*2009, MÁS NUBARRONES
Por:Juan Chavez
(AGENCIA NOTISIFA) La inseguridad incide negativamente en el desarrollo nacional
El 2009, según analistas del Banco de México (Banxico), será otro año de nubarrones para el país.
El crecimiento económico será de bajo nivel y la generación de empleos decrecerá.
Para colmo, el envío de remesas por parte de los connacionales que se parten el alma al otro lado del río Bravo, seguirá desinflándose.
La economía nacional, con reforma o sin reforma petrolera, seguirá colgada del “oro negro” que para acabarla de amolar, sigue bajando en producción y precios..
Sin remedio, el país vivirá otro año lleno de violencia, el crimen organizado seguirá montado en su macho y en medio, sí, a la mitad del año las elecciones federales con el desahogo, en la misma fecha –5 de julio-, de 6 gubernaturas.
La ciudadanía, sin duda, hará el más escandaloso fuchi al proceso electoral, en un gráfico paso de rechazo a la partidocracia y al monopolio que del poder ejerce y, más que nada, por el abandono de la clase política a esa sociedad frustrada, dolida y secuestrada por el hampa.
El sector privado sostiene que el delito le cuesta a la nación 130 mil millones de dólares al año, algo así como el 15 por ciento del PIB. Un billón y medio de pesos, para que se entienda: mil millones de millones 500 mil millones de pesos.
Leer tal cifra cuesta trabajo, quizá por eso el secretario de Hacienda, Agustín Carstens la adelgazó y la ubico en 1 % del PIB, esto es 100 mil millones de pesos.
Una u otra cifra, la que a usted se le antoje, es lo que a México le sale la inseguridad que flagela a la sociedad, Y que como se contemple, son un chingamadral de billetes.
Como quiera que sea, los pronósticos para el año que viene, no son nada halagüeños.
Más bien, son oscuros.
Banxico augura que la economía apenas observará un crecimiento de 2.89 por ciento, contra el 4.0 por ciento proyectado por la secretaría de Hacienda y que el empleo quedará rezagado.
De conformidad con la divisa de 1 % que el señor Carstens clavó al costo de la inseguridad, el Producto Interno Bruto (PIB), apenas si crecerá en algo así como 300 mil millones de pesos.
Eso y la carabina de Ambrosio es lo mismo.
Van a generarse, si bien nos va, 538 mil nuevas plazas formales, casi 300 mil menos de las proyectadas en diciembre 2007.
La carestía seguirá galopando al alza, despedazando el pobre poder adquisitivo de la clase trabajadora.
La inflación, que seguramente este año cerrará por ahí del seis por ciento, va a rebasar esta cifra en 2009, merced, más que nada, a la inminente eliminación del subsidio a los combustóleos y a un incremento del 12 por ciento a las tarifas eléctricas.
Total: seguiremos inseguros y económicamente más pobres. Eso será 2009. Más al costal de la desesperanza y frustración.
El 2009, según analistas del Banco de México (Banxico), será otro año de nubarrones para el país.
El crecimiento económico será de bajo nivel y la generación de empleos decrecerá.
Para colmo, el envío de remesas por parte de los connacionales que se parten el alma al otro lado del río Bravo, seguirá desinflándose.
La economía nacional, con reforma o sin reforma petrolera, seguirá colgada del “oro negro” que para acabarla de amolar, sigue bajando en producción y precios..
Sin remedio, el país vivirá otro año lleno de violencia, el crimen organizado seguirá montado en su macho y en medio, sí, a la mitad del año las elecciones federales con el desahogo, en la misma fecha –5 de julio-, de 6 gubernaturas.
La ciudadanía, sin duda, hará el más escandaloso fuchi al proceso electoral, en un gráfico paso de rechazo a la partidocracia y al monopolio que del poder ejerce y, más que nada, por el abandono de la clase política a esa sociedad frustrada, dolida y secuestrada por el hampa.
El sector privado sostiene que el delito le cuesta a la nación 130 mil millones de dólares al año, algo así como el 15 por ciento del PIB. Un billón y medio de pesos, para que se entienda: mil millones de millones 500 mil millones de pesos.
Leer tal cifra cuesta trabajo, quizá por eso el secretario de Hacienda, Agustín Carstens la adelgazó y la ubico en 1 % del PIB, esto es 100 mil millones de pesos.
Una u otra cifra, la que a usted se le antoje, es lo que a México le sale la inseguridad que flagela a la sociedad, Y que como se contemple, son un chingamadral de billetes.
Como quiera que sea, los pronósticos para el año que viene, no son nada halagüeños.
Más bien, son oscuros.
Banxico augura que la economía apenas observará un crecimiento de 2.89 por ciento, contra el 4.0 por ciento proyectado por la secretaría de Hacienda y que el empleo quedará rezagado.
De conformidad con la divisa de 1 % que el señor Carstens clavó al costo de la inseguridad, el Producto Interno Bruto (PIB), apenas si crecerá en algo así como 300 mil millones de pesos.
Eso y la carabina de Ambrosio es lo mismo.
Van a generarse, si bien nos va, 538 mil nuevas plazas formales, casi 300 mil menos de las proyectadas en diciembre 2007.
La carestía seguirá galopando al alza, despedazando el pobre poder adquisitivo de la clase trabajadora.
La inflación, que seguramente este año cerrará por ahí del seis por ciento, va a rebasar esta cifra en 2009, merced, más que nada, a la inminente eliminación del subsidio a los combustóleos y a un incremento del 12 por ciento a las tarifas eléctricas.
Total: seguiremos inseguros y económicamente más pobres. Eso será 2009. Más al costal de la desesperanza y frustración.
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