PARTIDOS POLÍTICOS
Por: Francisco Velasco Zapata
(AGENCIA NOTISIFA) Resulta pertinente recordar que la historia de los partidos políticos en todo el mundo -México no es la excepción- está ligada a la idea de Democracia, de la extensión del sufragio y de la participación popular en la toma de decisiones, de tal manera que la misión asignada por la sociedad los ha ido encaminando no sólo a desempeñar la función de importancia considerable de legitimar el sistema político sino, además, para que en su carácter de miembros -“parte de la sociedad”- cuiden de ella y sus habitantes.
A los partidos políticos se les atribuye la creación y educación -formación cívica- de un electorado activo; que sean dinámicos promotores de la solución pacífica de los conflictos políticos, del reclutamiento y regeneración de las elites políticas y gobernantes; de la elaboración de programas de acción alternativos, de socialización y de establecimiento de símbolos políticos comunes.
Por las ideas expresadas es que nos preguntamos: ¿Y por qué en nuestro país y, en muchos más, eso no camina, no avanza? ¿Por qué tenemos siempre que conformarnos con nada o casi nada, cuando México es un territorio con enormes riquezas, como lo son otros países semejantes en tamaño y población? ¿Por qué los militantes, cuadros y dirigentes de un partido político *lloran como mujeres lo que no saben defender como hombres*, sobre todo cuando no les asiste la razón, cuando no defienden la legalidad, cuando no defienden ideales o, al menos, los de quienes en ellos creen, los de quienes aspiran representar?
Por eso es que también nos preguntamos: ¿Acaso no sabrán en los partidos políticos y el gobierno que la excesiva pasividad engendra el desorden y la confusión en el país? ¿Que el excesivo rigor, inclusive, puede acarrear perturbaciones para los gobernantes? ¿Y los partidos políticos que hacen al respecto? ¿Sólo quieren nuestro voto y las prerrogativas económicas? ¿No tienen interés en que el país se supere? ¿Los dirigentes de los mismos no querrán que sus familias en tercero, cuarto y hasta quinto grado se superen, que vivan mejor?
Las anteriores parecen preguntas sin respuesta, sin aplicación práctica, lo cierto es que un forma de salir del “hoyo” en que nos estamos hundiendo todos -incluyendo a la clase gobernante- es que las personas idóneas se hagan cargo de las responsabilidades que los actuales encargados de diversos despachos del gobierno no quieren, no saben, o están incapacitados para resolver.
Tenemos que ser guiados por quienes sí sepan cómo "salir de ese hoyo de la inseguridad, la corrupción, la impunidad, la falta de empleos, la lamentable y crisis económica mundial y nacional” y muchos problemas más.
Es urgente que la clase gobernante no sólo se ponga los zapatos de los pobres -porque de inmediato se aterrorizan- sino que asuman correctamente -por doloroso que sea- las riendas del país porque lo que está en juego es la supervivencia de nuestras familias, lo cual es mucho más determinante que las "diferencias ideológicas". Ha escrito un filosofo “que ni la contradicción es señal de falsedad, ni lo es de verdad la incontradicción.
Todo cambia en la vida, nada hay más contradictorio que la vida.” Y es que la experiencia se va formando lentamente de desengaños y ya es tiempo de que nos desengañemos. Si no hacen algo que se les agradezca, los políticos, los partidos políticos y los gobernantes deberán tener presente -a partir de hoy- el momento de su desgracia y si “son ricos y de conciencia delicada, tendrán que reconocer que el ejercicio de los negocios públicos puede costarles su fortuna” porque el pueblo puede soportarles casi todo, menos el hambre.
Recordemos que cuando el hambre llega a su límite, no existen barreras, ni reales, ni convencionales para que el “tigre dormido despierte” y devore todo lo que enfrente a su paso.
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