martes, 10 de agosto de 2010

POLITICA DE 2 PATADAS

*INTELIGENCIA CALLEJERA

Por: Juan Cháves

(AGENCIA NOTISIFA) Eso y no otra cosa, es lo que el presidente Calderón pide a la sociedad: Que espíe y que denuncie dónde se reúnen los narcos, a quiénes de todos los gobiernos tienen “comprados” y que denuncien, que acusen.

En una palabra, que sustituyan la tarea de las policías y, más que nada, que le entren a los servicios de inteligencia en las calles, ante los tristes resultados del Cisen que es bueno para contabilizar en 28 mil los muertos que se registran en la guerra antinarco y dar pauta para que la secretaría de Gobernación, al día siguiente, nos recete definiciones de lo que son ejecuciones y meros homicidios producto de la violencia.

Total, de las reuniones del “Diálogo por la Seguridad” no hay nada positivo que obligue a pensar que las cosas van a cambiar y que nos encaminamos a una recuperación real de la tranquilidad y la paz social.

Se echaron las campanas a vuelo el martes que el Presidente aceptó atorarle a la ríspida cuestión de debatir la legalización de la producción y comercialización de las drogas, pero en Los Pinos, ese mismo día –miércoles 4 de julio- se expidió un boletín en el que se establecía que Felipe Calderón rechazaría la legalización.

Entonces ¿para qué debatir? ¿Qué caso tiene hacerlo si el Presidente, al final del día va a ejercer su facultad de veto? Tiempo perdido, tiempo en que la narcoguerra seguirá con sus ejecuciones diarias que según el Cisen, contabilizan 28 mil en lo que va del sexenio calderonista.

Esa cifra, por cierto, fue pretexto para que la secretaría de Gobernación se aventara otro oso al declarar que no hay discrepancia entre los 24 mil muertes que maneja la PGR y los 28 mil que el organismo de inteligencia registra.

Para la Segob unas son las cifras de ejecuciones -24,838- y otra muy distinta la de muertos en enfrentamiento y agresión -2,685.

Total, y como en toda guerra, no hay claridad en las montos de muertos.

Ahora que el mismo Calderón, al señalar que “tenemos una delincuencia organizada y una sociedad desorganizada” y bajo tal teorema, exigir a los miembros del ente social “información puntual” e inclusive “confidencial, secreta, de lo que están haciendo los criminales”, es pedirles que sustituyan a las autoridades en el rol que por mandato de la ley les corresponden por obligación.

En todo caso, si la sociedad va a tener que rifársela denunciando a las narco bandas, sus movimientos y complicidades con las autoridades, quién va a garantizarles la vida.

Así, además, para que ir a las urnas si la primera autoridad pide a la sociedad que se la rife frente a quienes ofrecen plata o plomo.

Aquí, más que nunca, cabe aquella frase que sin faramallas lanzó Alejandro Martí: “Si no pueden, renuncien”.

Los “chivatazos”, Presidente, por otra parte, suelen pagarse con sangre.

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