*Es el consumo señores
POR JUAN CHAVEZ
(AGENCIA NOTISIFA) Si no hay consumo, no hay economía. Así de simple. Pero sus fenómenos, no dejaran de aparecer y éstos, los fenómenos, son los que dominan a la humanidad, los que pintan su bienestar o su miseria.
Por eso, cuando se toca el bolsillo del consumidor, los demás mercados se trastocan y llegan, incluso, a distorsionarlos de tal suerte que todo se va al barranco.
En el mundo, ese es el caso actual. El alto precio de los combustibles y el surgimiento de nuevos mercados de consumo, como el de China que está alimentando dos veces al día a su millón 300 mil habitantes, merced a su crecimiento económico que este año volverá a ser de 10 %, son las causas del alto costo de la vida.
Los precios van a seguir subiendo y en el país, según el Banco de México, la confianza al consumo suma ya 19 caídas consecutivas.
Estados Unidos, para no irse a pique en la recesión, tuvo que acudir, por decisión del presidente Bush, a fortalecer directamente a la población y entregó a los contribuyentes 150 mil millones de dólares para que tuvieran dinero para gastar y no dejaran caer más los índices de consumo.
En México, a 5.9 se elevó en el mes de julio la inflación anualizada, tres puntos arriba de lo esperado y como los precios de los comestibles van a continuar pa’arriba, en esa medida se verá reducido el poder adquisitivo de los trabajadores.
O sea hay un panorama negro para el gobierno y los mexicanos que, desde luego, no va a resolverse con medidas mediáticas.
Ya el anterior secretario de Economía Eduardo Sojo nos había llevado al baile con sus muy optimistas declaraciones. En su última acción u omisión, permitió que el presidente Calderón decretara algo así como un “derecho de piso” y abrir la frontera a medicamentos del exterior a fin de detener la que parece incontenible alza de las medicinas.
La industria farmacéutica amenaza ahora con cerrar plantas, cancelar más de 300 mil empleos y llevarse sus inversiones a otro país que le garantice mejores condiciones de producción y de mercado de consumo.
La economía manda, reza un proverbio no tan popular, cuando por no conducirla bien se desparpaja y no deja títere con cabeza.
La cadena de la economía empieza por el consumo y termina en el consumo. Si no hay consumo, no hay inversiones, sin éstas no hay empleo, sin empleo no hay salarios, sin salarios no hay ingresos y sin ingresos, no hay para comprar y si no se compra, para que producir.
El nuevo titular de Economía Gerardo Ruiz Mateos se ha comprometido a un crecimiento sostenido y sustentable. Le va a ser difícil, si se toma en cuenta que en lo que va del año, los alimentos han escalado un alaza de 9.43 %.
México parece estar entrando a una desaceleración económica. Por lo menos, los consumos en general siguen apuntando a la baja- El dinero ya nos les alcanza a las amas de casa, por más que lo estiran.
POR JUAN CHAVEZ
(AGENCIA NOTISIFA) Si no hay consumo, no hay economía. Así de simple. Pero sus fenómenos, no dejaran de aparecer y éstos, los fenómenos, son los que dominan a la humanidad, los que pintan su bienestar o su miseria.
Por eso, cuando se toca el bolsillo del consumidor, los demás mercados se trastocan y llegan, incluso, a distorsionarlos de tal suerte que todo se va al barranco.
En el mundo, ese es el caso actual. El alto precio de los combustibles y el surgimiento de nuevos mercados de consumo, como el de China que está alimentando dos veces al día a su millón 300 mil habitantes, merced a su crecimiento económico que este año volverá a ser de 10 %, son las causas del alto costo de la vida.
Los precios van a seguir subiendo y en el país, según el Banco de México, la confianza al consumo suma ya 19 caídas consecutivas.
Estados Unidos, para no irse a pique en la recesión, tuvo que acudir, por decisión del presidente Bush, a fortalecer directamente a la población y entregó a los contribuyentes 150 mil millones de dólares para que tuvieran dinero para gastar y no dejaran caer más los índices de consumo.
En México, a 5.9 se elevó en el mes de julio la inflación anualizada, tres puntos arriba de lo esperado y como los precios de los comestibles van a continuar pa’arriba, en esa medida se verá reducido el poder adquisitivo de los trabajadores.
O sea hay un panorama negro para el gobierno y los mexicanos que, desde luego, no va a resolverse con medidas mediáticas.
Ya el anterior secretario de Economía Eduardo Sojo nos había llevado al baile con sus muy optimistas declaraciones. En su última acción u omisión, permitió que el presidente Calderón decretara algo así como un “derecho de piso” y abrir la frontera a medicamentos del exterior a fin de detener la que parece incontenible alza de las medicinas.
La industria farmacéutica amenaza ahora con cerrar plantas, cancelar más de 300 mil empleos y llevarse sus inversiones a otro país que le garantice mejores condiciones de producción y de mercado de consumo.
La economía manda, reza un proverbio no tan popular, cuando por no conducirla bien se desparpaja y no deja títere con cabeza.
La cadena de la economía empieza por el consumo y termina en el consumo. Si no hay consumo, no hay inversiones, sin éstas no hay empleo, sin empleo no hay salarios, sin salarios no hay ingresos y sin ingresos, no hay para comprar y si no se compra, para que producir.
El nuevo titular de Economía Gerardo Ruiz Mateos se ha comprometido a un crecimiento sostenido y sustentable. Le va a ser difícil, si se toma en cuenta que en lo que va del año, los alimentos han escalado un alaza de 9.43 %.
México parece estar entrando a una desaceleración económica. Por lo menos, los consumos en general siguen apuntando a la baja- El dinero ya nos les alcanza a las amas de casa, por más que lo estiran.
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