BOLETIN INFORMATIVO

CONFEDERACIÓN NACIONAL CAMPESINA
COORDINACIÓN DE COMUNICACIÓN SOCIAL

*EN PELIGRO 12 MILLONES DE CAMPESINOS POR COLAPSO FORESTAL EN MÉXICO

*POLÍTICAS EQUIVOCADAS Y ESCASO APOYO INSTITUCIONAL

(REDACCION ATLACOMULCO).- La Confederación Nacional Campesina denunció hoy que debido a políticas equivocadas y escaso apoyo institucional; además de talamontes, incendios y aprovechamientos clandestinos, el sector forestal en México corre el riesgo de colapsarse y poner en peligro de extinción a 12 millones de propietarios de bosques, constituidos en un 80 por ciento por núcleos agrarios, que viven en extrema pobreza.

Gerardo Sánchez García, presidente de la CNC, sostuvo en reunión de trabajo con motivo del Día Forestal Mundial, establecido por la ONU y se conmemora mañana 21 de marzo, que tradicionalmente esta actividad ha sido una de las menos apalancadas para su desarrollo, aunque se diga que los recursos forestales son de prioridad nacional.
 

El líder campesino lamentó que los verdaderos dueños de la superficie forestal, que comprende a la mayoría de los grupos indígenas, tengan altos índices de analfabetismo y serios problemas de salud, debido a que el financiamiento para el sector y los mecanismos apropiados de apoyo, siguen siendo insuficientes.

“El sector forestal tradicionalmente ha enfrentado múltiples problemas que van desde políticas equivocadas, el escaso apoyo institucional, hasta una opinión pública poco informada que considera que el corte de arbolado es un acto criminal, sin reconocer que también el bosque se cultiva para mejorarlo, incrementarlo y aprovecharlo en beneficio de sus dueños”, afirmó.

Gerardo Sánchez García indicó que de acuerdo con datos oficiales la superficie forestal del país es de 135 millones de hectáreas y de ésta superficie 56 millones están arboladas, con bosques y selvas, siendo solamente del orden de 6.4 millones las que están bajo aprovechamiento, sólo con la autorización de la SEMARNAT.    
 

Esto significa, explicó, que las casi 50 millones de hectáreas, arboladas restantes, donde también se incluyen los Parques Nacionales y demás terrenos decretados como Áreas Naturales Protegidas, constituyen una superficie que prácticamente no les representa a sus dueños beneficios directos tangibles y por ello, son las superficies más vulnerables a los agentes que ocasionan su destrucción como son: desmontes o talamontes, incendios, aprovechamientos clandestinos, sobrepastoreo, plagas y enfermedades.
 

Destacó que, según la Comisión Nacional Forestal (Conafor), son los incendios los más devastadores forestales y en cuanto a la participación de los profesionales en el desarrollo del sector, mencionó que si bien anualmente egresan un promedio de 350 nuevos profesionistas de 12 Universidades y 4 Institutos Tecnológicos de la SEP y, algunas escuelas para técnicos medios, se tiene una creciente tasa de desempleo pese a las necesidades de los dueños y poseedores de bosques que demandan  asistencia técnica y apoyos para su organización, capacitación, industrialización y la comercialización de sus productos.

En lo que respecta a la  industria forestal, que en su mayoría es de carácter privado, consideró que acusa un gran rezago tecnológico y limitadas inversiones, debido entre otras  causas a que  casi siempre enfrenta problemas legales, burocracia y una incertidumbre en el abasto de materia prima.

Explicó que la contribución del sector forestal al Producto Interno Bruto (PIB) Nacional que es escasamente del 1 por ciento, tiene un gran impacto en el medio rural en cuanto a empleos y derrama económica, pero importante también, advirtió, es la función protectora de los valiosos recursos asociados como el suelo, el agua y el medio ambiente.

El líder de la CNC llamó a la protección de los bosques ya que regulan el ciclo hidrológico, favorecen la captación de agua y la recarga del acuífero, de donde se obtiene la mayor parte de este vital líquido indispensable para la vida y que cada día es más escaso con tendencias a agravarse; además de que coadyuvan a disminuir los efectos de la erosión que da como resultado  la perdida de la fertilidad de los suelos destinados a la producción de alimentos y granos básicos, que cada vez se importan más.