*SALINAS, DIABLO DEL PODER
Por: Juan Chávez
(AGENCIA NOTISIFA) Vale, porque está en el juego político de todos los días que se hace omnipresente en los medios, preguntar quién realmente manda en el país.
¿Quién usa el auténtico poder? ¿Quién lo hace para seguir como hombre fuerte, todo poderoso que hace y quita? Sí, que quita y pone y decide incluso quién va a Los Pinos.
Carlos Salinas de Gortari es el dueño de ese poder absoluto y hace lo que tenga que hacer, lo que considere procede para seguir decidiendo la vida política de México y seguir con los hilos del poder en sus manos.
No es gratuito aceptar que a Salinas sólo Salinas lo exterminará, políticamente hablando.
Es decir, podrá haber tronado como tronó Miguel de la Madrid, considerado el presidente más tibio y mediocre que ha tenido México, contra Salinas, y acusarlo de corrupto y de nexos –su hermano Raúl-, con el narcotráfico.
Podrá Carlos Ahumada exhibirlo como el “autor intelectual” de los video escándalos que cerraron a López Obrador el camino a la Presidencia de la República.
Podrá medio mundo echársele encima y veremos que no pasa nada. Él seguirá en lo suyo: detentar el auténtico poder en su proyecto por 25 años y decidir quién es el mandamás en la silla presidencial.
Cuenta con el poder de los hombres más ricos de México, a los que entregó las empresas deseestatizadas y que han acumulado fortunas millonarias con los bienes que eran propiedad del Estado y que él les puso en charola de plata. Ahí están Salinas Pliego, Carlos Slim, Roberto Hernández, Roberto González y otros de fortunas “más pequeñas”.
Pero también están hombres y mujeres del poder político, como Enrique Peña Nieto, Manlio Fabio Beltrones, Elba Esther Gordillo, Emilio Gamboa (distanciado un tiempo de él, pero ya reconciliado), Beto Anaya, dueño del Partido del Trabajo y otros y otras.
Todos, claro, a la sombra... porque así conviene al propio Salinas que, primero, con la faramalla de Beltrones, decidió en marzo de 1994, quién iba a sustituir al asesinado Luis Donaldo Colosio, para que lo reemplazara en diciembre de ese año como inquilino de Los Pinos, pero no en el ejercicio del poder presidencial absoluto.
Ernesto Zedillo fue el designado y lleva el estigma de haber sido apoyado en su campaña con dinero del narco. Hay muchos que afirman que Heriberto Galindo fue el conducto, el mismo Heriberto Galindo que se encuentra a la derecha de Francisco Ruiz Massieu (cuñado de Salinas) a bordo del automóvil, cuando el diputado guerrerense es ejecutado en la calle de La Fragua.
Ruiz Massieu iba directo a coordinar la última legislatura priísta de mayoría absoluta y con Zedillo en Los Pinos, Galindo recurre a él cuando le secuestran a sus hijas y por decisión del narco tiene que mantenerse fuera del país y Zedillo lo nombra cónsul.
Luego Salinas determina que se de la alternancia y Zedillo la aprovecha para hacerse un traje de demócrata y plural a la medida. Vicente Fox, así, se convierte en presidente, el primero de extracción del PAN porque también es exigencia de Estados Unidos y de los organismos financieros internacionales.
En la elección de Felipe Calderón no deja de ser “pieza decisoria”, sobre todo frente a la violencia que caracteriza al candidato perdedor, el peje, que sigue sin ver claro.
¿Qué va a pasar después de la “encuerada” que Miguel de la Madrid le puso a Carlos Salinas? Nada. Lo vamos a vivir. Inclusive, frente al panorama generado contra el malo favorito de la comedia política mexicana, pue’que que Salinas se decida pagar la factura que le debe a Manuel Camacho Solís, por conducto de su inseparable carnal Marcelo Ebrard.
Todo estriba que Marcelo, buen priísta y mejor perredista, se aleje cuanto antes del otro maloso de la polaca totonaca y decida ir sólo. A lo mejor en 2012 se da la alianza PRI-PRD nomás para impedir que el PAN siga en la construcción de su “dictadura azul”.
Con el actual jefe de gobierno en la residencia presidencial, Salinas bien podría cerrar su maléfico proyecto de “25 años en el poder” que, por cierto, dio a la luz pública José Ángel Gurría, hombre del “malo de la comedia” que se desempeñó como secretario de Hacienda y de Relaciones Exteriores en su sexenio (1988-1994) y que desde hace dos años es presidente de la OCDE,
Pasarían, ¡por fin!, los tiempos del “grupo compacto” que los Salinas, desde sus tiempos en la Facultad de Economía de la UNAM crean Carlos y Raúl con Camacho Solís, Hugo ,Andrés Araujo, Ruiz Massieu, Emilio Lozoya Thalmann, Alberto Anaya, Adolfo Orive Bellinger y Gustavo Gordillo.
Camacho Solís es el ideólogo del grupo y a él, como a los Salinas, a Orive, Anaya y demás, hay que ubicarlos inmersos, antes de que escalaran el poder, en movimientos de izquierda, lo mismo en los surgidos en La Laguna, de los cuales Beto Anaya es el impulsor, que en el movimiento más espectacular surgido en 1994 y vivo hasta el momento: el del Ejército Zapatista de Liberación Nacional y su ya no tan legendaria figura “el subcomandante Marcos”, que sigue encapuchado...
Por: Juan Chávez
(AGENCIA NOTISIFA) Vale, porque está en el juego político de todos los días que se hace omnipresente en los medios, preguntar quién realmente manda en el país.
¿Quién usa el auténtico poder? ¿Quién lo hace para seguir como hombre fuerte, todo poderoso que hace y quita? Sí, que quita y pone y decide incluso quién va a Los Pinos.
Carlos Salinas de Gortari es el dueño de ese poder absoluto y hace lo que tenga que hacer, lo que considere procede para seguir decidiendo la vida política de México y seguir con los hilos del poder en sus manos.
No es gratuito aceptar que a Salinas sólo Salinas lo exterminará, políticamente hablando.
Es decir, podrá haber tronado como tronó Miguel de la Madrid, considerado el presidente más tibio y mediocre que ha tenido México, contra Salinas, y acusarlo de corrupto y de nexos –su hermano Raúl-, con el narcotráfico.
Podrá Carlos Ahumada exhibirlo como el “autor intelectual” de los video escándalos que cerraron a López Obrador el camino a la Presidencia de la República.
Podrá medio mundo echársele encima y veremos que no pasa nada. Él seguirá en lo suyo: detentar el auténtico poder en su proyecto por 25 años y decidir quién es el mandamás en la silla presidencial.
Cuenta con el poder de los hombres más ricos de México, a los que entregó las empresas deseestatizadas y que han acumulado fortunas millonarias con los bienes que eran propiedad del Estado y que él les puso en charola de plata. Ahí están Salinas Pliego, Carlos Slim, Roberto Hernández, Roberto González y otros de fortunas “más pequeñas”.
Pero también están hombres y mujeres del poder político, como Enrique Peña Nieto, Manlio Fabio Beltrones, Elba Esther Gordillo, Emilio Gamboa (distanciado un tiempo de él, pero ya reconciliado), Beto Anaya, dueño del Partido del Trabajo y otros y otras.
Todos, claro, a la sombra... porque así conviene al propio Salinas que, primero, con la faramalla de Beltrones, decidió en marzo de 1994, quién iba a sustituir al asesinado Luis Donaldo Colosio, para que lo reemplazara en diciembre de ese año como inquilino de Los Pinos, pero no en el ejercicio del poder presidencial absoluto.
Ernesto Zedillo fue el designado y lleva el estigma de haber sido apoyado en su campaña con dinero del narco. Hay muchos que afirman que Heriberto Galindo fue el conducto, el mismo Heriberto Galindo que se encuentra a la derecha de Francisco Ruiz Massieu (cuñado de Salinas) a bordo del automóvil, cuando el diputado guerrerense es ejecutado en la calle de La Fragua.
Ruiz Massieu iba directo a coordinar la última legislatura priísta de mayoría absoluta y con Zedillo en Los Pinos, Galindo recurre a él cuando le secuestran a sus hijas y por decisión del narco tiene que mantenerse fuera del país y Zedillo lo nombra cónsul.
Luego Salinas determina que se de la alternancia y Zedillo la aprovecha para hacerse un traje de demócrata y plural a la medida. Vicente Fox, así, se convierte en presidente, el primero de extracción del PAN porque también es exigencia de Estados Unidos y de los organismos financieros internacionales.
En la elección de Felipe Calderón no deja de ser “pieza decisoria”, sobre todo frente a la violencia que caracteriza al candidato perdedor, el peje, que sigue sin ver claro.
¿Qué va a pasar después de la “encuerada” que Miguel de la Madrid le puso a Carlos Salinas? Nada. Lo vamos a vivir. Inclusive, frente al panorama generado contra el malo favorito de la comedia política mexicana, pue’que que Salinas se decida pagar la factura que le debe a Manuel Camacho Solís, por conducto de su inseparable carnal Marcelo Ebrard.
Todo estriba que Marcelo, buen priísta y mejor perredista, se aleje cuanto antes del otro maloso de la polaca totonaca y decida ir sólo. A lo mejor en 2012 se da la alianza PRI-PRD nomás para impedir que el PAN siga en la construcción de su “dictadura azul”.
Con el actual jefe de gobierno en la residencia presidencial, Salinas bien podría cerrar su maléfico proyecto de “25 años en el poder” que, por cierto, dio a la luz pública José Ángel Gurría, hombre del “malo de la comedia” que se desempeñó como secretario de Hacienda y de Relaciones Exteriores en su sexenio (1988-1994) y que desde hace dos años es presidente de la OCDE,
Pasarían, ¡por fin!, los tiempos del “grupo compacto” que los Salinas, desde sus tiempos en la Facultad de Economía de la UNAM crean Carlos y Raúl con Camacho Solís, Hugo ,Andrés Araujo, Ruiz Massieu, Emilio Lozoya Thalmann, Alberto Anaya, Adolfo Orive Bellinger y Gustavo Gordillo.
Camacho Solís es el ideólogo del grupo y a él, como a los Salinas, a Orive, Anaya y demás, hay que ubicarlos inmersos, antes de que escalaran el poder, en movimientos de izquierda, lo mismo en los surgidos en La Laguna, de los cuales Beto Anaya es el impulsor, que en el movimiento más espectacular surgido en 1994 y vivo hasta el momento: el del Ejército Zapatista de Liberación Nacional y su ya no tan legendaria figura “el subcomandante Marcos”, que sigue encapuchado...
Pero ya no da lata, hasta que Salinas lo determine, seguramente.
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