*CALDERÓN Y CAMACHO ¿GANARON O PERDIERON?
Por: Juan Chávez
(AGENCIA NOTISIFA) Antes de que los resultados fueran oficializados por los institutos electorales estatales, el presidente Calderón, unas horas después de los conteos preliminares, se aventó el riflazo de felicitar a candidatos ganadores.
Es decir, el 5 de julio, cuatro aspirantes priístas y tres de la alianza opositora –PRD-PAN y partiditos aláteres- estaban recibiendo ya la bendición de Los Pinos.
Bajo el pretexto del trabajo institucional, lo que digan los institutos electorales de Oaxaca, Puebla, Sinaloa, Chihuahua, Quintana Roo, Tlaxcala y Tamaulipas vale grillo. El Presidente los validó al día siguiente de las elecciones y punto. No hay más. Algo así como solo mis chicharrones truenan.
¿Moderno caciquismo?
El PAN, como PAN, no ganó. El PRD, como tal, tampoco. Ambos vencieron en forma compartida. Los ismos de las ideologías fueron mandados a la china Hilaria… aunque en los tres estados que los aliancistas conquistaron hayan utilizado a ex priístas desahuciados por su propio partido.
Va haber mucho después de ese arrebato institucional. Primero, antes que cualquier otra reflexión, ¿cómo se va a gobernar? Segundo, el PRI no se va a dar el lujo de que los aliancistas sigan aliados y “les ganen nuevos territorios”.
Es decir, como la guerra contra el narco, el PRI y la liga PAN-PRD alentada por la casa presidencial están en plena disputa por los territorios del poder.
El año entrante estará en juego el estado de México, que es la tirada del perredismo y panismo que también quieren embuchacarse toreando a alalimón … aunque luego se suelten de la mano para ir cada uno por su lado para La Grande en 2012.
Calderón va a tener dos años muy pesados para sacar apretadamente su sexenio. El PRI no va a darle “más chance” aunque el mandatario, en su triunfalismo, le haya reconocido cuatro victorias... a primera hora.
Pero el PRI, si no se vuelve monolítico, también la va a ver negra para nominar primero a su aspirante y luego, llevarlo a Los Pinos de acuerdo con “el sueño de regreso” que se trae.
Manlio Fabio Beltrones se salió con la suya, dicen los conocedores, y metió a Mario López Velarde Malova vía alianza PRD-PAN porque el PRI prefirió inclinarse por el perdedor Jesús Vizcarra que era el “gallo” del gobernador Padilla.
También metió a Carlos Lozano en Aguascalientes y aunque en Puebla con Rafael Moreno Valle por los aliancistas dominó el poder de poderes de la dirigente vitalicia del SNTE Elba Esther Gordillo, Enrique Peña Nieto y Beatriz Paredes resultaron los damnificados del huracán Oaxaca.
Todo, por escuchar lo que a los oídos les soplaron Mario Marín y Ulises Ruiz. Y es que una cosa es que López Zavala y Eviel Pérez, como diputados hayan sido ungidos coordinadores de las diputaciones de Puebla y Oaxaca y otra, muy seria por cierto, ir tras la gubernatura.
En Puebla, por ejemplo, el PRI no hubiera tenido mayor problema si manda a la alcaldesa poblana Blanca Alcalá a frenar al amarillo-azul Moreno Valle.
Oaxaca, con Gabino Cué en el Palacio de Gobierno, de gema de la corona electoral, puede pasar a escenario inestable de una democracia que salió bien golpeada del proceso electoral que debió tener su clímax el 4 de julio y que, según se ve, va a tocar los umbrales del 2012.
Cué ya invitó para el 1 de diciembre a Calderón y López Obrador a su toma de posesión. Lo ha hecho de lengua… porque todavía ni siquiera ha sido nombrado gobernador electo. Pero vamos, tampoco hay que quedarse en los formulismos para preveer lo que Oaxaca va a ser: un jaloneo de AMLO para cobrar, para su campaña, el recorrido que hizo por toda la entidad llevando de la mano a Gabino.
Allá va haber una estira y afloje violentísimo que sacudirá a todo el país.
Ahora, se trata de meter a las conciencias ciudadanas que PAN y PRD pueden ser aliados en los procesos electorales… pero no en los gobiernos. La cultura política mexicana todavía no da para tanto, aunque se canten himnos a la democracia y al pluralismo.
¿Quién ganó, quién perdió? Probablemente el arquitecto de la tenebrosa alianza PRD-PAN, Manuel Camacho Solís que va a seguir impulsándolas para comprar boleto para el 2012, como candidato aliancista a la Presidencia, resulte el gran ganador. O qué ¿hay que suponer que ya no respira por la herida que le abrió Carlos Salinas al mandar a Colosio a la candidatura tricolor de 1994 que terminó con la ejecución del sonorense en Lomas Taurinas?
¿Será la vuelta al poder del “grupo compacto de Los Toficos”?
Calderón es el gran perdedor de la jornada. Eso surgirá en el correr de los meses que vienen. Lo veremos.
(AGENCIA NOTISIFA) Antes de que los resultados fueran oficializados por los institutos electorales estatales, el presidente Calderón, unas horas después de los conteos preliminares, se aventó el riflazo de felicitar a candidatos ganadores.
Es decir, el 5 de julio, cuatro aspirantes priístas y tres de la alianza opositora –PRD-PAN y partiditos aláteres- estaban recibiendo ya la bendición de Los Pinos.
Bajo el pretexto del trabajo institucional, lo que digan los institutos electorales de Oaxaca, Puebla, Sinaloa, Chihuahua, Quintana Roo, Tlaxcala y Tamaulipas vale grillo. El Presidente los validó al día siguiente de las elecciones y punto. No hay más. Algo así como solo mis chicharrones truenan.
¿Moderno caciquismo?
El PAN, como PAN, no ganó. El PRD, como tal, tampoco. Ambos vencieron en forma compartida. Los ismos de las ideologías fueron mandados a la china Hilaria… aunque en los tres estados que los aliancistas conquistaron hayan utilizado a ex priístas desahuciados por su propio partido.
Va haber mucho después de ese arrebato institucional. Primero, antes que cualquier otra reflexión, ¿cómo se va a gobernar? Segundo, el PRI no se va a dar el lujo de que los aliancistas sigan aliados y “les ganen nuevos territorios”.
Es decir, como la guerra contra el narco, el PRI y la liga PAN-PRD alentada por la casa presidencial están en plena disputa por los territorios del poder.
El año entrante estará en juego el estado de México, que es la tirada del perredismo y panismo que también quieren embuchacarse toreando a alalimón … aunque luego se suelten de la mano para ir cada uno por su lado para La Grande en 2012.
Calderón va a tener dos años muy pesados para sacar apretadamente su sexenio. El PRI no va a darle “más chance” aunque el mandatario, en su triunfalismo, le haya reconocido cuatro victorias... a primera hora.
Pero el PRI, si no se vuelve monolítico, también la va a ver negra para nominar primero a su aspirante y luego, llevarlo a Los Pinos de acuerdo con “el sueño de regreso” que se trae.
Manlio Fabio Beltrones se salió con la suya, dicen los conocedores, y metió a Mario López Velarde Malova vía alianza PRD-PAN porque el PRI prefirió inclinarse por el perdedor Jesús Vizcarra que era el “gallo” del gobernador Padilla.
También metió a Carlos Lozano en Aguascalientes y aunque en Puebla con Rafael Moreno Valle por los aliancistas dominó el poder de poderes de la dirigente vitalicia del SNTE Elba Esther Gordillo, Enrique Peña Nieto y Beatriz Paredes resultaron los damnificados del huracán Oaxaca.
Todo, por escuchar lo que a los oídos les soplaron Mario Marín y Ulises Ruiz. Y es que una cosa es que López Zavala y Eviel Pérez, como diputados hayan sido ungidos coordinadores de las diputaciones de Puebla y Oaxaca y otra, muy seria por cierto, ir tras la gubernatura.
En Puebla, por ejemplo, el PRI no hubiera tenido mayor problema si manda a la alcaldesa poblana Blanca Alcalá a frenar al amarillo-azul Moreno Valle.
Oaxaca, con Gabino Cué en el Palacio de Gobierno, de gema de la corona electoral, puede pasar a escenario inestable de una democracia que salió bien golpeada del proceso electoral que debió tener su clímax el 4 de julio y que, según se ve, va a tocar los umbrales del 2012.
Cué ya invitó para el 1 de diciembre a Calderón y López Obrador a su toma de posesión. Lo ha hecho de lengua… porque todavía ni siquiera ha sido nombrado gobernador electo. Pero vamos, tampoco hay que quedarse en los formulismos para preveer lo que Oaxaca va a ser: un jaloneo de AMLO para cobrar, para su campaña, el recorrido que hizo por toda la entidad llevando de la mano a Gabino.
Allá va haber una estira y afloje violentísimo que sacudirá a todo el país.
Ahora, se trata de meter a las conciencias ciudadanas que PAN y PRD pueden ser aliados en los procesos electorales… pero no en los gobiernos. La cultura política mexicana todavía no da para tanto, aunque se canten himnos a la democracia y al pluralismo.
¿Quién ganó, quién perdió? Probablemente el arquitecto de la tenebrosa alianza PRD-PAN, Manuel Camacho Solís que va a seguir impulsándolas para comprar boleto para el 2012, como candidato aliancista a la Presidencia, resulte el gran ganador. O qué ¿hay que suponer que ya no respira por la herida que le abrió Carlos Salinas al mandar a Colosio a la candidatura tricolor de 1994 que terminó con la ejecución del sonorense en Lomas Taurinas?
¿Será la vuelta al poder del “grupo compacto de Los Toficos”?
Calderón es el gran perdedor de la jornada. Eso surgirá en el correr de los meses que vienen. Lo veremos.
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