*2009: ¡A PIQUE!
Por: Juan Chávez
(AGENCIA NOTIASIFA).- Va haber futbol el año entrante. Un hexagonal de pacotilla para definir tres plazas y una cuarta más por repechaje, para el mundial 2010 de Sudáfrica.
No servirá el “torneito”, aunque vaya de febrero a noviembre, para meter a los mexicanos en la “caja idiota” y apartarlos de los huracanes desatados por la crisis global que va coptar ingresos, oportunidades de nuevas plazas de trabajo y arrinconará a más millones en el rincón de la miseria.
Las elecciones intermedias para renovar la Cámara de Diputados en sus 500 escaños, van a resultar las más caras de que se tenga memoria.
Cómo si le economía estuviera boyante, el IFE acordó financiar por más de mil 200 millones de pesos las precampañas para que los partidos políticos tengan oportunidad de lanzas a precandidatos que aspiren entrar a San Lázaro y convertirse en futuros “salvadores de la patria”.
Para las campañas de los abanderados, por supuesto, el gasto será de más del doble: 2 mil 500 millones.
El PRI, según la lideresa Beatriz Paredes, ganará el mayor número de las curules en disputa.
Nadie duda, ni siquiera el PAN y menor el PRD, que el tricolor, posesionado como la primera fuerza política en el plano horizontal, van a integrar el bloque principal en la próxima Legislatura, que será la LXI.
Gustavo Madero, coordinador de la fracción panista en el Senado, ha augurado que el Partido Revolucionario Institucional, por lo menos, obtendrá el triunfo en 180 de los 300 distritos electorales.
Para el presidente Calderón, 2009 será “su prueba de fuego”. Pero no hay remedio, la inseguridad en que el país que gobierna desde diciembre de 2006, va a determinar, más que nada, el rumbo de esas elecciones intermedias que incluyen seis gubernaturas, en las que el PRI tiene amarrado el triunfo en cuatro (Colima, Campeche, Nuevo León y Sonora), y quizá recupere San Luis Potosí, si Carlos Jiménez Macías se hace a un lado y deja de actuar “a la madrazo”.
Por: Juan Chávez
(AGENCIA NOTIASIFA).- Va haber futbol el año entrante. Un hexagonal de pacotilla para definir tres plazas y una cuarta más por repechaje, para el mundial 2010 de Sudáfrica.
No servirá el “torneito”, aunque vaya de febrero a noviembre, para meter a los mexicanos en la “caja idiota” y apartarlos de los huracanes desatados por la crisis global que va coptar ingresos, oportunidades de nuevas plazas de trabajo y arrinconará a más millones en el rincón de la miseria.
Las elecciones intermedias para renovar la Cámara de Diputados en sus 500 escaños, van a resultar las más caras de que se tenga memoria.
Cómo si le economía estuviera boyante, el IFE acordó financiar por más de mil 200 millones de pesos las precampañas para que los partidos políticos tengan oportunidad de lanzas a precandidatos que aspiren entrar a San Lázaro y convertirse en futuros “salvadores de la patria”.
Para las campañas de los abanderados, por supuesto, el gasto será de más del doble: 2 mil 500 millones.
El PRI, según la lideresa Beatriz Paredes, ganará el mayor número de las curules en disputa.
Nadie duda, ni siquiera el PAN y menor el PRD, que el tricolor, posesionado como la primera fuerza política en el plano horizontal, van a integrar el bloque principal en la próxima Legislatura, que será la LXI.
Gustavo Madero, coordinador de la fracción panista en el Senado, ha augurado que el Partido Revolucionario Institucional, por lo menos, obtendrá el triunfo en 180 de los 300 distritos electorales.
Para el presidente Calderón, 2009 será “su prueba de fuego”. Pero no hay remedio, la inseguridad en que el país que gobierna desde diciembre de 2006, va a determinar, más que nada, el rumbo de esas elecciones intermedias que incluyen seis gubernaturas, en las que el PRI tiene amarrado el triunfo en cuatro (Colima, Campeche, Nuevo León y Sonora), y quizá recupere San Luis Potosí, si Carlos Jiménez Macías se hace a un lado y deja de actuar “a la madrazo”.
Querétaro, en todo caso, sería la única entidad que el PAN mantendría, luego de que su dirigente Germán Martínez, no pudo jalar nada para el partido azul que dirige desde diciembre de 2007.
Los aprietos económicos serán para 98 millones de mexicanos que no aspiran más que a seguir arrastrando su cotidianeidad en las menos malas condiciones que el desastre financiero pivoteado desde Estados Unidos a todo el planeta, les permita.
La recesión mundial está cabrona y va a golpear a los más jodidos. Habrá hambre y desesperación. Hay instituciones financieras gringas –Merril Lynch, entre otras- que considera habrá escozor social en México.
El Producto Interno Bruto (PIB) de México “virtualmente no crecerá el próximo año (0.4%), ante la exacerbación de la crisis del crédito en las últimas semanas”, ha señalado el economista en jefe de la firma, Fernando Illanes.
Todo es indicativo que ni siquiera importará que el 20 de enero sea sustituido en la Casa Blanca “el rey de la hecatombe financiera mundial”, George Bush por el negro de origen Barack Obama, que le apuesta a crear dos millones y medio de empleos en Estados Unidos y atajar la crisis económica, con otra serie de maromas que ha venido anunciando en sus semanas de presidente electo.
Entre esas medidas, está el rescate de los tres gigantes automotrices de Detroit, con la mira de detener las avorazadas cifras de desempleo, que en este año que muere, han sido más de un millón 200 mil fuentes de trabajo en el vecino del norte y en México, de acuerdo con INEGI, avanzaron terroríficamente a dos millones de desocupados, para agregarse al rezado tremebundo de más de 9 millones.
La economía real seguirá apuntando contra el desempleo, la pobreza y la parálisis económica, en medio del sistema financiero internacional que sigue derrumbándose.
En México persistirá la caída de los ingresos por petróleo, remesas y un turismo que parece languidecer. Según el secretario Rodolfo Elizondo, la actividad turística no crecerá y habrá pérdida considerable de divisas.
Tal es el panorama para 2009. Un panorama que se antoja siniestro, sobre todo porque producción y empleo, sin consumo ni crédito, están al borde del infarto.
Los costos de la crisis van a ser enormes. Un signo que a lo largo del próximo año, van a pasearse con el Apocalipsis, en la sufrida tierra mexicana.
Los aprietos económicos serán para 98 millones de mexicanos que no aspiran más que a seguir arrastrando su cotidianeidad en las menos malas condiciones que el desastre financiero pivoteado desde Estados Unidos a todo el planeta, les permita.
La recesión mundial está cabrona y va a golpear a los más jodidos. Habrá hambre y desesperación. Hay instituciones financieras gringas –Merril Lynch, entre otras- que considera habrá escozor social en México.
El Producto Interno Bruto (PIB) de México “virtualmente no crecerá el próximo año (0.4%), ante la exacerbación de la crisis del crédito en las últimas semanas”, ha señalado el economista en jefe de la firma, Fernando Illanes.
Todo es indicativo que ni siquiera importará que el 20 de enero sea sustituido en la Casa Blanca “el rey de la hecatombe financiera mundial”, George Bush por el negro de origen Barack Obama, que le apuesta a crear dos millones y medio de empleos en Estados Unidos y atajar la crisis económica, con otra serie de maromas que ha venido anunciando en sus semanas de presidente electo.
Entre esas medidas, está el rescate de los tres gigantes automotrices de Detroit, con la mira de detener las avorazadas cifras de desempleo, que en este año que muere, han sido más de un millón 200 mil fuentes de trabajo en el vecino del norte y en México, de acuerdo con INEGI, avanzaron terroríficamente a dos millones de desocupados, para agregarse al rezado tremebundo de más de 9 millones.
La economía real seguirá apuntando contra el desempleo, la pobreza y la parálisis económica, en medio del sistema financiero internacional que sigue derrumbándose.
En México persistirá la caída de los ingresos por petróleo, remesas y un turismo que parece languidecer. Según el secretario Rodolfo Elizondo, la actividad turística no crecerá y habrá pérdida considerable de divisas.
Tal es el panorama para 2009. Un panorama que se antoja siniestro, sobre todo porque producción y empleo, sin consumo ni crédito, están al borde del infarto.
Los costos de la crisis van a ser enormes. Un signo que a lo largo del próximo año, van a pasearse con el Apocalipsis, en la sufrida tierra mexicana.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario