jueves, 13 de noviembre de 2008

BOLETIN INFORMATIVO

*PROPONEN REFORMAS A LA LEY DE EDUCACIÓN EN EL DF

Por BLAS A. BUENDIA

(AGENCIA NOTISIFA)
El diputado Fernando Espino Arévalo, presidente de la Comisión de Asuntos Laborales y Previsión Social de la Asamblea Legislativa (ALDF), presentó iniciativa con proyecto de decreto por el que se adicionan y reforman diversas disposiciones de la Ley de Educación del Distrito Federal.

En su exposición, agregó desde la tribuna de la Asamblea que los principios básicos que permiten una convivencia sana, respetuosa y agradable se enseñan con el ejemplo desde épocas tempranas, lo que permite una mejor interrelación con las personas y que nuestras acciones sean honestas y espontáneas.

Comentó que los valores son todas las acciones cotidianas que enriquecen nuestros actos. "Son los medios de que nos valemos para llevar una vida mejor, pero sobre todo, para desarrollar una buena y sana convivencia", dijo.

En este marco, destacó que son múltiples los valores de los que hablamos: la honestidad, el honor, la bondad, la amistad, el respeto, el amor, la honradez, la solidaridad, fidelidad, amabilidad, prudencia, valentía, cordialidad, comprensión, fraternidad, sencillez, nobleza, etcétera.

Actualmente, afirmó, estos valores los estamos perdiendo al no darles importancia, pues se elimino de un plumazo desde hace algún tiempo de los planes y programas de estudio oficiales, incluso a veces no sabemos de su existencia.

Por tanto, apuntó el diputado Espino Arévalo, en valores pueden convertirse además determinadas formaciones espirituales, como por ejemplo las ideas. "No es casual que la lucha por una nueva sociedad más justa, más humana, haya costado la vida de muchos seres humanos, o que la defensa de la soberanía y la independencia haya costado a la humanidad siglos enteros de lucha y derramamiento de sangre".

Asimismo, señaló que "hoy existen quienes todavía se preguntan si la formación de valores es trabajo de la escuela, y debemos considerar que la educación, en el sentido más amplio de la palabra, es la influencia positiva de todos los múltiples factores que se ejercen sobre el individuo, desde la sociedad en general hasta la escuela, pasando, claro está, por la familia y la comunidad".

Sin embargo, destacó, múltiples filósofos y pedagogos han llegado a la conclusión que la axiología pedagógica, refiere que los valores son propios de las verdaderas funciones de la educación, ya que ésta tiene como fin encausar la vida del hombre.

Consideró que el aprendizaje de los valores debe enseñarse desde lo vivencial, ya que la escuela debe ser la institución ética en su propio funcionamiento, es decir educar en valores es permitir que los estudiantes vivan los valores, no simplemente inculcárselos.

A este panorama, indicó, obedece la preocupación que tenemos al encontrar en nuestro alrededor el vacío de valores, condición que se refleja en todas nuestras actividades diarias: los caballeros no ceden la silla a las damas, ni siquiera a los mayores de edad; los hijos no respetan a los padres, ya no se dirigen con respeto a los ancianos; los mayores no escuchan las voces de los niños, de ahí que emanen las conductas delictivas, los altos índices de violencia y drogadicción, entre otros.

"Nos estamos acostumbrando a los malos tratos de parte de padres, de hijos, de maestros, de policías, de autoridades. Se nos hacen habituales las groserías, las burlas, el maltrato, el incumplimiento, la mentira, la violencia, las decapitaciones, los secuestros, las muertes", acotó.

El diputado Espino Arévalo precisó: "nos estamos olvidando de lo primordial: la vida, el bienestar, la seguridad. No nos estamos dando cuenta que todo esto les está afectando a nuestros niños, que viven un estado de violencia cotidiano como parte de un entorno antisocial, donde el prójimo es nuestro enemigo, al que podemos destrozar para que podamos vivir mejor nosotros".

Reconoció que con esto solo hemos generado una cotidianidad absolutamente violenta, puesto que ahora los delincuentes tienen una edad de inicio cada vez menor, con delitos cada vez más graves, con agresiones cada vez más inconcebibles, donde ya no importa contra quien, sino cuánto se le puede sacar, a cualquier precio.

Y alertó: "vivimos en una sociedad mucho más violenta e inclusive peligrosa, teniendo una relación directa con el olvido de la enseñanza de los valores, de parte de los padres y maestros, pues ahora los mentores les enseñan a los niños cómo hacer marchas y plantones, sin darse cuenta de que todo esto también se les revierte y que tienen en gran parte la responsabilidad en la pérdida de los valores al asumir actitudes que implican el no hacer sus funciones como debe de ser".

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