jueves, 11 de marzo de 2010

BOLETIN INFORMATIVO

EL EJÉRCITO, A LOS CUARTELES.

Lic. L. René Martínez Souvervielle Rivera.

(AGENCIA NOTISIFA) El comandante en jefe de la Defensa Nacional, General de División, Rafael Galván Galván, Solicitó al Congreso de la Unión, la ley que dé un marco que norme la conducta de las fuerzas armadas, en el papel de policía, que han venido desempeñando por más de tres años en la persecución de los narcotraficantes y del crimen organizado, a lo largo y ancho del país.

El ejército está conformado y entrenado para combatir al enemigo, cuando la soberanía y la integridad nacional se encuentren en peligro, con estado anímico adecuado y contando con las armas y los elementos necesarios para derrotar al ejército invasor, sabiendo el soldado, que su vida está en juego, todo ello en aras de la lealtad y amor a la patria.

El ejército y la marina, independientemente de su función principal, ha venido prestando, desde hace muchos años, auxilio a la población afectada por desastres naturales. De ahi, el permanente agradecimiento, respeto y cariño que les brinda el pueblo a su ejército.

Sin embargo, la encomienda que le ha dado el gobierno federal de desempeñar el papel de “policía”, que no lo son y para cuyo desempeño tampoco han sido entrenados, que en ocasiones, por su disciplina castrense, ha afectado los derechos humanos de la población.

Por ello, la preocupación del General Galván, que ve pasar los meses y años, sin tener a la vista el momento en que se le releve de esa tarea ajena a la esencia del ejército, que está demeritando su prestigio, desmoralizando y afectando el ánimo de la tropa, que sufre muertes y heridos entre sus elementos.

La función militar del ejército está debidamente reglamentada por la ley. La función de policía, carece del marco legal que abre obviamente la puerta a críticas y ataques, de sus detractores, que también tienen.

Debe de retirarse a la mayor brevedad posible, el ejército de las calles y retornar a sus cuarteles. Urge en consecuencia que la policía federal preventiva, asuma su papel y combata abiertamente al narcotráfico y a la delincuencia organizada.

Estimamos que el compromiso principal del Gobierno federal, es el de depurar a la PFP, echando fuera de la corporación a los elementos corruptos, como aquellos que tienen las manos sucias por el dinero del narco y nexos con las bandas del crimen organizado. De no efectuarse esa depuración, el combate a la delincuencia, resultará a la postre un rotundo fracaso.

En la mayoría de las aprehensiones que realiza la policía, aparecen entre los delincuentes, policías en activo o que fueron, es decir que se tiene al enemigo dentro de la corporación, situación que destruye la confianza que la población pudiera tener y nulifica la eficacia del sistema de inteligencia, por la falta de lealtad y secresía de los elementos corruptos.

Recordemos el operativo que realizaron elementos de la marina, en que resultó muerto un importante narcotraficante, operativo que logró su propósito, pero en el cual no participó ningún otro cuerpo policíaco, para evitar que se diera el aviso a los delincuentes. Si el ejército continúa en las calles y los cuerpos policíacos actúan meramente como fuerzas de apoyo, se estará cometiendo un error muy grave, que solo representará un fracaso del gobierno federal con efectos de muy diversa índole, todos perniciosos para el futuro del país.

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