*FUTBOL Y PRÉSTAMO
(AGENCIA NOTISIFA) Va resultando, según versión del comentarista José Ramón Fernández, que el presidente Calderón le pidió al vasco Javier Aguirre, hacerse cargo de la selección mexicana, luego de la aplastante derrota que los verdes sufrieran ante Honduras (3-1).
Sostuvo el periodista, en agrio enfrentamiento verbal con Jesús Martínez (dueño del Pachuca), que el mandatario habló por teléfono con Aguirre para pedirle se hiciese cargo de la dirección técnica del equipo mexicano.
Ello, según la transmisión radiofónica, en tanto en el G-20, en Londres, Calderón desataba su discurso contra el proteccionismo y sumaba su voz a los acuerdos a que “los 20” adoptaran para sacar al mundo del abismo donde lo mantiene sumido la crisis económica global.
Medios acuerdos, diría el groserote de Nelly Castillo; muy lejos de las esperanzas con que el planeta siguió la aparición de Barack Obama en escenarios internacionales, que, por cierto, no libro nada bien.
Como quiera, Javier Aguirre es el nuevo entrenador y se espera (siempre se espera), que con él, México logre el ansiado boleto al mundial de Sudáfrica.
También se espera que con los 47 mil millones de dólares que el Fondo Monetario Internacional (FMI) otorgó a México en préstamo que no se considera de emergencia, el país empiece a enfilarse hacia otro panorama que no sea el de la crisis.
El préstamo se va a quedar ahí, quietecito, para “lo que pueda ofrecerse”, palabras más palabras menos, del secretario de Hacienda, Agustín Carstens.
Es decir, México tiene un “cochinito” lleno de dolariza que no va ser usada más que en caso de que la crisis nos esté ahorcando.
El crédito está preaprobado y de entrar a la siguiente etapa, lo gaste o no el gobierno, por muy flexible que sea, nos va a costar el pago de lo que se conoce como “servicio de la deuda”.
Hacienda que asegura no se va a utilizar, estima que al año el “cochinito” costará a México 127 millones de dólares.
El país parece entrar de nueva cuenta a la espiral del endeudamiento, como en 1995, que el Departamento del Tesoro nos paso corriente por más de 50 mil millones de los verdes, para salir del “error de diciembre”.
Con esa “línea flexible” de crédito se presume un blindaje financiero, sumada la reserva internacional de 80 mil millones de dólares y otros que andan por ahí, de 157 mil millones de los billetes verdes.
(AGENCIA NOTISIFA) Va resultando, según versión del comentarista José Ramón Fernández, que el presidente Calderón le pidió al vasco Javier Aguirre, hacerse cargo de la selección mexicana, luego de la aplastante derrota que los verdes sufrieran ante Honduras (3-1).
Sostuvo el periodista, en agrio enfrentamiento verbal con Jesús Martínez (dueño del Pachuca), que el mandatario habló por teléfono con Aguirre para pedirle se hiciese cargo de la dirección técnica del equipo mexicano.
Ello, según la transmisión radiofónica, en tanto en el G-20, en Londres, Calderón desataba su discurso contra el proteccionismo y sumaba su voz a los acuerdos a que “los 20” adoptaran para sacar al mundo del abismo donde lo mantiene sumido la crisis económica global.
Medios acuerdos, diría el groserote de Nelly Castillo; muy lejos de las esperanzas con que el planeta siguió la aparición de Barack Obama en escenarios internacionales, que, por cierto, no libro nada bien.
Como quiera, Javier Aguirre es el nuevo entrenador y se espera (siempre se espera), que con él, México logre el ansiado boleto al mundial de Sudáfrica.
También se espera que con los 47 mil millones de dólares que el Fondo Monetario Internacional (FMI) otorgó a México en préstamo que no se considera de emergencia, el país empiece a enfilarse hacia otro panorama que no sea el de la crisis.
El préstamo se va a quedar ahí, quietecito, para “lo que pueda ofrecerse”, palabras más palabras menos, del secretario de Hacienda, Agustín Carstens.
Es decir, México tiene un “cochinito” lleno de dolariza que no va ser usada más que en caso de que la crisis nos esté ahorcando.
El crédito está preaprobado y de entrar a la siguiente etapa, lo gaste o no el gobierno, por muy flexible que sea, nos va a costar el pago de lo que se conoce como “servicio de la deuda”.
Hacienda que asegura no se va a utilizar, estima que al año el “cochinito” costará a México 127 millones de dólares.
El país parece entrar de nueva cuenta a la espiral del endeudamiento, como en 1995, que el Departamento del Tesoro nos paso corriente por más de 50 mil millones de los verdes, para salir del “error de diciembre”.
Con esa “línea flexible” de crédito se presume un blindaje financiero, sumada la reserva internacional de 80 mil millones de dólares y otros que andan por ahí, de 157 mil millones de los billetes verdes.
La cifras alegres de Hacienda, sometidas a simples operaciones aritméticas, apenas si alcanzarían para poner en manos de cada uno de los 120 millones de mexicanos, algo así como 19 mil 625 pesos. Ese per capita sería... ¿suficiente, si Dios no nos agarra confesados, para enfrentar la crisis? Nos vemos el lunes 13.
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