENTO DE ROSITA

Imprimir

*CAMBIO DE DIOSESIS

POR: ROSA VAZQUEZ BENITEZ

(REDACCION ATLACOMULCO).- El día 19 de Noviembre nos dimos cita los pobladores de la diócesis de Atlacommulco, a la Misa de Toma de Posesión de la Diócesis de Mons. Constancio Miranda Weckann, en el gimnasio Manuel Bernardo Aguirre, en la que asistieron, personalidades de la Iglesia Católica, así como representantes del los Gobiernos del Edo. de México y de Chihuahua, al igual que la familia del actual Arzobispo los cuales estaban muy contentos por el nuevo nombramiento de Don Constancio Miranda y algunas personas más que pido me disculpen si no la menciono.

Los primeros que hicieron su aparición fueron los servidores del altar que llevaban el incensario, los ciriales, la cruz alta y la biblia, seguidos por los seminaristas tanto de Atlacomulco, como de Chihuahua; cada uno con la postura adecuada y con las manos al frente juntas, a la alturas del pecho y tras de ellos unos 300 Sacerdotes todos con su alba (vestidura), seguidos por los Obispos de:

Neza, Texcoco, Cuautitlán, Zacatecas, Teotihuacán, Durango, Monterrey, Cuernavaca, Tepic, Nuevas casas Grandes, Cuautla, Tuxtla, Tlaxcala, Paso Texas, Gómez Palacio, Lázaro Cárdenas, Torreón, Chihuahua, Cd. Juárez, Parral, Cuauhtémoc, Madero, Cd. Altamirano.

Obispos auxiliares como el de: Texcoco, los de México y del Prelado, seguidos por los Arzobispos de Tlalnepantla, Tulancingo, Puebla, Chihuahua.

Por ultimo el Nuncio Apostólico Christophe Pierre, el Obispo emérito José Fernández Arteaga y el electo, Constancio Miranda Weckann.

Desde el primer momento que se vislumbro que se acercaba el nuevo Arzobispo, la gente no dejo de aplaudir y Don Constancio, avanzaba con un gesto sonriente, saludando a todos los presentes, lanzando besos y bendiciones a todas las personas y conocidos, los cuales estaban muy emocionados porque veían que su pastor los amaba así como ellos a el.

Al llegar al Altar Monseñor se acerco mostrando un acto de humildad para después alejarse y tomar asiento al lado izquierdo del Obispo emérito, quien inicialmente presidio la ceremonia. El Nuncio ocupo el lado derecho y a los lados los sacerdotes y obispos.

Monseñor Fernández dio la bienvenida a los asistentes y dio paso a la ceremonia en la que llegada la oración colecta los miles de feligreses oraron a Dios para que guie a su hijo.

Las lecturas que se proclamaron fueron: 1ª. Del libro del profeta Isaías, salmo 115, 2ª. Del libro de la primera carta del apóstol San Pablo a los Corintios, el Evangelio de San Juan.

El Arzobispo Fernández, le expreso que para el cumplimiento de su labor se apoyara en los obispos y sacerdotes y que al igual que los discípulos con Jesucristo en el cenáculo, necesita oración para llevar a cabo la misión que se le encomendaba y que tenía que tener un servicio especial para los chicos y grandes “pobres y ricos”.

El obispo Miranda recibió de manos del Arzobispo Fernández el báculo dorado que cargo desde un inicio e intercambiaron lugares para quedar el nuevo Arzobispo en la silla central.

Siendo ya Arzobispo hablo por primera vez a la comunidad, manifestando su preocupación por el seminario, las vocaciones, el cuidado de los jóvenes y la familia, la atención a los alejados también dijo así como María, nuestra querida Madre, podamos decir: Caminamos con Cristo al Padre, en el Espíritu Santo.

En conferencia de prensa comento que hacia un llamado a sanar una sociedad herida por la violencia y exhorto a todos a orar por el así como el lo hará por todos dijo también que todos los trabajos pastorales lo realizara y pidió que pusiéramos nuestro corazón en manos de Dios.

Una vez terminando la ceremonia religiosa, tuvimos el honor de compartir los alimentos con el nuevo Arzobispo, el cual se realizo en el centro de convenciones en donde se hizo un recuento del trabajo realizado en la diócesis de Atlacomulco, al igual se hizo con el Arzobispo José Fernández, lo cual fue muy conmovedor y agradable.

La verdad fue un placer poder compartir con el todos y cada uno de los momentos que nos permitió vivir, Gracias y que Dios lo Bendiga siempre.