Por Jesica Villegas Medina
Al tiempo que te recuestas, tus músculos se tensan. Lo apartas por un momento buscando una excusa, pero el se rehúsa a retirarse.
Te pregunta si estás asustada y tú niegas con tu cabeza.
Han tenido mas experiencia pero esta es la primera vez que el dedo de él ha encontrado el lugar correcto profundamente y tú tiemblas, tu cuerpo se tensa, pero el es suave, tal como había prometido que sería.
Mira profundamente tus ojos y te dice que confíes en él, él ha hecho esto muchas veces.
Su sonrisa te relaja y tú abres más para darle acceso para una entrada más difícil.
Tú comienzas a pedir y rogar que se apure pero él, lentamente se toma su tiempo esperando causarte el menor dolor posible.
A medida que el se acerca y va mas profundo, el dolor aparece por todo tu cuerpo y sientes que sale sangre mientras él continúa.
El te mira y te pregunta si es muy doloroso.
Tus ojos están llenos de lágrimas, con tu cabeza contestas que no y le indicas que siga adelante.
Él empieza moviendo para adentro y para afuera con habilidad, pero tú estás demasiado dentro de ti.
Después de unos pocos momentos frenéticos, tu sientes algo que revienta dentro de ti y el lo jala hacia fuera, tú te recuestas jadeando y contenta de que haya terminado.
Él te mira y corriendo cálidamente te dice (riéndose para sí mismo) que tu has sido la más difícil pero muy gratificante experiencia.
Tú sonríes y le agradeces a tu dentista. Después de todo, esta era la
primera vez que te sacaban un diente.
Je,je,je, ¿Qué pensaste?...
Te pregunta si estás asustada y tú niegas con tu cabeza.
Han tenido mas experiencia pero esta es la primera vez que el dedo de él ha encontrado el lugar correcto profundamente y tú tiemblas, tu cuerpo se tensa, pero el es suave, tal como había prometido que sería.
Mira profundamente tus ojos y te dice que confíes en él, él ha hecho esto muchas veces.
Su sonrisa te relaja y tú abres más para darle acceso para una entrada más difícil.
Tú comienzas a pedir y rogar que se apure pero él, lentamente se toma su tiempo esperando causarte el menor dolor posible.
A medida que el se acerca y va mas profundo, el dolor aparece por todo tu cuerpo y sientes que sale sangre mientras él continúa.
El te mira y te pregunta si es muy doloroso.
Tus ojos están llenos de lágrimas, con tu cabeza contestas que no y le indicas que siga adelante.
Él empieza moviendo para adentro y para afuera con habilidad, pero tú estás demasiado dentro de ti.
Después de unos pocos momentos frenéticos, tu sientes algo que revienta dentro de ti y el lo jala hacia fuera, tú te recuestas jadeando y contenta de que haya terminado.
Él te mira y corriendo cálidamente te dice (riéndose para sí mismo) que tu has sido la más difícil pero muy gratificante experiencia.
Tú sonríes y le agradeces a tu dentista. Después de todo, esta era la
primera vez que te sacaban un diente.
Je,je,je, ¿Qué pensaste?...
Bueno me despido de ustedes, amantes de los bueno y excelentes artículos, como el mio, esperando haberles hecho el día entrenido, matado el mal humor, arrancandoles una sonrisa de sus bellos y hermosos rostros. Pues recuerden mi e-mail para sus comentarios, críticas, recuerdos de 10 mayo, Para que el Director de este periódico no me corra, para contarme chistes, penas y sugerencias para esta columna. jesvi_lr@yahoo.com.mx
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