*SIN OPOSICIÓN AL FRENTE, EL PRI ESTÁ POR REFRENDARSE EN EL GOBIERNO DE QUINTANA ROO...
Por José Hugo Trejo
(AGENCIA NOTISIFA) Cuando parecía que el Partido Revolucionario Institucional, PRI, iba a enfrentar en Quintana Roo uno de los procesos electorales más reñidos de su historia en esta entidad, los enormes errores cometidos por la oposición le abrieron el campo, no sólo para mantenerse en la gubernatura, sino para continuar con el control del Congreso del Estado y con el de la mayoría, si no es que de todos, de los ayuntamientos quintanarroenses.
A principios de año, al PRI se le auguraba un panorama muy sombrío para enfrentar la elección adelantada de gobernador, presidentes municipales y diputados locales el próximo 4 de julio.
(AGENCIA NOTISIFA) Cuando parecía que el Partido Revolucionario Institucional, PRI, iba a enfrentar en Quintana Roo uno de los procesos electorales más reñidos de su historia en esta entidad, los enormes errores cometidos por la oposición le abrieron el campo, no sólo para mantenerse en la gubernatura, sino para continuar con el control del Congreso del Estado y con el de la mayoría, si no es que de todos, de los ayuntamientos quintanarroenses.
A principios de año, al PRI se le auguraba un panorama muy sombrío para enfrentar la elección adelantada de gobernador, presidentes municipales y diputados locales el próximo 4 de julio.
Si bien la oposición de los partidos Acción Nacional, PAN; y ,de la Revolución Democrática, PRD, había sido derrotada en julio pasado por abrumadora diferencia en los tres distritos electorales que le corresponden a Quintana Roo, la expectativa que se abrió por el enfrentamiento de los principales aspirantes a la candidatura priista para Gobernador del Estado, cobró gran ánimo entre los dirigentes locales y nacionales opositores, que apostaron todo para construir un proyecto priista al cual abanderar para buscar la derrota del PRI. Toda una contradicción política, pues.
Ese fue el primer error de la oposición. Bueno, por lo menos el más grave porque del mismo se derivó la descomposición en que está llegando al día de la elección. Porque con la postulación del diputado federal priista, Carlos Joaquín González, no sólo no ganaban como partidos de oposición, sino que apuntalaban a una de las familias más emblemáticas en Quintana Roo de los cacicazgos priistas que aducían combatir con las cuestionadas alianzas panistas y perredistas que establecieron en varios estados de la República.
Con el empeño que pusieron panistas y perredistas en aliarse para postular al diputado priista Carlos Joaquín no sólo perdieron tiempo, sino también la poca legitimidad y congruencia como opositores que les quedaba.
Al no poder convencer al diputado priista Carlos Joaquín, la planteada “mega alianza” sufrió su cuarteadura más importante, pues ya tenía algunas grietas causadas por los cuestionamientos y condenas del excandidato presidencial perredista Andrés Manuel López Obrador.
El segundo error lo cometen los dirigentes perredistas y panistas por separado.
Los primeros, es decir los perredistas, por empeñarse darle continuidad a la conformación de una “mega alianza” para postular como candidato a gobernador a un personaje como el presidente municipal de Benito Juárez, con licencia, Gregorio Sánchez Martínez, a sabiendas de que estaba indiciado por delitos del orden federal y que terminaría preso, como ocurrió a las primeras semanas de arrancar la campaña.
Los segundos, los dirigentes estatales panistas, por mantener el apoyo al candidato indiciado de los perredistas, postergando la postulación de una candidato propio, como finalmente ocurrió cuando la dirigencia nacional del PAN postuló a la presidente municipal de Isla Mujeres, Alicia Ricalde Magaña; y luego intentar un boicot en contra de su propia abanderada, quien al final de cuentas es la que le devolvió el rostro al panismo quintanarroense que ya se había desfigurado con el control que ejerció “Greg” Sánchez Martínez sobre su dirigencia estatal.
El resultado de todo este escenario caótico que construyeron panistas y perredistas “gregorianos”, es la confusión y el desencanto que prevalecen entre sus seguidores, lo que los ha dejado fuera de competencia en la elección para Gobernador del Estado y con escasas probabilidades de éxito en distritos y municipios en donde se pensó que podían derrotar a los candidatos priistas fácilmente.
De esa manera el PRI tiene el panorama despejado, en cuanto a competitividad electoral de parte de los aspirantes de la oposición a la gubernatura de Quintana Roo. Y es muy probable también que triunfe en la gran mayoría de los 13 distritos en los que postuló candidatos propios, pues en dos distritos de los 15 en que se divide electoralmente la entidad, los candidatos son de los dos partidos con los que conformó la coalición “Alianza Quintana Roo avanza”: el Verde Ecologista de México, PVEM; y, Nueva Alianza.
En los municipios en donde mayor competencia va a enfrentar y en los que pudiera registrarse alguna sorpresa para el priismo, son Benito Juárez, que está gobernado por el PRD; Isla Mujeres, gobernado por el PAN y con fuerte influencia de la candidata a la gubernatura Alicia Ricalde Magaña; y, Felipe Carrillo Puerto, en donde el candidato perredista Sebastián Uc Yam, ha hecho uso y abuso de la concesión radiofónica que usufructúa desde hace muchos años sin ninguna regulación.
Es este pues el panorama preelectoral que se observa a escasos días de las elecciones. Sin embargo serán los ciudadanos quintanarroenses que acudan a las urnas el próximo domingo los que dirán la última palabra sobre el tema.
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