*HACIENDA, LA OTRA EPIDEMIA
(AGENCIA NOTISIFA) En los días que vienen, de incertidumbre, de pánico a ser infectado por la influenza porcina, pocos advierten que el gobierno parece tener miedo de informar con la seca y pura verdad, al pueblo de México.
Mejor de Ginebra, la Organización Mundial de la Salud, apaga la alerta amarilla y enciente la roja: “Es imposible contener el virus”.
Margaret Chan, directora general de la OMS, hasta parece que ha respingado ante la tibieza con que las autoridades trasmiten a la comunidad mexicana los avances de la influenza porcina contra la salud del pueblo.
La enfermedad se presenta con una fiebre de más de 39° súbita y dolores de cabeza y de las coyunturas, insoportables. El aeropuerto Narita de Tokio, uno delos más transitados del mundo con 96mil pasajeros diarios, las autoridades instalaron mecanismos termográficos en los puntos de llegada de los vuelos de México para medir la temperatura de los pasajeros.
¿Aquí nos preguntamos con que se come eso?
Somos el país de no pasa nada. Pero está pasando. La influenza porcina era lo que nos faltaba, después del “catarrito” que, precisó el secretario de Hacienda Agustín Carstens, sería para México la crisis.
Están también la inseguridad, el contrabando de armas que “hace fuerte” al narco y las ejecuciones que éste se receta todos los días para mantener a la población en paranoico estrés.
Total, como decía mi mama, solo nos falta que nos cague el perico.
Pero en la crítica situación que el nuevo virus ha creado en México, llama la atención que el secretario de Salud, José Córdova considere que con millón de dosis de antivirales, va a poderse dar alivio a los que lleguen ser infectados de influenza.
Italia, con menos habitantes que el país, cuenta con 40 millones de dosis de fármacos
antivirales.
A lo mejor por eso a la maestra de primaria, que primero en el ISSSTE y luego en el Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias, el que se supone es number one en esta pandemia nacida en Estados Unidos y exportada gratuitamente a México, no se recibió el antiviral sino después de más de 14 horas y de haber pasado un vía crusis porque no lo encontró en cinco farmacias privadas.
La falta de congruencia entre lo que la autoridad dice y la realidad, ha hecho pensar a muchos porque los difuntos son 81 en el país y en Estados Unidos, no se le ha muerto uno de los infectados en California, Texas, Nueva York y Kansas,
Pero más que nada, el virus porcino vino a descubri que el señor Carstens, sí, ese de los catarritos, negó en 2007 y 2008 presupuesto a Laboratorios Biológicos y reactivos de México (Birmex), empresa de participación estatal para comprarla a laboratorios Sanofi Pasteur la planta de farmacéuticos en Cuautitlán Izcalli , con un valor de 244.4 millones de pesos para fabridcar las dísis necesarios y estar en aptitud de atender el mercado nacional en un contexto de crisis.
Bimer advirtió de la crisis hace 2 años, pero la secretaría de Hacienda del señor de “los catarritos” los tiró de a lurias, a pesar de que en detallado informe hicieran notar los ahorros de divisas para México y las repercusiones de una pandemia de influenza en el país, con un pico de la enfermedad que se presenta hasta la quinta semana, con altas tasas de mortalidad.
La secretaría de Hacienda del señor Carstens presume ahora que el gobierno tiene 6 mil millones de pesos para combatir el brote de la gripe porcina que sigue cobrando vidas.
(AGENCIA NOTISIFA) En los días que vienen, de incertidumbre, de pánico a ser infectado por la influenza porcina, pocos advierten que el gobierno parece tener miedo de informar con la seca y pura verdad, al pueblo de México.
Mejor de Ginebra, la Organización Mundial de la Salud, apaga la alerta amarilla y enciente la roja: “Es imposible contener el virus”.
Margaret Chan, directora general de la OMS, hasta parece que ha respingado ante la tibieza con que las autoridades trasmiten a la comunidad mexicana los avances de la influenza porcina contra la salud del pueblo.
La enfermedad se presenta con una fiebre de más de 39° súbita y dolores de cabeza y de las coyunturas, insoportables. El aeropuerto Narita de Tokio, uno delos más transitados del mundo con 96mil pasajeros diarios, las autoridades instalaron mecanismos termográficos en los puntos de llegada de los vuelos de México para medir la temperatura de los pasajeros.
¿Aquí nos preguntamos con que se come eso?
Somos el país de no pasa nada. Pero está pasando. La influenza porcina era lo que nos faltaba, después del “catarrito” que, precisó el secretario de Hacienda Agustín Carstens, sería para México la crisis.
Están también la inseguridad, el contrabando de armas que “hace fuerte” al narco y las ejecuciones que éste se receta todos los días para mantener a la población en paranoico estrés.
Total, como decía mi mama, solo nos falta que nos cague el perico.
Pero en la crítica situación que el nuevo virus ha creado en México, llama la atención que el secretario de Salud, José Córdova considere que con millón de dosis de antivirales, va a poderse dar alivio a los que lleguen ser infectados de influenza.
Italia, con menos habitantes que el país, cuenta con 40 millones de dosis de fármacos
antivirales.
A lo mejor por eso a la maestra de primaria, que primero en el ISSSTE y luego en el Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias, el que se supone es number one en esta pandemia nacida en Estados Unidos y exportada gratuitamente a México, no se recibió el antiviral sino después de más de 14 horas y de haber pasado un vía crusis porque no lo encontró en cinco farmacias privadas.
La falta de congruencia entre lo que la autoridad dice y la realidad, ha hecho pensar a muchos porque los difuntos son 81 en el país y en Estados Unidos, no se le ha muerto uno de los infectados en California, Texas, Nueva York y Kansas,
Pero más que nada, el virus porcino vino a descubri que el señor Carstens, sí, ese de los catarritos, negó en 2007 y 2008 presupuesto a Laboratorios Biológicos y reactivos de México (Birmex), empresa de participación estatal para comprarla a laboratorios Sanofi Pasteur la planta de farmacéuticos en Cuautitlán Izcalli , con un valor de 244.4 millones de pesos para fabridcar las dísis necesarios y estar en aptitud de atender el mercado nacional en un contexto de crisis.
Bimer advirtió de la crisis hace 2 años, pero la secretaría de Hacienda del señor de “los catarritos” los tiró de a lurias, a pesar de que en detallado informe hicieran notar los ahorros de divisas para México y las repercusiones de una pandemia de influenza en el país, con un pico de la enfermedad que se presenta hasta la quinta semana, con altas tasas de mortalidad.
La secretaría de Hacienda del señor Carstens presume ahora que el gobierno tiene 6 mil millones de pesos para combatir el brote de la gripe porcina que sigue cobrando vidas.
No es tiempo, infortunadamente, de curar con trapitos. O de pretender tapar el pozo después del niño ahogado.
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