*LA IDEA DE LA EDUCACIÓN EN EL “DOCTOR HONORIS CAUSA” POR LA UQROO
POR JOSÉ HUGO TREJO
(AGENCIA NOTISIFA) Hace veinte años conocí de vista al doctor Miguel Borge Martín. Me lo topé de golpe en el ascensor del edificio “Paris” de la calle “5 de Mayo” de la ciudad de México, en el que ocupaba un espacio la representación del Gobierno del Estado de Quintana Roo. Estaba solo con su figura larga y desgarbada y con un portafolio colgando del brazo izquierdo. Iba pensativo, absorto, metido en sí mismo. Era yo un estudiante universitario que acudía cada mes a ver a don Delio Villanueva, entonces encargado de dicha oficina, para ver si ya había llegado el dinero de la beca con la que aligeraba un poco la carga económica de mis estudios.
En 1989 el doctor Borge Martín el doctor Borge Martín iba por su tercer año de gestión como gobernador de Quintana Roo. Sin embargo, en ese ascensor estaba despojado, como siempre lo ha estado y ahora lo corroboro, despojado de esa aura de poder con la que se inviste la mayoría de los políticos cuando asumen cargos de tal importancia.
En aquella ocasión Don Miguel me saludó con un ligero movimiento de cabeza, como regularmente se hace cuando cruzamos la mirada con algún desconocido que nos pone un poco de atención, y salió del ascensor para sumergirse como un quijote caribeño entre la multitud de peatones que deambulaban en el centro histórico de la capital del país.
No volví a topármelo hasta hace ahora unos meses en que tuve el gusto y el privilegio de departir con Don Miguel y otros amigos en una mesa en la que compartimos bebidas y alimento, ideas y chascarrillos. Y fue precisamente en esa ocasión que me enteré del otorgamiento del “Doctor Honoris Causa” por parte de la Universidad de Quintana Roo, Uqroo, “La Nueva Universidad Mexicana” que él fundó para regocijo de los quintanarroenses de antaño y para abrir mayores expectativas de desarrollo profesional y de formación humanística a los hombres y mujeres del presente y del futuro.
Como gobernador de Quintana Roo que fue entre 1987 y 1993, Don Miguel Borge Martín, siempre ponderó por sobre todas las cosas el fomento de la educación, de la cultura y las artes. Mucha fue su obra y su acción como gobernante en esas áreas; sin embargo la Uqroo le debía el reconocimiento que recibió el viernes pasado, tan sólo por ser su creador, por haber tenido la idea y la obcecación de crear una instancia de educación superior como lo es hoy la “Nueva Universidad Mexicana”, pese a que pocos creían en el proyecto y muchos se resistían a su realización.
Y fue precisamente en el evento donde se le otorgó el “Doctor Honoris Causa” de la Uqroo, que Don Miguel Borge reiteró su convicción sobre la importancia que tiene la educación no sólo para desarrollar el intelecto y la formación profesional de los individuos, sino para eliminar las asimetrías sociales y económicas que tanto padece la sociedad mexicana.
Don Miguel Borge Martín, habló de manera muy convincente y racional, sobre la necesidad de perfeccionar el articulado constitucional, específicamente el artículo 3º para convertir el derecho de los mexicanos a tener acceso a la educación, en una obligación del Estado mexicano a proporcionarla a todos los habitantes del país y en todos los niveles educativos:
“En lo personal, me parece que ese artículo 3º debiera comenzar diciendo algo así como: Es una obligación del Estado ofrecer educación a todos los habitantes del país, en todos los niveles, destinando los recursos presupuestales que se requieran, para dar satisfacción a este derecho inalienable de los mexicanos”.
“Sí, la educación es un derecho innato de todos los mexicanos, pero debe ser impuesto por la Sociedad como una obligación del Estado, para garantizar la igualdad de todos sus miembros”.
“No deben recibir el mismo tratamiento el derecho a la vivienda o a la salud y el derecho a la educación, por citar dos casos. La vivienda y la salud son aspiraciones sociales, pero la educación está antes; es un imperativo básico para que la sociedad pueda tener la capacidad de hacer realidad sus aspiraciones a la salud, a la vivienda y a todas las demás.
“No debemos dejar que la educación dependa de la buena voluntad de los gobernantes. Menos aún la debemos dejar de las manos del azar o del bien común.
“La educación para todos, debe ser un mandato social ineludible, establecido claramente en nuestra Carta Magna, para poder construir un país de `iguales´ , con capacidad para transitar exitosamente los caminos del futuro”.
Pocas veces es escuchado un discurso así, con ideas y propuestas tan claras como profundas, de boca de un político, porque Don Miguel Borge lo es y de los más grandes que ha dado Quintana Roo, no por en número y el nivel de los cargos públicos que haya ostentado; pero sí por la obra y la huella con que marcó su gestión como gobernante, así como por las ideas del estadista reposado con las que pueda encausar a los gobernantes del futuro.
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