Por Nicolás Durán de la Sierra
(AGENCIA NOTISIFA).- En esta ocasión, el Minotauro sale en airosa defensa de Lenin Zenteno Ávila, hasta hoy secretario de la comuna de Cancún, pues resulta impropio que entre la femenina grey de la alcaldía le apoden "El Popis” por su afinada y costosa forma de vestir -feliz él con su doble sueldo, dicen- y mucho menos “El Geriatra”, por su sonado romance con Manoella Torres que tan bien reseñara la corresponsalía local del Tvynovelas.
El que se aderece con exquisitos accesorios Montblanc, Bulgary y Rolex para hacer más llevaderos sus días laborales, lastimosos desde el mutis judicial de Gregorio, no las faculta para hacer menudo recorte de sus finos gustos y menos aún para hacer cálculos y quimeras de que el funcionario a diario lleva encima más de 80 mil pesos y que su sueldo nominal no da para tanto. Tijerillas, es lo que son ellas.
Tales lenguas viperinas bien podrían indicar en cambio que el figurín -perdón, el funcionario- intenta con argucias lograr la validación de Juan Carlos Gálvez Mújica como contralor municipal, pese a que el hasta ahora “encargado de la Contraloría” no cubre los requisitos legales necesarios para ocupar el puesto. (Se dijo validación y no ratificación, conste, pues no se trata de sugerir ideas.)
Resulta que según la Ley Municipal del Estado, para que Gálvez Mújica pudiera ser nombrado contralor de la alcaldía tendría que acreditar residencia y vecindad de cuando menos cinco años en Cancún; requisito que intentó cubrir –je- con la presentación de un contrato de arrendamiento en esta ciudad datado en enero del 2005, con lo que el propio Lenin Zenteno tuvo a bien extender la necesaria constancia de residencia.
La confianza del secretario municipal se basa en que él mismo, en agosto del 2008, para alcanzar la Secretaría de la comuna sustentó su residencia legal mediante un contrato inmobiliario avalado por Jorge Rodríguez Carrillo, entonces contralor municipal. La aprobación de los regidores se logró a duras penas con los votos del Prd. Corrían los tiempos de ventura del hoy opaco Cabildo Sky -pago por evento.
Como muy sabrosa anécdota, tras la sesión, Latifa Musa, a la sazón sólo regidora, señaló que el nombramiento “podría prestarse a suspicacias”, y que “cuando menos Lenin debió presentar su credencial de elector, pero nueve de mis compañeros lo aprobaron y eso sí que ya es responsabilidad de ellos mismos”
El problema para el descontralorado Gálvez Mújica, y por lo que de muy poco o nada servirán los oficios de su bien vestido y mejor peinado manager, es que en mayo del 2008, según acta de la Dirección Ejecutiva de Administración del Gobierno de la Ciudad de México, él fungía como “Contralor Interno en la Jefatura de Gobierno del Distrito Federal”. La ubicuidad sólo se le puede reconocer a San Gregorio.
Mas el asunto no termina aquí, pues en el teje y maneje que se hiciera con documentos oficiales para dar supuesta antigüedad al aspirante, tanto el que firmó la constancia de residencia con documento falsos como el que giró los propios documentos falsos -marrulleros ambos- incurrieron en faltas al Código Penal del Estado de Quintana Roo, específicamente a los artículos 189 y189 Bis…
Mejor pensado, bien hacen las féminas de la alcaldía en cebarse en la vestimenta de Lenin y de paso, si llega el caso, en la del recién llegado Juan Carlos, pues en las sanciones de que hablan los artículos, se usan palabrejas como cárcel, multa, pena y ya basta con el caso Nayarit. Total, aún no se enlistan marcas como Gucci, Christian Dior, Lacoste y but of curse, Carolaina Gerrerra.
Un lector de esta columna hizo llegar un singular texto en el que da cuenta de horrible pesadilla: “Lenin, con sutil agudeza coloca sus fichas para gobernar tras bambalinas y pone a Karín de la Rosa Peláez en el Jurídico; Juan Carlos Gálvez en la Contraloría; Mauricio Amezcua en Fiscalización y Edgar Bolio Andrade en Catastro y en medio de todos ellos, Latifa de presidente…”.
El pobre corresponsal escribió su delirio como conjuro, luego de noches sin dormir. Lo que más le angustia -dice- es la posibilidad de que el sueño cristalice. “Son los personajes a través de los cuales él se allega recursos frescos que le dan enorme margen de maniobra con independencia de que a la vez transmite un aliento económico meta constitucional a la presidenta espuria, que se deja querer…”
Pobre hombre, un miedo así no lo vislumbró siquiera el mismo Edgar A. Poe. “¿De qué tamaño son las cifras que se manejan?, sólo ellos lo saben, pero deben de ser muchos ceros para que se arriesguen a terminar en prisión”. El paciente indica que sus terrores iniciaron el pasado 12 de junio, tras la sentencia del Trife en que se anunció la ausencia definitiva del presidente municipal y no se llamó a su suplente.
La sombra de Canaval.
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