*Proyecto de decreto que reforma la fracción X al artículo 7 de la Ley General de Educación.
(AGENCIA NOTISIFA) En su intervención del Diputado Francisco Javier Murillo Flores de la Comisión Educación Pública y Servicios Educativos para fundamentar una modificación a la fracción X del artículo 7 de la Ley General de Educación. En virtud de que la Comisión de Educación Pública y Servicios Educativos de la Cámara de Diputados recibió propuesta del Senado de modificar dicha fracción con el propósito de que el tema de la prevención de adicciones sea considerado como uno de los fines de la educación, complementando el concepto de vicio que se incluye ya en la actualidad.
Esta comisión reconoce que el tabaquismo, el alcoholismo y el uso de sustancias sicoactivas, entre otras las adicciones, constituyen un problema de salud pública que no puede ser soslayado por ningún gobierno que busque el bienestar de sus gobernados y que su intervención es determinante para evitar que las adicciones dañen el tejido social.
De acuerdo con los datos del Consejo Nacional contra las Adicciones, en nuestro país la edad de inicio del consumo de algún tipo de sustancia adictiva inicia entre los 12 y 13 años de edad, sobre todo el tabaco y el alcohol, aunque existen muchos jóvenes que se inician directamente en las drogas.
Se sabe además que las personas que se hacen adictas al tabaquismo o al consumo de las bebidas alcohólicas, en edad temprana, tienen una mayor propensión a optar por otro tipo de productos, como la marihuana o algún producto estimulante, alucinógeno, depresivo o hasta de aquéllos que generan la pérdida plena de la conciencia.
En México, el fenómeno de la adicción se ha incrementado en la última década de manera significativa. De acuerdo con la encuesta nacional de adicciones, al menos 33 millones de personas consumen bebidas alcohólicas de manera regular. De entre ellos, 3.5 millones de adolescentes de 12 y 17 años de edad las probó en algún momento durante el año previo. Pero el dato más preocupante, el índice de consumo entre los adolescentes se incrementó de 22 por ciento a 34 por ciento entre 1998 y 2006.
En relación con el consumo de tabaco, se estima que 16 por ciento de la población es fumadora, alrededor de 17 millones de personas, de los cuales 1 millón y medio son jóvenes de entre 12 y 17 años. Aunque 41 por ciento de la población encuestada admite haber fumado alguna vez en su vida. El problema de la drogadicción representa un mayor riesgo en el mediano plazo, frente a otro tipo de adicciones.
De acuerdo con los datos aportados en las exposiciones de motivos de las iniciativas, 5.03 por ciento de las personas encuestadas admite haber consumido algún tipo de droga ilegal en su vida y entre los jóvenes de 12 y 18 años de edad, alrededor de 220 mil las han consumido. Tal circunstancia revela la cercanía y fácil acceso a las drogas en el entorno de los jóvenes.
Compañeros, ese es un tema muy delicado que afecta a nuestros jóvenes y, por sus edades, casi a nuestros niños. Hasta ahora las acciones realizadas para combatir esta problemática han sido predominantemente en el aspecto correctivo y policías fuertemente armados han protegido a la sociedad de las acciones violentas e impredecibles de los adictos convertidos en delincuentes.
En nuestra opinión, es indispensable complementar estas acciones con otras de tipo preventivo orientadas hacia los escenarios que protejan a la familia y a la escuela. De esta manera, a juicio de la comisión, de esta Comisión de Educación Pública y Servicios Educativos, la inclusión del concepto de adicciones en la fracción X del artículo 7o. amplía y actualiza el contenido actual de esta fracción, que contempla el concepto de vicio. Estamos convencidos que la educación es un fundamental auxiliar y detonante para la prevención de estos riesgos y peligros para nuestra juventud y niñez.
La Comisión de Educación Pública y Servicios Educativos considera indispensable que las adicciones se mantengan en el ámbito de competencia, control y atención de las adicciones que la ley establece para cada dependencia del sector público; sin embargo, debido a que reconoce la importancia de la colaboración y la concurrencia de acciones de distintas dependencias y entidades públicas, se propone la modificación de la fracción X del artículo 7o. de la Ley General de Educación, para que el tema de la prevención de adicciones sea considerado como uno de los fines de la educación y se le dé certeza jurídica a esta política pública de vital importancia en nuestro país.
(AGENCIA NOTISIFA) En su intervención del Diputado Francisco Javier Murillo Flores de la Comisión Educación Pública y Servicios Educativos para fundamentar una modificación a la fracción X del artículo 7 de la Ley General de Educación. En virtud de que la Comisión de Educación Pública y Servicios Educativos de la Cámara de Diputados recibió propuesta del Senado de modificar dicha fracción con el propósito de que el tema de la prevención de adicciones sea considerado como uno de los fines de la educación, complementando el concepto de vicio que se incluye ya en la actualidad.
Esta comisión reconoce que el tabaquismo, el alcoholismo y el uso de sustancias sicoactivas, entre otras las adicciones, constituyen un problema de salud pública que no puede ser soslayado por ningún gobierno que busque el bienestar de sus gobernados y que su intervención es determinante para evitar que las adicciones dañen el tejido social.
De acuerdo con los datos del Consejo Nacional contra las Adicciones, en nuestro país la edad de inicio del consumo de algún tipo de sustancia adictiva inicia entre los 12 y 13 años de edad, sobre todo el tabaco y el alcohol, aunque existen muchos jóvenes que se inician directamente en las drogas.
Se sabe además que las personas que se hacen adictas al tabaquismo o al consumo de las bebidas alcohólicas, en edad temprana, tienen una mayor propensión a optar por otro tipo de productos, como la marihuana o algún producto estimulante, alucinógeno, depresivo o hasta de aquéllos que generan la pérdida plena de la conciencia.
En México, el fenómeno de la adicción se ha incrementado en la última década de manera significativa. De acuerdo con la encuesta nacional de adicciones, al menos 33 millones de personas consumen bebidas alcohólicas de manera regular. De entre ellos, 3.5 millones de adolescentes de 12 y 17 años de edad las probó en algún momento durante el año previo. Pero el dato más preocupante, el índice de consumo entre los adolescentes se incrementó de 22 por ciento a 34 por ciento entre 1998 y 2006.
En relación con el consumo de tabaco, se estima que 16 por ciento de la población es fumadora, alrededor de 17 millones de personas, de los cuales 1 millón y medio son jóvenes de entre 12 y 17 años. Aunque 41 por ciento de la población encuestada admite haber fumado alguna vez en su vida. El problema de la drogadicción representa un mayor riesgo en el mediano plazo, frente a otro tipo de adicciones.
De acuerdo con los datos aportados en las exposiciones de motivos de las iniciativas, 5.03 por ciento de las personas encuestadas admite haber consumido algún tipo de droga ilegal en su vida y entre los jóvenes de 12 y 18 años de edad, alrededor de 220 mil las han consumido. Tal circunstancia revela la cercanía y fácil acceso a las drogas en el entorno de los jóvenes.
Compañeros, ese es un tema muy delicado que afecta a nuestros jóvenes y, por sus edades, casi a nuestros niños. Hasta ahora las acciones realizadas para combatir esta problemática han sido predominantemente en el aspecto correctivo y policías fuertemente armados han protegido a la sociedad de las acciones violentas e impredecibles de los adictos convertidos en delincuentes.
En nuestra opinión, es indispensable complementar estas acciones con otras de tipo preventivo orientadas hacia los escenarios que protejan a la familia y a la escuela. De esta manera, a juicio de la comisión, de esta Comisión de Educación Pública y Servicios Educativos, la inclusión del concepto de adicciones en la fracción X del artículo 7o. amplía y actualiza el contenido actual de esta fracción, que contempla el concepto de vicio. Estamos convencidos que la educación es un fundamental auxiliar y detonante para la prevención de estos riesgos y peligros para nuestra juventud y niñez.
La Comisión de Educación Pública y Servicios Educativos considera indispensable que las adicciones se mantengan en el ámbito de competencia, control y atención de las adicciones que la ley establece para cada dependencia del sector público; sin embargo, debido a que reconoce la importancia de la colaboración y la concurrencia de acciones de distintas dependencias y entidades públicas, se propone la modificación de la fracción X del artículo 7o. de la Ley General de Educación, para que el tema de la prevención de adicciones sea considerado como uno de los fines de la educación y se le dé certeza jurídica a esta política pública de vital importancia en nuestro país.
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