*MARX AL REVÉS
Por: Juan Chávez
(AGENCIA NOTISIFA) Los gringos se gastaron más de lo que tenían, empezaron a endeudarse y arrastraron al mundo a la peor crisis económica que ha vivido y está viviendo.
Un alto nivel de vida, como el que los gringos usufructúan, no resistió el brutal consumismo que practicaron antes de la hecatombe que comenzara con el desastre financiero de las hipotecas que nadie pudo pagar.
Ahora, hay que rescatar a los bancos. Inyectarles recursos para regresarles la liquidez que le es necesaria para seguir funcionando.
Los dueños del dinero, los señores de Wall Street y los ricachones de otros países, no quieren apoquinar nada de su fortuna y se mueren de impaciencia porque los gobiernos los salven de la catástrofe que con su avaricia e irresponsabilidad, como los calificara Barack Obama en su discurso inaugural, construyeron.
Los Carlos Slim del planeta no quieren acudir en auxilio de la banca, de la que también son dueños y, por lo mismo, a doña Crisis se le va a combatir a costa del bienestar de los pueblos, incluido, en primer lugar, el de Yanquilandia por haberle dado vuelo a los endeudamientos individuales, con tal
darle cuerda a su eterno hábito de gastar por gastar.
El rescate bancario en el mundo implica el regreso del poder del dinero a los Estados. Es una nacionalización o expropiación, como usted quiera. Algo así como Marx lo concebía, pero al revés. Porque el poder económico podría regresar a los gobiernos, aunque no se vía los proletarios, sino vía sus explotadores.
Por darle vuelo a la hilacha el grueso de los habitantes de Estados Unidos, ahora, sin haber jugado en esa embravecida e irresponsable perinola los pobladores del resto del mundo están “comprando”, el ahora “todos ponen”.
El consumismo desaforado está cobrando la gran factura.
“Entramos a la etapa más dura de la crisis”, ha argumentado el gobernador del Banco de México, Guillermo Ortiz Martínez, en un intento por atajar los oscuros pensamientos que pasan por la mente de la mexicaniza que, así, empieza a ser preparada para lo peor.
Es decir, si ahora con una mega marcha que tuvo réplicas en otras ciudades del país, se protesta por la forma en que los gobiernos pretenden atajar los efectos de la crisis, va a estar cañón influir en la mente de millones para impedir que a la toma de las calles, sigan eventos como los de Francia, en huelga general, para exigir a Nicolás Sarkosky frenar el brutal fenómeno que está poniendo de patitas en la calle a cientos de miles de trabajadores en el planeta.
La crisis, como gancho directo al bienestar, está originando un clima de incertidumbre en la clase laboral que vive en un suspiro, atenta a que no le dejen caer la guillotina que le moche la cabeza (el empleo).
Tal temor, en sí, ya es una crisis psicológica, una crisis enorme... que va a matar. ¡No lo duden!
Por: Juan Chávez
(AGENCIA NOTISIFA) Los gringos se gastaron más de lo que tenían, empezaron a endeudarse y arrastraron al mundo a la peor crisis económica que ha vivido y está viviendo.
Un alto nivel de vida, como el que los gringos usufructúan, no resistió el brutal consumismo que practicaron antes de la hecatombe que comenzara con el desastre financiero de las hipotecas que nadie pudo pagar.
Ahora, hay que rescatar a los bancos. Inyectarles recursos para regresarles la liquidez que le es necesaria para seguir funcionando.
Los dueños del dinero, los señores de Wall Street y los ricachones de otros países, no quieren apoquinar nada de su fortuna y se mueren de impaciencia porque los gobiernos los salven de la catástrofe que con su avaricia e irresponsabilidad, como los calificara Barack Obama en su discurso inaugural, construyeron.
Los Carlos Slim del planeta no quieren acudir en auxilio de la banca, de la que también son dueños y, por lo mismo, a doña Crisis se le va a combatir a costa del bienestar de los pueblos, incluido, en primer lugar, el de Yanquilandia por haberle dado vuelo a los endeudamientos individuales, con tal
darle cuerda a su eterno hábito de gastar por gastar.
El rescate bancario en el mundo implica el regreso del poder del dinero a los Estados. Es una nacionalización o expropiación, como usted quiera. Algo así como Marx lo concebía, pero al revés. Porque el poder económico podría regresar a los gobiernos, aunque no se vía los proletarios, sino vía sus explotadores.
Por darle vuelo a la hilacha el grueso de los habitantes de Estados Unidos, ahora, sin haber jugado en esa embravecida e irresponsable perinola los pobladores del resto del mundo están “comprando”, el ahora “todos ponen”.
El consumismo desaforado está cobrando la gran factura.
“Entramos a la etapa más dura de la crisis”, ha argumentado el gobernador del Banco de México, Guillermo Ortiz Martínez, en un intento por atajar los oscuros pensamientos que pasan por la mente de la mexicaniza que, así, empieza a ser preparada para lo peor.
Es decir, si ahora con una mega marcha que tuvo réplicas en otras ciudades del país, se protesta por la forma en que los gobiernos pretenden atajar los efectos de la crisis, va a estar cañón influir en la mente de millones para impedir que a la toma de las calles, sigan eventos como los de Francia, en huelga general, para exigir a Nicolás Sarkosky frenar el brutal fenómeno que está poniendo de patitas en la calle a cientos de miles de trabajadores en el planeta.
La crisis, como gancho directo al bienestar, está originando un clima de incertidumbre en la clase laboral que vive en un suspiro, atenta a que no le dejen caer la guillotina que le moche la cabeza (el empleo).
Tal temor, en sí, ya es una crisis psicológica, una crisis enorme... que va a matar. ¡No lo duden!
No hay comentarios.:
Publicar un comentario