Por: Juan Chavez
(AGENCIA NOTISIFA) Dos días, sólo dos días, se llevó el Congreso Constituyente para debatir y aprobar el artículo 27 constitucional. El país había enfrentado la sangrienta revolución que costó un millón de muertos a los mexicanos.
La lucha armada, iniciada por Madero, concluía con un Carranza que había convocado a los liberales y conservadores a integrar ese Congreso Constituyente, con diputados de todas las provincias mexicanas.
No eran tiempos de fast track por supuesto. Pero los constituyentes se encerraron dos meses en Querétaro, y en intentos debates en el Teatro de la República, aprobaron la Constitución de 1917.
Diciembre de 1916 y enero de 1917 fueron los meses que los constituyentes se fijaron para dotar a México de la nueva Carta Magna que sustituyó a la de 1857.
Hoy, 90 años después, los izquierdistas del FAP exigen cinco meses para debatir la iniciativa del presidente Calderón para fortalecer a Petróleos Mexicanos y han inmerso al país en un golpe de estado al paralizar al Congreso de la Unión.
Haber secuestrado a las cámaras de senadores y de diputados es un desafío que cae claramente en una temeraria insurrección que parece dirigida a provocar al Ejecutivo Federal.
¿Se imagina si llega haber sangre en un enfrentamiento en la insurrección callejera de las huestes fanáticas que siguen al “legítimo”?
El asalto a las tribunas de San Lázaro y Xicoténcatl es una acción que el Código Penal Federal sanciona. No hay fuero que salve a los diputados y senadores de PRD, PT y Convergencia.
Pero ¿quién es capaz de fincar la denuncia? Los fapistas incurrieron en ilícitos tipificados en la ley penal: sedición, motín y rebelión.
Al abordaje, gritaron los coordinadores del PRD Carlas Navarrete en el Senado y Javier González Garza en la Cámara de Diputados y los piratas de Andrés López se montaron en las tribunas.
Izaron velas: la manta de 18 metros de largo que dicta la clausura para el Congreso. La ley, les importó rábano.
Pero vienen los plazos. La Ley Orgánica del Congreso de la Unión fija que la cámara de origen, en este caso el Senado, tiene 20 días a partir de recibir la iniciativa, para dictaminarla. Si no lo hace, deberá pasar el proyecto a la colegisladora, que deberá cumplir con el trámite a riesgo de que si ésta no lo hace, la iniciativa se pasará un año en la “congeladora”.
Ese es el “jueguito” que se trae el “mesías legíutimo” en su muy particular visión “en defensa del petróleo”.
La iniciativa de Calderón, no es cosa del otro mundo. Es apenas una aspirina que a lo mejor ni resulta suficiente para aliviar el dramático cuadro que pintan las finanzas de la empresa paraestatal.
Un dato revelador: En 2007 Pemex ganó 550 mil millones de pesos antes de pago de derechos e impuestos; luego de cumplir con la feroz “Lolita” de Hacienda, salió perdiendo 16 mil millones.
Al final del día hay que ver lo que los izquierdistas de Querétaro hicieron en sólo dos meses y lo que el PRD de Andresito y sus aláteres pretenden se haga en cinco meses por sus calzones.
La lucha armada, iniciada por Madero, concluía con un Carranza que había convocado a los liberales y conservadores a integrar ese Congreso Constituyente, con diputados de todas las provincias mexicanas.
No eran tiempos de fast track por supuesto. Pero los constituyentes se encerraron dos meses en Querétaro, y en intentos debates en el Teatro de la República, aprobaron la Constitución de 1917.
Diciembre de 1916 y enero de 1917 fueron los meses que los constituyentes se fijaron para dotar a México de la nueva Carta Magna que sustituyó a la de 1857.
Hoy, 90 años después, los izquierdistas del FAP exigen cinco meses para debatir la iniciativa del presidente Calderón para fortalecer a Petróleos Mexicanos y han inmerso al país en un golpe de estado al paralizar al Congreso de la Unión.
Haber secuestrado a las cámaras de senadores y de diputados es un desafío que cae claramente en una temeraria insurrección que parece dirigida a provocar al Ejecutivo Federal.
¿Se imagina si llega haber sangre en un enfrentamiento en la insurrección callejera de las huestes fanáticas que siguen al “legítimo”?
El asalto a las tribunas de San Lázaro y Xicoténcatl es una acción que el Código Penal Federal sanciona. No hay fuero que salve a los diputados y senadores de PRD, PT y Convergencia.
Pero ¿quién es capaz de fincar la denuncia? Los fapistas incurrieron en ilícitos tipificados en la ley penal: sedición, motín y rebelión.
Al abordaje, gritaron los coordinadores del PRD Carlas Navarrete en el Senado y Javier González Garza en la Cámara de Diputados y los piratas de Andrés López se montaron en las tribunas.
Izaron velas: la manta de 18 metros de largo que dicta la clausura para el Congreso. La ley, les importó rábano.
Pero vienen los plazos. La Ley Orgánica del Congreso de la Unión fija que la cámara de origen, en este caso el Senado, tiene 20 días a partir de recibir la iniciativa, para dictaminarla. Si no lo hace, deberá pasar el proyecto a la colegisladora, que deberá cumplir con el trámite a riesgo de que si ésta no lo hace, la iniciativa se pasará un año en la “congeladora”.
Ese es el “jueguito” que se trae el “mesías legíutimo” en su muy particular visión “en defensa del petróleo”.
La iniciativa de Calderón, no es cosa del otro mundo. Es apenas una aspirina que a lo mejor ni resulta suficiente para aliviar el dramático cuadro que pintan las finanzas de la empresa paraestatal.
Un dato revelador: En 2007 Pemex ganó 550 mil millones de pesos antes de pago de derechos e impuestos; luego de cumplir con la feroz “Lolita” de Hacienda, salió perdiendo 16 mil millones.
Al final del día hay que ver lo que los izquierdistas de Querétaro hicieron en sólo dos meses y lo que el PRD de Andresito y sus aláteres pretenden se haga en cinco meses por sus calzones.
Aquellos diputados de izquierda salían de la lucha fraticida más sangrienta del siglo XX. Los de ahora, en su circo callejero, están frenando el avance de México.
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