miércoles, 24 de diciembre de 2008

TORNADO POLITICO


*SER UN PERIODITSA

Por: Arturo García Gil

En algunos sectores de la vida nacional se han dado penosos espectáculos de corrupción, de falta de honestidad, de conducta inmoral. Por factores políticos han alcanzado escandalosa resonancia las corruptelas y sobornos que se muestran en el sector público mediante el uso de la tecnología moderna. Dicen que ese tipo de noticias son las que buscan preferentemente los medios de comunicación para alimentar la curiosidad y morbosidad del público.

La presidenta del PRI a nivel nacional, Beatriz Paredes Rangel, desde hace tiempo ha señalado la necesidad de dignificar la política. El gobernador de Colima Silverio Cavazos Ceballos, hizo un llamado a evitar las difamaciones, calumnias y tácticas sucias durante los comicios del año entrante. Espera que en los próximos procesos electorales todos puedan participar de manera amistosa y legal por el voto de la ciudadanía.

Es necesario adecentar la política. En México tenemos que entenderla como el mejor instrumento para crear y desarrollar nuevos acuerdos nacionales. La política tiene que ser el arte y la ciencia para crear grandes consensos a fin de alcanzar los objetivos superiores del pueblo y la nación. Con ese propósito es saludable superar el primitivismo político; abandonar los caminos torcidos y el uso de la calumnia, de la difamación, de la insidia y de todas las formas degradantes de la política. Hay que adecentar la lucha política.

En la sociedad, en los partidos, en el periodismo, entre los comentaristas de radio y televisión y en los diversos ámbitos de la actividad pública, existen dos grupos; el de los negativos y el de los positivos. A los primeros todos les parece mal. Para ellos todos son corruptos, no hay nada bueno en este país. Los positivos deben aumentar en número. Los buenos deben ser más que los malos para que la democracia los proteja porque dice el romance español que Dios protege a los malos cuando son más que los buenos.

Es lamentable que para los negativos en nuestro país los malos sean más que los buenos. Pero ciertamente es penoso que en la vida social se muestren escandalosos hechos de corruptelas; bajos niveles en la discusión política y en la lucha electoral. No contribuyen a desarrollar la democracia los elementos degradantes de la lucha política que ponen en circulación los grupos y personajes negativos. Es condenable la insidia envenenada como forma de practicar la crítica política y más todavía los casos ciertos de perversión política.

Afortunadamente cada día crece más la exigencia de dignificar la vida pública del país. Desde hace tiempo se ha señalado la necesidad de elevar el nivel de la discusión política y transparentar la vida pública. Se ha reclamado evitar para siempre la calumnia, la injuria y la difamación porque empobrecen la vida política del país. Hay que condenar todo lo que degrada al verdadero debate político. Hay que evitar todo lo que ensucia y mancha a la política.

En diferentes momentos se ha demandado que se respeten las formas legales en la discusión política y se castiguen la calumnia y la difamación con el fin de sanear la lucha democrática. También se debe acabar la impunidad de los funcionarios públicos y los políticos. Se han de preservar las formas para elevar la política y la vida pública. Pero sobre todo se tiene que respetar la libertad de expresión a pesar de que se escuchen expresiones de rencor y agresiones verbales, en la línea de un negativismo sistemático en la vida nacional.

Lo necesario es que la política se realice con ideas y acciones que se discutan en niveles cada vez más altos. Quienes rebajan el debate y la lucha política pronto se convierten en las víctimas de sus degradantes métodos. Es aconsejable para todos luchar políticamente con argumentos y con razones y no con injurias y calumnias. Así se contribuye a enaltecer la vida pública y a dignificar la política como actividad social creadora de valores humanos.

Lo importante es seguir adelante en el proceso para elevar la lucha social como motor para desarrollar la democracia. Así se contribuye a enaltecer la política como actividad creadora de valores humanos de profundo contenido cultural. De esta manera se ha de desarrollar sanamente la polémica, el debate, la confrontación de ideas, la crítica y la lucha social. Hay que discutir y actuar en niveles que cada día estén más a la altura de la dignidad del pueblo de México.

¡¡¡¡FELIZ NAVIDAD!!!!

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